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La eficacia de una dieta está en la adherencia. Estas son las claves para no abandonar
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SIN CONTINUIDAD NO HAY ÉXITO

La eficacia de una dieta está en la adherencia. Estas son las claves para no abandonar

Más allá de que las pautas dietéticas sean las adecuadas, el plan de adelgazamiento debe prolongarse en el tiempo. De lo contrario, es fácil no pasar de las dos semanas

Foto: La adherencia a la dieta es imprescindible para alcanzar el objetivo. (iStock)
La adherencia a la dieta es imprescindible para alcanzar el objetivo. (iStock)

El 81% de los españoles fracasa al hacer una dieta. Y eso, a pesar de que el 76% reconoce no estar contento con su peso actual, según se desprende de la Encuesta XLS Medical sobre los factores de éxito y fracaso en el intento de adelgazar, realizada a 2.944 personas por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), en colaboración con XLS Medical.

La falta de adherencia es una de las causas fundamentales que explican el alto abandono en el propósito de perder peso

Un porcentaje del que, sin duda, se pueden extraer varias conclusiones. Entre ellas, la que apunta Rubén Bravo, experto en nutrición y gastronomía del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO): "La falta de adherencia es una de las causas fundamentales que explican el alto abandono en el propósito de perder peso y llegar al peso saludable. El problema es que, la gran mayoría de las veces, las dietas no se plantean como una forma de comer más sano o de cuidarse, sino que se fija como principal objetivo la pérdida de peso, dejando en un segundo plano lo relacionado con la salud. Muchas veces, la estrategia es simplemente comer menos o generar un déficit calórico demasiado elevado".

Siempre pensar en el largo plazo

La probabilidad de éxito de una dieta, esto es, de alcanzar el objetivo fijado en su inicio, suele ser mucho más elevada cuando "la persona se pone en manos de un dietista-nutricionista, ya que este creará una dieta personalizada, teniendo en cuenta la adherencia, la adicción hacia ciertos alimentos o que el paciente no pase hambre", sostiene el experto. Además, "el seguimiento semanal o quincenal de sus avances es otro elemento fundamental que contribuye a reducir la tasa de abandono", asevera Bravo, quien recalca la idea de que "una dieta que hace sufrir al paciente es una dieta que no se puede mantener durante mucho tiempo y, por tanto, está abocada al fracaso".

placeholder El control y supervisión por parte de un dietista-nutricionista aumenta las probabilidades de éxito. (iStock)
El control y supervisión por parte de un dietista-nutricionista aumenta las probabilidades de éxito. (iStock)

Y es que el elemento tiempo es donde reside gran parte del triunfo. Tanto es así que, según el experto, "el principal fallo de una dieta con baja adherencia es que busque perder mucho peso en poco tiempo. Es decir, es una dieta milagro, muy restrictiva, poco personalizada, que no tiene en cuenta la vida del paciente, sus adicciones, la genética o la parte más emocional del paciente".

Foto: Estos son los alimentos que debes evitar en tu dieta si buscas adelgazar (aunque pienses que no engordan).

Lo que ocurre cuando se ignora todo lo anterior es que "el metabolismo del paciente va empeorando en cada intento de cada dieta milagro que lleva a cabo. Además, cada vez le cuesta más no abandonar", apunta Bravo, quien resalta que "cuando se combina el trabajo de un nutricionista, un psicólogo y un entrenador o un orientador, es decir, se busca la adherencia a través de un abordaje multidisciplinar, las posibilidades de mantenimiento del plan se multiplican". Y añade: "El problema es que este enfoque tiene un coste y muchas personas, para evitarlo, van saltando entre dietas milagro, con lo que conlleva".

¿Cómo debe ser una dieta para que cree adherencia?

