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Esto es lo que conviene evitar en verano para cuidar tu hígado... (sobre todo, el alcohol)
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SALUD HEPÁTICA

Esto es lo que conviene evitar en verano para cuidar tu hígado... (sobre todo, el alcohol)

Donde tú ves unas apetecibles patatas bravas o unas refrescantes cervezas, tu hígado ve un trabajo extra. Ahora bien, no es lo mismo unos días de excesos que tomarlo por costumbre

Foto: El consumo excesivo de alcohol es un claro factor que perjudica el funcionamiento del hígado. (iStock)
El consumo excesivo de alcohol es un claro factor que perjudica el funcionamiento del hígado. (iStock)

Es difícil contenerse cuando llevas todo el año esperando al verano para dar rienda suelta a tus caprichos "nutricionales". De hecho, la mayoría de expertos en este ámbito suelen defender la permisividad en cuanto a saltarse ciertas pautas dietéticas. Ahora bien, no está de más conocer cuáles son las consecuencias de los excesos veraniegos, en esta ocasión, centradas en las funciones hepáticas, esto es, las del hígado. Un órgano clave en el marco de la nutrición, ya que, entre otras cosas, "regula el equilibrio de los hidratos de carbono, se encarga de fabricar y almacenar las grasas, y también sintetiza muchas proteínas", apunta la doctora Natalia García, médico especialista en el aparato digestivo y hepatóloga, en el Hospital de Manises, Valencia.

La función principal del hígado es eliminar los desechos y la sustancias nocivas para el organismo

Hay una función que destaca por encima del resto, y es que el hígado es la depuradora de nuestro organismo, ya que "es el responsable de eliminar las sustancias que puedan ser nocivas para su funcionamiento, como ciertos fármacos, o el alcohol".

El consumo debe ser constante para que sea perjudicial

Aunque son varios los "enemigos" que afectan al estado del hígado, el más claro y dañino es el alcohol. Su malignidad es tal, que la Organización Mundial de la Salud no establece un umbral seguro del consumo de alcohol. Además, prueba de su peligrosidad es que "en Occidente la hepatopatía alcohólica es la enfermedad crónica del hígado más extendida", asevera la experta quien recalca que el consumo de bebidas alcohólicas no debería superar las dos ingestas diarias en un adulto sano.

placeholder Cuanto más procesados son los alimentos, más perjudiciales son para la salud del hígado. (iStock)
Cuanto más procesados son los alimentos, más perjudiciales son para la salud del hígado. (iStock)

La primera recomendación es, por tanto, restringir, el consumo de alcohol para no alterar las funciones hepáticas. Pero no es la única pauta, sustancias como las grasas saturadas o los azúcares simples, también son responsables de las posibles lesiones que podrían afectar al hígado. Y es que, una dieta desequilibrada con una ingesta elevada de alimentos ricos en estos compuestos, favorece al acúmulo de grasa en el hígado, lo que se traduce en enfermedades como el hígado graso.

Foto: Dietas detox, qué son. (Alina Karpenko para Unsplash)

Ahora bien, la experta remarca que estos efectos negativos para la salud hepática están condicionados a que se haga un consumo excesivo y prolongado, y hace hincapié en el término "prolongado", ya que si se hace de forma esporádica, no es un problema. En cambio, si un mal hábito nutricional se mantiene en el tiempo, entonces sí que aumentan las probabilidades de enfermedad.

¿Tienen sentido las dietas détox?

Muchas personas, que han hecho caso omiso de las recomendaciones dietéticas, vuelven de las vacaciones con un objetivo, poner en marcha una dieta desintoxicante. Jugos vegetales como desayuno, comida y cena, o bien dietas a base de alimentos diuréticos copan muchas cocinas las primeras semanas de septiembre. Y es que existe la creencia generalizada de que una dieta détox ayudará al hígado a ponerse "a punto" después de las tapas, cervezas, refrescos y helados que nos hemos tomado tan a gusto y sin freno las últimas semanas. Bien, pues la experta, no solo desaconseja seguir cualquier dieta que no esté prescrita y supervisada por un nutricionista, además asegura que "las conocidas como dietas détox, lo único que pueden hacer es favorecer una pérdida de peso rápida, debido a los alimentos con propiedades diuréticas que incluye. Además, de que normalmente se recupera de nuevo el peso perdido". Y añade: "el objetivo de las dietas debería ser eliminar la grasa, no el agua. Esto requiere un trabajo más constante y una dieta equilibrada. En este sentido, muchas Sociedades europeas para el estudio del hígado recomiendan la dieta mediterránea para los pacientes con enfermedades hepáticas".

