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La valenciana que saca de quicio a los frikis de la nutrición: "Parece que les molesta que coma"
  1. Nutrición
"Les explota la cabeza al ver mis vídeos"

La valenciana que saca de quicio a los frikis de la nutrición: "Parece que les molesta que coma"

Andrea Colás se define como madre, ama de casa y estudiante de Medicina. A sus 33 años, se ha hecho viral por contar cómo intenta mejorar su dieta, y ahora tiene medio internet viendo si pierde más peso

Foto: Andrea Colás. (Foto cedida)
Andrea Colás. (Foto cedida)

A Andrea Colás le llegó la fama comiendo un yogur. Llevaba solo siete días subiendo vídeos de su día a día en TikTok cuando algo explotó. Estaba usando esa red para documentar su proceso de dieta y uno de esos clips llegó al medio millón de visualizaciones. "Yo estaba en el pueblo y en ese momento tenía como 500 seguidores, por lo que no le daba mucha bola a esta red, hasta que una amiga me avisó de que se había ido de las manos", comenta Colás. El suyo podía ser otro canal de dietas más, pero tenía algo en particular. El yogur que estaba tomando en aquel vídeo era para merendar y venía precedido por un plátano para desayunar, un importante bocata con huevo, patata y beicon para almorzar, un Monster entre horas y una lasaña para cenar. Gasolina para unas redes sociales en las que la nutrición es una religión.

Tras casi 50 días documentando sus experiencias, esta valenciana tiene pendientes de sus contenidos a miles de usuarios. Solo en TikTok, ha pasado de 500 a 20.000 en menos de un mes, y sus contenidos hace tiempo que empezaron a saltar a otras redes. Ha conseguido mezclar como nadie la naturalidad y franqueza con las que cuenta sus experiencias y su vida con el fanatismo que hay en uno de los sectores que más tiran en el mundo digital, el de la nutrición. En sus vídeos, no oculta nada, el clip que más visualizaciones tiene, el día 38 de dieta, toma arroz, cortezas, dulces, bocata con aceitunas, hamburguesa y hasta un par de chupitos de tequila. Y en lo que lleva grabado, ya ha perdido más de cuatro kilos.

Foto:  Las claves de una dieta sana para los adolescentes. (Pexels/Belonogova)

"Muchos me preguntan qué es eso de la dieta del recorte, porque así llamo yo a lo que estoy haciendo. Pues no es ninguna, es que solo me había dando cuenta de que estaba muy pasada de peso y he decidido por salud y sentirme mejor comer menos, por eso lo del recorte", comenta en conversación con El Confidencial. "Claro que ver eso cuando estás acostumbrado a las dietas Keto, la alcalina, la Dukan... pues hace que a muchos les explote la cabeza", añade. Ella misma asegura que su idea deja que desear, pero confiesa que lleva tiempo "picando" a esos que no entienden lo que está haciendo, y pese a las críticas no piensa dejarlo. "De momento lo llevo bien, pico a mis haters con las fotos de portada de los vídeos o algún comentario que les dejo en los vídeos. Porque la verdad es que es divertido ver cómo se vuelven locos porque no haces lo que ellos dicen. Parece que les molesta que coma".

El caso de esta treintañera que compagina su vida de ama de casa y madre con sus estudios de Medicina es el último ejemplo del tirón de la nutrición en internet, tanto para bien como para mal. La red se ha llenado de comunidades comandadas por nutricionistas o gurús de la alimentación con nombres como Carlos Ríos (Realfooding) a los que siguen miles de personas buscando mejorar su vida. Esos grupos han generado importantes negocios y colocado en otro escalafón del debate los aspectos relacionados con la alimentación, pero también están dejando un entorno cada vez más duro para los que no siguen los caminos marcados por estas ideas. O los que las siguen al extremo. Según diversos centros e instituciones de psicología, en nuestro país las consultas relacionadas con trastornos alimenticios (TCA) han crecido alrededor de un 30% desde la pandemia, sobre todo entre mujeres adolescentes.

"Sé que a mí me atacan porque estoy gorda, porque mira todos los canales de gente que come muchísimo, hacen esos retos virales y se comen los menús enteros. Pero como luego están delgados, nadie los critica por ello", añade Colás. Ella, confiesa, ha pasado por varias dietas agresivas, y asegura haber llegado a estar en pesos mucho más bajos, pero los efectos rebote que ha vivido le han llevado a ver esto de otra manera. "No quiero que me vuelva a pasar, así que decidí ir poco a poco, con cambios que no me generen ansiedad ni otros problemas, con naturalidad. Porque además tengo exámenes, el niño y demás temas familiares de los que ocuparme. Quiero mejorar, pero sin prisas", detalla. Y dice estar consiguiéndolo. "Antes me comía platazos de macarrones y bocatas gigantes, ya voy quitándome y se ve en los vídeos".

