Vivir solo de patatas: el experimento para encontrar el alimento 'único'

Para funcionar, el organismo del ser humano necesita una gran cantidad de compuestos químicos. Es cierto que nuestro cuerpo es eficiente a la hora de transformar cosas comunes en lo que realmente necesita. Por ejemplo, la albúmina del huevo es metabolizada por nuestro hígado (que también puede producirla por sí mismo), descompuesta en sus respectivos aminoácidos y reconfigurada en forma de otras proteínas que necesitamos.

Otros aminoácidos, en cambio, no son tan simples y, aunque necesarios, la única forma que tiene nuestro cuerpo de obtenerlos es ingerirlos tal cual. Estos son los aminoácidos esenciales, que forman parte de los nutrientes esenciales, entre los que también se encuentran los minerales y las vitaminas, por ejemplo.

Las autoridades alimentarias recomiendan una dieta variada: ¿tiene lógica esa recomendación?

La pregunta es: ¿existe algún alimento que contenga los 9 aminoácidos esenciales (histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina) y todas las vitaminas y minerales que necesitamos? De ser así, eso significaría que podríamos ingerir ese alimento, única y exclusivamente, y mantenernos sanos (al menos en lo que a nutrientes se refiere) de por vida.

Eso es lo que se preguntó el australiano Andrew Taylor, que decidió probar con las patatas. Antes de continuar, hay que dejar claro que a ningún médico, nutricionista, dietista o persona con sentido común se le ocurriría jamás recomendar una dieta de este tipo. De hecho, entre las recomendaciones de las autoridades sanitarias se encuentra siempre la de seguir una alimentación variada, con múltiples alimentos, para cubrir así todas las necesidades. Pero puestos a imaginar...

Las patatas, el alimento seleccionado por el señor Taylor, tienen peor fama de la que merecen. Cierto es que la popularización de su consumo en formas que no destacan precisamente por ser healthy (como fritas) no ayuda. Pero si nos vamos a las bases de datos de composición de alimentos, podemos determinar qué es qué. Por ejemplo, según la FDA (Food and Drug Administration de EEUU), la composición nutricional de 100 gramos de este vegetal, crudos, de la variedad russet, son:

• Agua: 78,6 g
• Energía: 79 kcal
• Proteínas: 2,14 g
• Grasas: 0.08 g
• Ceniza: 1,13 g
• Carbohidratos: 18,1 g
• Fibra: 1,3 g
• Sacarosa: 0,13 g
• Glucosa: 0,25 g
• Fructosa: 0,23 g
• Almidón: 15,9 g
• Calcio: 13 mg
• Hierro: 0,86 mg
• Magnesio: 23 mg
• Fósforo: 55 mg
• Potasio: 417 mg
• Sodio: 5 mg
• Zinc: 0,29 mg
• Cobre: 0,103 mg
• Manganeso: 0,157 mg
• Selenio: 0,4 µg
• Vitamina C: 5,7 mg
• Tiamina (B1): 0,082 mg
• Riboflavina (B2): 0,033 mg
• Niacina (B3): 1,04 mg
• Ácido pantoténico (B5): 0,301 mg
• Vitamina B6: 0,345 mg
• Folato (B9): 14 µg
• Vitamina B12: 0 µg
• Vitamina A: 0 µg
• Vitamina E: 0.01 mg
• Vitamina D: 0 mg
• Vitamina K: 1,8 µg

A pesar de que la patata es un alimento muy completo, sobre todo en el terreno vitamínico y proteico, deja mucho que desear: no tiene mucho y lo poco que tiene no es, ni de lejos, suficiente. Su aporte en minerales sí es muy positivo, así como en fibra alimentaria. Dicho de otro modo: las patatas están bien, pero no son suficientes. Del mismo modo que nada lo es por sí solo.

Uno de los mayores escollos a los que se enfrentaría una dieta de este tipo (un solo alimento) es la elección entre fibra y vitamina B12. En pocas palabras, la vitamina en cuestión solo se encuentra en alimentos de origen animal, y la fibra alimentaria solo la podemos encontrar en comidas vegetales. Es o una cosa o la otra. Ambas (aunque, técnicamente, la fibra no es un nutriente, a pesar de ser absolutamente necesaria para nuestra supervivencia) son fundamentales y, por tanto, esa simple exclusión hace que una dieta única sea imposible.

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S. T.

La dieta que siguió Andrew Taylor fue una auténtica salvajada diseñada con dos objetivos en mente: perder peso (muy efectiva, dado que perdió un total de 53,07 kg) y conseguir hacerse viral (cosa que también consiguió). Lo que es seguro es que, aunque él no lo notase (la dieta duró algo más de un mes), sufrió serias carencias nutricionales que, de extenderse en el tiempo, pueden poner en serio peligro nuestro bienestar.

Al final, quien lleva razón, nos tememos, son las autoridades sanitarias, médicas y alimentarias, con su recomendación de "llevar a cabo una alimentación variada". Por desgracia, nada cubre todas y cada una de nuestras necesidades alimentarias.