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Ajo congelado: conserva todas sus propiedades nutricionales y sabor
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Ajo congelado: conserva todas sus propiedades nutricionales y sabor

Cargado de antioxidantes, forma parte esencial de la dieta mediterránea y beneficia la salud del corazón, reduce la inflamación y el colesterol

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El ajo se encuentra entre los alimentos más característicos de la dieta mediterránea, un ingrediente que ya formaba parte de la alimentación de la cultura egipcia y que hoy en día es clave en la gastronomía española ya que, además de sabor, aporta multitud de beneficios para la salud.

Una ventaja a su favor es que puede mantener más tiempo sus cualidades cuando se congela. Recordemos que el mercado de alimentos congelados en España superó en 2022 el nivel prepandemia tras crecer un 2,8% hasta situarse cerca de los 5.000 millones de euros, según los datos del Observatorio Sectorial DBK de Informa (filial de Cesce).

Foto: Iván Cerdeño, en la entrada de su Cigarral. (Sofía Moro)

Además de congelado, lo que supone una ventaja porque permite tenerlo listo en el congelador todo el año, y entero, este alimento también se puede encontrar en polvo seco.

Propiedades del ajo

Además de por su característico olor y sabor, el ajo es una de las raíces más conocidas y estudiadas por sus propiedades, y es que sus beneficios son diversos si se incorpora a una dieta equilibrada.

El ajo congelado mantiene sus propiedades debido al proceso de ultracongelación. Un proceso en el que se congela el producto a gran velocidad, en continuo movimiento para conservar la calidad, sabor y valor nutricional y con aire a - 40ºC, lo que permite que alcance rápidamente la temperatura de - 20ºC, consiguiendo así mantener los nutrientes y la textura de cuando estaba fresco.

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Según la Biblioteca de Medicina de EEUU, “el ajo se ha utilizado, tanto con fines medicinales como como alimento o saborizante, desde los albores de la historia registrada. Textos médicos antiguos de lugares tan lejanos como Egipto, China, India, Grecia y Roma discutían los usos médicos del ajo. La Biblia y el Corán lo mencionan, y aunque la planta es originaria de Asia Central, se encontraron clavos de olor que datan de hace más de 3.000 años en la tumba del rey Tutankamón.

La investigación médica relaciona el ajo con una serie de beneficios para la salud. Sin embargo, algunos estudios han sugerido que el ajo crudo puede ser más efectivo que la versión cocida, mientras que los suplementos de ajo son los más efectivos. El té de ajo conserva los beneficios para la salud del ajo crudo, siempre y cuando se prepare adecuadamente: la clave es hervir el ajo machacado por no más de 3 minutos, insiste la institución.

Puede ayudar a reducir la presión arterial

El ajo estimula la síntesis de óxido nítrico, que dilata los vasos sanguíneos e inhibe la actividad de la ECA (enzima convertidora de angiotensina). Los inhibidores de la ECA ayudan a relajar los vasos sanguíneos. Esto podría contribuir potencialmente a un flujo sanguíneo y una presión saludables.

Según una revisión y un metanálisis recientes publicados en febrero de 2020 en Experimental and Therapeutic Medicine, en los 12 ensayos y más de 550 personas con hipertensión que se estudiaron, tomar suplementos de ajo añejo Kyolic durante tres meses redujo la presión arterial sistólica (cifra superior) en alrededor de 8 puntos y la presión arterial diastólica (cifra inferior) en 5,5 puntos, una cifra con efecto similar al de los medicamentos para la presión arterial.

Ayuda a calmar la inflamación

Los científicos creen que la inflamación crónica es un impulsor de las enfermedades crónicas, incluidas las cardiacas, la diabetes, el cáncer y la artritis, según Harvard Health Publishing. El ajo, por otro lado, ayuda a inhibir la actividad de ciertas proteínas inflamatorias. En un estudio aleatorizado, controlado y doble ciego de 70 mujeres con la enfermedad autoinmune inflamatoria artritis reumatoide, el grupo que tomó 1,000 miligramos de suplementos de ajo por día durante ocho semanas tuvo marcadores inflamatorios más bajos, menos dolor y fatiga, y menos articulaciones sensibles en comparación con un grupo placebo. Los investigadores publicaron sus hallazgos en Phytotherapy Research.

Reduce el colesterol

Si bien se necesita más investigación para determinar la relación entre la ingesta de ajo y los niveles de colesterol, un metanálisis y una revisión de estudios que se publicaron en Medicine concluyeron que tomar suplementos de ajo fue efectivo para reducir tanto el colesterol total como los niveles altos de colesterol LDL, que son dos factores de riesgo para las enfermedades del corazón.

Mejora la función inmunológica

Dado nuestro entusiasmo colectivo por aprender a cuidar nuestro sistema inmunológico durante la pandemia de covid-19, aquí hay una razón para agregar ajo a la cena esta noche. Si bien no hay suficiente evidencia que sugiera que el ajo prevendrá o tratará el resfriado común, por ejemplo, puede desempeñar un papel en los mecanismos de defensa del cuerpo de varias maneras.

Por un lado, la alicina en el ajo proporciona propiedades antibacterianas. Los científicos también creen que tiene propiedades antivirales que pueden funcionar de dos maneras: bloqueando la entrada de virus en las células y fortaleciendo la respuesta inmune para que pueda combatir eficazmente a los posibles invasores. Son estas cosas las que pueden ayudar a mantener un sistema inmunológico saludable en general.

Puede reducir la coagulación de la sangre

Se ha demostrado que los compuestos del ajo (y las cebollas) disminuyen la pegajosidad de nuestras plaquetas y tienen propiedades anticoagulantes. Estas cosas pueden ayudar a proteger contra la aterosclerosis, un proceso en el que la acumulación de placa conduce a un endurecimiento y estrechamiento de las arterias. Según el Instituto Nacional del Corazón, la Sangre y los Pulmones de EEUU, la aterosclerosis aumenta el riesgo de coágulos de sangre que pueden causar ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares. Por supuesto, comer ajo no debe ser la única medida preventiva que tomes para proteger tus arterias.

Proporciona una gran cantidad de antioxidantes

Los nutrientes y los compuestos vegetales del ajo le dan "fuertes propiedades antioxidantes", según una revisión publicada en julio de 2020 en Antioxidants. Los antioxidantes no solo benefician a los vasos sanguíneos y reducen la inflamación, sino que también pueden absorber los radicales libres dañinos que pueden provocar enfermedades como el cáncer, aunque este potencial anticancerígeno debe confirmarse en la investigación en humanos, dice el Instituto para la Investigación del Cáncer de EEUU.

El ajo se encuentra entre los alimentos más característicos de la dieta mediterránea, un ingrediente que ya formaba parte de la alimentación de la cultura egipcia y que hoy en día es clave en la gastronomía española ya que, además de sabor, aporta multitud de beneficios para la salud.

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