El organismo cuenta con los mecanismos suficientes para depurar las sustancias de desecho

De modo que, Díaz no solo no recomienda estas dietas, supuestamente desintoxicantes, sino que defiende la idea de que en septiembre, simplemente, se ha de volver a las rutinas dietéticas de todo el año. "No es necesario hacer nada 'extra'. Solo hay que llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio regular y evitar que los excesos se conviertan en la norma. Nuestro organismo ya cuenta con los mecanismos suficientes para depurarse".

La dieta mediterránea, de nuevo, la mejor recomendación

Uno de los mensajes más repetidos en el ámbito de la nutrición es el que hace referencia a las bondades de la dieta mediterránea respecto a la salud cardiovascular. Ahora bien, su efectos también son muy positivos para el funcionamiento del hígado. Y es que su aporte en grasas insaturadas, como las del aceite de oliva virgen extra, así como de la fibra de la frutas y hortalizas, o de las proteína de alta calidad del pescado, hacen de este patrón alimentario el mejor aliado para que el hígado pueda ejecutar sin problemas su valiosa función depuradora.

placeholder La dieta mediterránea es perfecta para reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el hígado. (iStock)
La dieta mediterránea es perfecta para reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el hígado. (iStock)

En concreto, algunos de los alimentos que contribuyen al buen estado del hígado son según la Asociación Catalana de Pacientes Hepáticos, los siguientes:

  • El café. La revista Liver International publicó en 2013 una revisión que sugiere que el café protege contra patologías como la enfermedad del hígado graso.
  • La avena. Según un estudio publicado en 2017 en el International Journal of Molecular Sciences, los beta-glucanos son muy activos biológicamente en el cuerpo. Los investigadores demostraron que estas sustancias ayudan a reducir la cantidad de grasa almacenada en el hígado en ratones.
  • Arándanos y frambuesas. Como sugiere un estudio en el World Journal of Gastroenterology, estas bayas contienen unos antioxidantes llamados polifenoles que son unos buenos aliados en la protección del hígado.
  • Uvas. El mismo estudio recoge que también las uvas son una fruta muy efectiva para el hígado. Sus antioxidantes pueden ayudar al hígado a reducir la inflamación y prevenir el daño hepático.
Foto: Los investigadores identificaron que las propiedades antiinflamatorias de la dieta mediterránea pueden mejorar las posibilidades de concepción de las parejas. (Pexels)
  • Pescado azul. En un estudio publicado en el World Journal of Gastroenterology, en 2015, se muestra que el consumo de pescado graso y los suplementos de aceite de pescado pueden ayudar a reducir el hígado graso. El pescado graso es rico en ácidos grasos omega-3, que ayudan a reducir la inflamación. Estas grasas pueden ser especialmente útiles en el hígado, ya que parecen prevenir la acumulación de grasas en exceso y mantener los niveles de enzimas en el hígado.
  • Nueces. Contienen ácidos grasos insaturados, vitamina E y antioxidantes. Estos compuestos pueden ayudar a prevenir el hígado graso, así como a reducir la inflamación y el estrés oxidativo.
  • Aceite de oliva. Agregar aceite de oliva a la dieta puede ayudar a reducir el estrés oxidativo y mejorar la función hepática, debido a su alto contenido de ácidos grasos insaturados.

Es difícil contenerse cuando llevas todo el año esperando al verano para dar rienda suelta a tus caprichos "nutricionales". De hecho, la mayoría de expertos en este ámbito suelen defender la permisividad en cuanto a saltarse ciertas pautas dietéticas. Ahora bien, no está de más conocer cuáles son las consecuencias de los excesos veraniegos, en esta ocasión, centradas en las funciones hepáticas, esto es, las del hígado. Un órgano clave en el marco de la nutrición, ya que, entre otras cosas, "regula el equilibrio de los hidratos de carbono, se encarga de fabricar y almacenar las grasas, y también sintetiza muchas proteínas", apunta la doctora Natalia García, médico especialista en el aparato digestivo y hepatóloga, en el Hospital de Manises, Valencia.

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