Por qué es importante que tus hijos tomen suficiente omega 3 DHA

Desde aproximadamente el tercer trimestre del embarazo comienza a desarrollarse el cerebro de los niños y la adquisición de funciones cognitivas se alarga hasta casi la adolescencia. Durante el primer año de vida el cerebro crece más del doble y con tres años alcanza ya el 80% del tamaño de un cerebro adulto.

De ahí que los expertos manifiesten la importancia de ayudar a que los pequeños tengan un correcto desarrollo en estos años a través de diversas herramientas, como una correcta socialización, una actividad física apropiada, un uso adecuado de los estímulos, experiencias positivas o una dieta adecuada. Y es en este punto donde, según algunos estudios, se observan ciertas carencias.

“Una dieta equilibrada en los niños entre uno y tres años es suficiente para cubrir las necesidades de todos los nutrientes. Sin embargo, en nuestro medio es frecuente que, o bien se consuman algunos en exceso (por ejemplo, proteínas), o que un porcentaje de niños ingieran cantidades insuficientes de otros; es el caso del DHA y de la vitamina D”, señala el doctor Ángel Gil, presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición y catedrático del departamento de Bioquímica y Biología Molecular II de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada.

Dos de cada tres niños no consumen las raciones recomendadas de fruta y verdura y un tercio de ellos no consume ningún tipo de fruta, según el artículo científico Leches de crecimiento. ¿Qué pueden aportar en la alimentación del niño pequeño?, publicado en la revista Acta Pediátrica. Estas dietas incompletas pueden provocar un déficit de los nutrientes necesarios su desarrollo.

Concretamente, el estudio EsNuPi, impulsado por las Fundaciones Española e Iberoamericana de Nutrición, ha revelado que tres de cada cuatro niños españoles no alcanzan las ingestas recomendadas de omega 3 DHA. Pero, ¿cuáles son esas cantidades? La Autoridad Europea de Salud Alimentaria (EFSA) recomienda una ingesta de 100 mg de este ácido al día para los niños de 0 a 24 meses y de 250 mg para los jóvenes de 2 a 18 años.

¿Cómo lograr una dieta equilibrada?

El primer paso para evaluar las necesidades nutricionales de los más pequeños es analizar su consumo actual. Con esta calculadora puedes conocer si en su consumo diario de alimentos se encuentran las cantidades recomendadas de DHA y hierro, también esencial para el desarrollo cognitivo y motor de los más pequeños.

Una vez hecho este análisis es importante seguir las recomendaciones generales y nutricionales que marcan los médicos. Consumir la suficiente cantidad de frutas y verduras, que aportan fibra y vitaminas; evitar el consumo de productos industrializados, con grandes cantidades de azúcar y/o grasas saturadas; o incluir pescados azules en la dieta, principal fuente de omega 3 DHA, son algunas de ellas. De hecho, la OMS recomienda un consumo de tres a cuatro raciones de pescado a la semana, de las cuales al menos dos deben ser de pescado azul. Sin embargo, no se consume con la frecuencia deseable por varias razones:

• El pescado azul es un alimento menos accesible que otros alimentos como la carne.
• Suele tener un precio más elevado.
• Tiene menor aceptación por parte de los niños por su sabor, olor y por la presencia de espinas.
• Hay determinadas especies (como el pez espada, el atún rojo, el tiburón o el lucio), cuyo consumo está limitado en menores de 10 años por su mayor contenido de mercurio.

Para poder alcanzar esa cantidad necesaria de omega 3 DHA, el consumo de leches enriquecidas puede ser de gran utilidad. El libro blanco de los omega 3, de Gil Hernández y Serra Majem, ha demostrado que la suplementación con DHA de las fórmulas infantiles aumenta las habilidades mentales, visuales y motrices a largo plazo en los niños recién nacidos. Diversos estudios también apuntan a mejoras en la lectura y la ortografía de los escolares, al desarrollo de mayor inteligencia no verbal, mayor comprensión oral y mejor memoria.

La efectividad de esta estrategia está probada además a través de otros estudios como EsNuPi, según el cual los niños que consumen leches infantiles enriquecidas ingieren 4,5 veces más omega 3 DHA que la población infantil general, acercándose más a la ingesta recomendada. Por ejemplo, la leche Peques 3 de Puleva, destinada a niños de entre uno y tres años, aporta un 65% más de DHA, un 41% más de hierro y un 71% más de vitamina D que un vaso de leche regular, según los datos aportados por la compañía láctea.

Para los mayores de tres años, el grupo lácteo también recomienda una alternativa al vaso de leche tradicional, Puleva Max, leche enriquecida y adaptada a las necesidades de esta edad. En este caso, un vaso de leche aporta un 42% más de DHA, un 51% más de hierro y un 40,5% más de vitamina D.

En definitiva, la leche sigue teniendo un peso importante en la alimentación diaria de los más pequeños de la casa. Por eso, apostar por una leche infantil enriquecida es una buena manera de aportar nutrientes esenciales de una manera sencilla, rápida y complementaria a una dieta equilibrada.