Estos son los alimentos que deberías evitar en tus desayunos, según los expertos

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El conocimiento sobre cómo llevar una vida más saludable es clave para comenzar a cuidarnos. Llevar una vida más activa, aprovechar al máximo nuestro tiempo al aire libre y tratar de llevar una alimentación equilibrada y, sobre todo, adecuada para cada uno, es una opción por la que cada vez más gente está apostado y para eso, saber lo que nos llevamos a casa es primordial, porque una buena alimentación empieza en el supermercado.

Así, con el ritmo frenético del día a día, las obligaciones y los ratos que apetece dedicarle al ocio, hay veces en los que llevar una alimentación libre de excesos, se nos complica. Hay una comida que muchos consideran fundamental para poder empezar el día con energía: el desayuno. Aunque hay personas que prefieren pasar directamente al almuerzo o la comida, hay otros que se toman el desayuno como un momento sagrado, por eso, hay que vigilar con qué alimentos empezamos nuestros días.

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Alimente

Evita estos alimentos en tus desayunos

1. Alimentos fritos: en el desayuno hay que evitar las grasas saturadas que se asocian con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, ya que pueden aumentar los niveles de colesterol LDL (el llamado 'colesterol malo') en el cuerpo. Los investigadores de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) indican que incluir estos alimentos en la dieta, puede reducir el flujo sanguíneo al cerebro y provocar una función vascular más deficiente. Si te apetece algo que te deje saciado, prueba con las grasas buenas y los hidratos de carbono: tostadas con huevos revueltos, aguacate, jamón cocido o serrano.

2. Azúcares refinados: una opción muy típica son los cereales o las galletas, que en su gran mayoría vienen cargados de un alto componente de azúcares refinados. Pueden generar picos de glucosa en sangre seguidos de una rápida disminución que hace que tengamos sensación de hambre durante todo el día. Así, si eres un amante de los desayunos dulces, opta por un bol de yogur y fruta endulzado con un poco de miel y un puñado de cereales integrales.

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3. Bebidas azucaradas: Los refrescos, zumos y batidos son muy comunes en el desayuno, pero su consumo debe ser limitado, ya que contienen altas cantidades de azúcares añadidos y carecen de nutrientes esenciales. Como alternativa, es preferible optar por infusiones, zumos naturales recién exprimidos o leche con cacao puro endulzada con algún edulcorante.

4. Bollería industrial: es otra opción fácil y rápida que puede ser de lo más perjudicial. Los bollos que encontramos empaquetados en el supermercado tienen un alto porcentaje de azúcares y grasas saturadas. Es recomendable dedicar unos minutos más para preparar un bizcocho, unas tortitas con harina de avena o un batido con leche, frutas y unas hojas de espinaca.

Por otro lado, aunque el café tiene muchas propiedades, no conviene abusar. En dosis elevadas o en personas sensibles a la cafeína, puede aumentar los niveles de estrés, además de provocar problemas de sueño, nerviosismo, dolor de cabeza y malestar gastrointestinal. Si eres de los que abusa del café, prueba a intercalarlo con alguna infusión e intenta no tomarlo más allá de las 19.00 horas.