Los motivos por los que las dietas a corto plazo no funcionan

Desde la década de 1950, los profesionales de la salud y la salud mental han criticado la creencia convencional de que es posible perder peso de forma permanente. Los ensayos clínicos sobre la pérdida de peso tienen altas tasas de abandono y rara vez los participantes pasan de niveles de índice de masa corporal ‘clínicos’ a ‘normales’, y la gran mayoría de las personas que pierden incluso del 5 al 10 % de su peso corporal lo recuperan 1 año después, documenta un estudio publicado en ‘Archivos de Psicología Clínica’.

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EC

La mayoría de las personas que hacen dieta recuperan gradualmente el peso perdido. Múltiples estudios han encontrado que este es el caso para todas las dietas, ya sea cambiando las proporciones de macronutrientes de carbohidratos, grasas o proteínas. Las investigaciones han demostrado que cuantos más intentos de dieta hagas, más probable es que aumentes de peso en el futuro.

Con el tiempo estival, las vacaciones y los cambios algunas personas piensan que ganar peso es más fácil, ya que cambiamos de costumbres, entre las que se encuentran las relacionadas con los hábitos alimenticios. Sin embargo, en un comunicado, la Dra. Ana de Hollanda, coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), señala que no todas las personas aumentan de peso en verano, ya que depende del tipo de alimentación y el ejercicio físico que se realice, entre otros factores: “En muchas personas en verano se reduce el apetito, pero hay una mayor tendencia al consumo de helados, tapas rápidas y bebidas con alcohol”.

En busca de ayuda

La endocrinóloga hace hincapié en la importancia de acudir a un profesional y tener en cuenta que “una dieta, mejor dicho, un cambio en el estilo de vida, se hace durante un período de tiempo largo o de forma indefinida, pero si se vuelve a los malos hábitos previos y, al año siguiente, vuelta a empezar, cabe destacar que estos ciclos no son buenos para nuestra salud física (efecto “yo-yo”) ni psicológica porque genera frustración, sensación de fracaso y problemas de autoestima y, probablemente, afecta a nuestro bolsillo”. “Aquella persona que se plantee una dieta a corto plazo, con casi total seguridad, acabará en fracaso a largo plazo”, sentencia esta especialista.

"Una dieta, mejor dicho, un cambio en el estilo de vida, se hace durante un período de tiempo largo o de forma indefinida"

En cuanto al número de personas que buscan el asesoramiento de un profesional antes de comenzar una dieta, la Dra. de Hollanda apunta que “es difícil estimar ya que nosotros solo tratamos a las personas que nos solicitan ayuda”. “No obstante, en función de las cifras de venta de productos “light”, entre otros aspectos, es realmente preocupante la cantidad de personas que realizan estos tratamientos sin la ayuda de un experto”, agrega.

Ritmo en la pérdida de peso

La coordinadora del Área de Obesidad de la SEEN subraya también la importancia de considerar cuál debe ser el ritmo de pérdida de peso para llevar el tratamiento a cabo de forma segura con el fin de evitar complicaciones, así como realizar planes de alimentación equilibradas, evitando aquellas que eliminan completamente algunos grupos de alimentos y obligan a tomar suplementos de vitaminas y minerales, ya que pueden ocasionar complicaciones. No obstante, especifica que “cualquier momento del año es apropiado para cuidarse y realizar una dieta saludable” y desaconseja por completo las campañas “operación bikini”, “retos de corto plazo” y “comparaciones antes/después”.

La página web Salud y Bienestar de Michigan nos hace un recordatorio de por qué las dietas fallan:

• Nos privan. Muchas dietas implican la eliminación de ciertos alimentos o incluso de grupos de alimentos completos. Esto no sólo es poco saludable sino también poco realista a largo plazo.Son temporales. Una vez que han alcanzado su objetivo, la mayoría de las personas vuelven a comer ‘normalmente’, por lo que recuperan el peso.
• No encajan en la vida normal. Pesar y medir los alimentos puede ayudate a perder peso, pero no son estrategias prácticas a largo plazo para la mayoría de las personas.
• Pueden ser caras. Comprar alimentos especiales puede generar una gran factura rápidamente.
• Las dietas en realidad pueden disminuir tu metabolismo. Cuando reduces drásticamente las calorías, el metabolismo tiende a ralentizarse. Quemas menos calorías y la dieta se vuelve menos efectiva.
• La dieta es sólo la mitad de la ecuación. El control de peso de por vida no se trata solo de lo que se come. Requiere actividad física también. Los expertos recomiendan entre 60 y 90 minutos al día la mayoría de los días de la semana.