¿Puede tu cuerpo diferenciar las vitaminas naturales de las sintéticas?
Hay personas que cada mañana toman varias pastillas de vitaminas y minerales creyendo que necesitan ese aporte extra de nutrientes, en lugar de confiar en su dieta
Nuestro cuerpo necesita de las vitaminas y minerales que se encuentran en los alimentos para poder funcionar correctamente. Hay nutrientes en frutas, verduras, pescado, carne, huevos, lácteos, cereales, legumbres y más alimentos. En el caso de la vitamina D, recibimos nuestro aporte diario gracias a la luz solar que incide en nuestra piel.
A pesar de nuestra alimentación diaria, que puede ser más o menos equilibrada, a veces acudimos a los suplementos vitamínicos para suplir una carencia nutricional o para reforzar nuestra ingesta de nutrientes. Estos suplementos se conocen como vitaminas sintéticas y se crean en un laboratorio. Generar los nutrientes sintéticos es barato y fácil en la mayoría de los casos, y están al alcance de cualquier consumidor.
Aunque suena muy bien el poder tomar nuestras vitaminas diarias con un par de pastillas, hay estudios que analizan si los nutrientes sintéticos aportan los mismos beneficios que sus contrapartes naturales o si pueden llegar a ser perjudiciales. Según el blog del prestigioso gastroenterólogo Emeran Mayer, “no está claro si nuestro cuerpo las reconoce y utiliza de la misma manera que las vitaminas naturales”.
Las vitaminas naturales forman parte de una matriz alimentaria
Las vitaminas artificiales son químicamente casi idénticas a las de origen natural, pero se generan de manera diferente. Por ello, “nuestros cuerpos pueden responder de manera diferente a una forma sintética de vitamina A, en comparación con la vitamina A de origen natural”, por ejemplo, la que se encuentra en el hígado de bacalao, explica el gastroenterólogo.
Los nutrientes que se encuentran de manera natural forman parte de un todo, de una matriz alimentaria que no tiene nada que ver con una vitamina sintética aislada. “Puede ser que los nutrientes en la naturaleza funcionen de manera sinérgica para proporcionar beneficios, no un solo compuesto aislado del resto”, apunta Mayer.
El gastroenterólogo pone un ejemplo: “Cuando consumimos alimentos en la naturaleza, como una naranja, nuestros cuerpos absorben numerosas vitaminas, minerales, antioxidantes y enzimas. Por el contrario, cuando consumimos un suplemento de vitamina C sintética, nuestros cuerpos pierden todos los demás compuestos de moléculas que vienen empaquetados en una naranja”. De esta forma, el experto se plantea la importancia de la sinergia entre nutrientes y su alta eficacia en comparación con un suplemento aislado.
A veces, pueden darse excesos de nutrientes al tomar suplementos
Por otra parte, hay que analizar también la manera que tiene nuestro cuerpo de absorber los nutrientes sintéticos y los naturales. Hay varios estudios al respecto y cada nutriente ofrece diferentes resultados. Las vitaminas B y E se absorben mejor si son ingeridas de manera natural. El ácido fólico es más eficaz en su forma sintética. Sin embargo, el mismo estudio para la vitamina C apenas arrojó diferencias entre la vitamina sintética y la natural.
Sobre este aspecto, “una mayor biodisponibilidad permite que el cuerpo absorba más nutrientes de una cantidad más pequeña. Sin embargo, también conduce a la posibilidad de una ingesta excesiva de nutrientes”, señala Mayer. El consumo excesivo de vitaminas aisladas puede ser perjudicial en algunos casos. En otros, simplemente, este exceso se eliminará del cuerpo de manera natural.
Ante la presencia de evidencia contradictoria y la falta de estudios más detallados sobre los suplementos vitamínicos, Mayer recomienda que “los consumidores deben tomar decisiones personalizadas sobre su salud”. Además, hace hincapié en las ventajas de las dietas equilibradas, ricas en frutas, verduras, huevos y lácteos, que nos aportan tanto vitaminas como antioxidantes, minerales, fibra y otros nutrientes presentes.
Los beneficios de los alimentos integrales
Ahondando un poco más en este aspecto, el gastroenterólogo explica que los alimentos integrales han demostrado ser más beneficiosas para nuestra salud. “Utilizar suplementos de alimentos integrales puede ser una mejor manera de garantizar la absorción adecuada de nutrientes”, agrega Mayer. Y, por supuesto, advierte que “si bien los suplementos pueden garantizar que se obtengan cantidades adecuadas de nutrientes esenciales, no deben considerarse como una alternativa a una dieta equilibrada”, sino que deben ser un complemento.
Nuestro cuerpo necesita de las vitaminas y minerales que se encuentran en los alimentos para poder funcionar correctamente. Hay nutrientes en frutas, verduras, pescado, carne, huevos, lácteos, cereales, legumbres y más alimentos. En el caso de la vitamina D, recibimos nuestro aporte diario gracias a la luz solar que incide en nuestra piel.