El noruego que ha decidido criar langostinos en Valladolid para competir con los del mar

Un noruego está vendiendo a toda España, Portugal y Francia langostinos de Medina del Campo (Valladolid). Sí, como lo lees. Aunque pueda sonar a inicio de un chiste, esta es la historia de Bjorn Aspheim. El escandinavo fundó en 2008 Noray, una empresa que cría langostinos frescos y sostenibles mediante un sistema de producción bajo techo completamente eficiente en esta ubicación tan alejada del mar, pero que recrea el hábitat natural de los crustáceos.

Y aunque sea de extrañar que en medio de la provincia de Valladolid se estén criando langostinos, no es raro que el noruego se metiese en este negocio. Este crustáceo es uno de los productos más populares y valorados en la cocina española, además de contar con multitud de beneficios para la salud.

El valor nutricional de los langostinos

En general, los langostinos tradicionales son un alimento muy recomendable para el desarrollo muscular por su alta cantidad de proteínas. A los de Medina del Campo hay que sumarles que cuentan con poca grasa y con un alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados “sin renunciar a la frescura y el sabor”, según dicen desde Noray. En esta línea, suponen una buena fuente de ácidos grasos omega-3, básicos para la regulación de la función cerebral, importantes para el mantenimiento de la piel y de las mucosas, y forman parte esencial de las membranas celulares.

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Alimente

Staynutri, empresa dedicada a la alimentación y nutrición formada por el chef Alejandro Sánchez y el dietista-nutricionista Íñigo Espí, destaca que “el perfil nutricional y la composición en micronutrientes, vitaminas y minerales de los langostinos es muy interesante por la calidad de la proteína que aportan, que es de aproximadamente 20 gramos por cada 100 de alimento, así como por su bajo contenido en grasas, aunque resaltando la presencia de ácidos grasos omega-3”.

A ello habría que sumarle que los langostinos son una rica fuente de otros nutrientes esenciales para el cuerpo, como el hierro –fundamental para la producción de glóbulos rojos y la función inmunológica–, el zinc –importante para la salud del sistema inmunológico y la piel– y la vitamina B12 –primordial para el buen funcionamiento y desarrollo del cerebro y del sistema nervioso–.

“Para aquellos que buscan alcanzar un buen desarrollo muscular o cuyo objetivo nutricional es la pérdida de grasa, es interesante incluir los langostinos Noray de manera regular en la alimentación. La ausencia de aditivos como conservante hace que el alimento su consuma en su manera más natural, sin alterar su aspecto y pudiendo aprovechar al máximo los macronutrientes y micronutrientes”, declara el equipo de Staynutri.

¿Mejores los de campo que los de mar?

Para Noray, los langostinos criados en Valladolid pueden incluso ser mejores para la salud que los del mar. En este sentido, desde Staynutri apuntan: “A nivel nutricional es más beneficioso porque puedes realizar un control exhaustivo sobre la calidad del agua, asegurando además un aporte homogéneo de nutrientes idóneos a los langostinos, de manera que puedes tener la certeza de que todos ellos alcanzan el punto óptimo de calidad. Además, la ausencia de aditivos y la frescura con la que llegan a la mesa en el caso de los langostinos Noray lo convierten en una proteína muy saludable y libre de sulfitos, algo difícil de encontrar hoy en día”.

Por su parte, la Cofradía de Pescadores Sanlúcar de Barrameda –el lugar de España por excelencia de faena del crustáceo– señala que “normalmente el langostino salvaje tiene un sabor mejor que el langostino cultivado, por un motivo evidente, que es la alimentación. Y también suele estar relacionado con la especie que se cultiva”.

Para los pescadores andaluces, ninguno es mejor ni peor: “Son diferente producto y diferente sabor”. “Desde luego, para nosotros, el langostino de Sanlúcar es si no el mejor, de los mejores que puedes comprar en el mercado”, concluyen desde la cofradía.