Su caso se ha hecho tan viral que algunos nutricionistas conocidos en la red han hablado del tema. Alejandro Sánchez (Staynutri) ha hecho varios contenidos con ella y, asegura el experto, su proceso podría ser mejor, pero no lo ve muy mal. "Creo que entendió lo que estoy haciendo y cuáles son mis problemas y mis prioridades. Estoy aprendiendo a comer mejor y no lo puedo hacer de golpe, porque podría volver o acabar con otros problemas. Claro que quiero ir quitándome algunos hábitos y mejorando otros", comenta Colás. "Siempre intento dejar claro que tengo una vida en la que no paro y aunque la gente no me vea en el gimnasio o haciendo recetas llamativas, lo hago lo mejor que puedo con el tiempo que tengo, y la idea es ir a más".

Llevar cerca de 12 años subiendo vídeos a YouTube también le ha ayudado a llevar mejor las críticas, e incluso ve a los haters como algo que puede ser positivo. "Mira, ahora mismo estoy estudiando y esto es bastante caro. Si la viralidad me ayuda a ganar un dinero extra en YouTube tras tantos años subiendo contenido, pues eso que me llevo", señala. "Además, me quedo con la buena gente que me apoya y me manda ánimos. Hay mucho pesado porque se cree que sabe más que tú y como subes vídeos piensa que estás ahí para seguir lo que él dice. Pero, bueno, eso pasa con todos los temas".

El caso Ibai

Aunque no en todos los casos la forma de afrontarlo es tan sencillo. Más conocido que este caso es el de Ibai Llanos. El streamer se ha convertido en una de las personalidades más conocidas de España en los últimos tiempos y ha hablado con naturalidad de su sobrepeso. Sin embargo, ha intentado cambiar sus hábitos en varias ocasiones y de momento le ha sido muy difícil, pese a dedicar todo tipo de recursos a ello.

Foto: Ibai Lanos, en una imagen de archivo. (EFE/Víctor Lerena)

Su último mensaje de este tipo llegó el pasado 10 de marzo, cuando volvió a comentar que había perdido la motivación para su cambio físico. Tras varios meses subiendo vídeos con sus rutinas en el gimnasio y demás, decidió hacer un clip en el que hablaba de cómo había perdido las ganas de seguir con el proceso y se encontraba inmerso en un nuevo intento para salir de esa espiral y recuperar el camino. Eso sí, los comentarios que hacía en el vídeo eran similares a los que hace Colás. Según Ibai, su idea no es volverse loco y bajar peso de golpe ni tener una dieta demasiado estricta, sino realizar un cambio progresivo que le permita llevar una vida saludable sin barreras.

También dejaba otro punto clave: a él, con una vida extremadamente ajetreada, se le hacía muy cuesta arriba cumplir con la alimentación, mucho más que con los planes de ejercicios. "Os pasará a vosotros también, que tenéis cenas con amigos y piden comida a domicilio o que estás en casa, trabajas hasta tarde y picoteas lo que encuentras", comenta Llanos. Ante esas situaciones, asegura el creador de contenido, su objetivo pasaba por intentar mentalizarse de mejorar hábitos poco a poco y no venirse abajo por no cumplir algún día.

Más allá de ejemplos puntuales, en los últimos tiempos se ha hablado bastante de la gordofobia a nivel general. Desde 2022, el 4 de marzo ha pasado de ser el Día de la Obesidad a ser el Día mundial contra la Gordofobia. El cambio viene impulsado por un manifiesto firmado por profesionales sanitarios que denunciaban que mantener el Día contra la Obesidad señala una condición física y no de salud. Es decir, se penaliza el tamaño corporal, sin más datos sobre salud, lo que lleva a pensar que un cuerpo delgado es de por sí sano y uno ancho no.

A Andrea Colás le llegó la fama comiendo un yogur. Llevaba solo siete días subiendo vídeos de su día a día en TikTok cuando algo explotó. Estaba usando esa red para documentar su proceso de dieta y uno de esos clips llegó al medio millón de visualizaciones. "Yo estaba en el pueblo y en ese momento tenía como 500 seguidores, por lo que no le daba mucha bola a esta red, hasta que una amiga me avisó de que se había ido de las manos", comenta Colás. El suyo podía ser otro canal de dietas más, pero tenía algo en particular. El yogur que estaba tomando en aquel vídeo era para merendar y venía precedido por un plátano para desayunar, un importante bocata con huevo, patata y beicon para almorzar, un Monster entre horas y una lasaña para cenar. Gasolina para unas redes sociales en las que la nutrición es una religión.

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