Hasta aquí hemos visto los aspectos fundamentales que tiene un régimen sin vocación de permanencia. La cuestión ahora es señalar cuáles sí favorecen la continuidad de la dieta y, en última instancia, la pérdida de peso. Según Bravo, la primera condición para que esto sea así es "hacer una buena evaluación del paciente, analizar en profundidad y con detalle toda la información obtenida, identificar las necesidades de la persona, localizar sus puntos débiles y, a partir de ahí, generarle una dieta personalizada con unas metas realistas". Y con realistas, el experto se refiere a perder entre 800 g y un kg a la semana. Y es que "a veces, el paciente viene con la intención de perder dos o tres kilos a la semana, algo que es imposible de compatibilizar con un alto nivel de adherencia".

Una dieta que hace sufrir al paciente es una dieta que no se puede mantener mucho tiempo

En segundo lugar, otro de los factores que contribuyen a que el paciente persista en su propósito es que "el plan de alimentación debería ir acompañado de algunos cambios en el estilo de vida, como, por ejemplo, en lo que se refiere al ejercicio físico. Una buena idea es evaluar la actividad del paciente para saber qué gasto calórico hace, y así poder trasladarle algunas indicaciones para mejorar la eficacia metabólica. Se ha comprobado que estos cambios también mejoran aspectos emocionales, como la motivación y la reducción de la ansiedad y el estrés", asegura Bravo.

placeholder La práctica de ejercicio debe acompañar al plan de alimentación para completar la estrategia de adelgazamiento. (iStock)
La práctica de ejercicio debe acompañar al plan de alimentación para completar la estrategia de adelgazamiento. (iStock)

Otro aspecto a tener en cuenta es "que la dieta no debería ser totalmente restrictiva en los tres macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas) y, por otro lado, que la dieta debería focalizar la mayor ingesta calórica en los momentos del día en que el paciente pasa más hambre o cuando tiene tendencia a pasar más ansiedad o a comer de una manera más compulsiva", apunta.

Las emociones también cuentan (y mucho)

Además de los puntos mencionados, no se puede pasar por alto lo relativo a las emociones. En este sentido, el experto recalca que "hay que tener en cuenta que es muy posible que el paciente tenga una tendencia genética que le aumente la adicción hacia alimentos procesados, ricos en azúcares, en grasas y en harinas refinadas. Por esta razón -agrega-, es muy importante buscar sustitutivos que puedan reemplazar los alimentos excesivamente calóricos por otros que no lo sean tanto y que le resulten lo más satisfactorios posible. Y es que si un paciente está acostumbrado a la bollería industrial y le proponemos que la reemplace por fruta, es muy probable que esa fruta le sepa a poco. En IMEO creemos que en estas primeras fases tendrá más éxito proponer un alimento proteico chocolateado, por ejemplo. Será más progresivo y favorecerá la continuidad de la dieta. Así será más sencillo trabajar sobre su adicción hacia este tipo de alimentos".

Objetivo cumplido, ¿y ahora qué?

Del éxito se suele decir que es más difícil mantenerse en él que alcanzarlo. Bien, pues en el caso del peso ideal, ocurre lo mismo. "Cuando los pacientes llegan a su peso ideal, les animamos a que sigan un plan de mantenimiento. Este suele ser más llevadero. Les instamos a seguir manteniendo los hábitos adquiridos, a que sigan una alimentación saludable, aunque aumenten las calorías consumidas. También les recordamos la importancia de la alimentación y la actividad en el peso corporal, pero, sobre todo, en su incidencia en la salud física y mental", resume Bravo.

Foto: Una alimentación saludable influye en nuestro peso y en nuestra longevidad. (Pexels/Paul Seling)

Por último, "como parte de la estrategia, yo suelo ponerles un 'peso alarma'. Esto significa que si llegan a un peso determinado, ocurra cuando sea, les insto a que se pongan en contacto de nuevo con nosotros, ya que significa que han superado una barrera que podría llevarles a engordar diez o quince kilos. Es importante que tomen medidas en ese momento, porque es más fácil perder dos o tres kilos que diez", señala.

El 81% de los españoles fracasa al hacer una dieta. Y eso, a pesar de que el 76% reconoce no estar contento con su peso actual, según se desprende de la Encuesta XLS Medical sobre los factores de éxito y fracaso en el intento de adelgazar, realizada a 2.944 personas por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), en colaboración con XLS Medical.

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