Si ves esto en la sandía, no dudes en tirarla a la basura de inmediato
La forma, el color o el sonido son características que tienes que tener en cuenta a la hora de escoger una sandía
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La sandía se disfruta mucho más en época de calor y es indispensable durante el verano. A pesar de todos sus beneficios, comprar una sandía se convierte en todo un reto porque detrás de su corteza se esconde su verdadera cara. Y es que, muchas veces, la sandía puede llegar a presentar una desagradable sorpresa.
A la hora de escoger una sandía, lo mejor es apostar por las unidades que se encuentran encima, ya que las de debajo han podido aplastarse. Es importante recordar que se trata de un producto muy sensible al frío, por lo que es mejor que, al colocarlas en la nevera, sea en la parte menos fría.
Si ves esto, tírala a la basura
- Moho en el exterior. Debido a la gran cantidad de unidades que llegan a los supermercados, muchas de ellas van presentando signos de descomposición. Es por esto que es importante revisar si hay moho o manchas oscuras en la parte exterior de la sandía, estas pueden ser de color negro, blanco o verde y tener una apariencia mohosa.
- Tonos difuminados. Una sandía sana debe ser de una tonalidad verde pino o tener un patrón de rayas. Cuando no presenta estas tonalidades es mejor tirarla a la basura. A su vez, el interior debe tener un tono rojo o rosa oscuro; sin embargo, cuando presenta colores oscuros o blancos ya no se puede consumir y es preferible deshacerse de ella.
- Pulpa arenosa o seca. Cuando una sandía está en mal estado, su pulpa, caracterizada por ser crujiente, empieza a tornarse babosa o blanda. Llegado ese momento es preferible tirarla.
- Forma redonda. Dependiendo de la variedad, las sandías pueden ser alargadas o redondas, pero siempre tienen una forma homogénea. Si ves alguna con malformaciones no será apta para consumo, ya que esto indica que absorbió cantidades de agua y sol de forma desigual.
- Eco en su interior. Si al darle unos golpes con los nudillos de los dedos suena hueco y contundente, quiere decir que la sandía es apta para consumición; sin embargo, si hace eco y un sonido suave significa todo lo contrario. Además, si se llega a presentar una sensación blanda, es preferible situarla en el contenedor de la basura lo antes posible.
De acuerdo con especialistas en la salud, la sandía cuenta con múltiples beneficios que promueven la salud en la piel y refuerzan el sistema inmunológico. Ahora que ya conoces los trucos para saber si una sandía está saludable y apta para consumo, podrás utilizarla de mil maneras y disfrutarla al máximo.
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