Esta es la fruta que apenas se come en España y que ayuda a mejorar la presión arterial

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El tamarindo es una fruta tropical con forma de vaina de cacahuete que viene del árbol del mismo nombre. Este árbol es nativo de África, y crece en otras zonas tropicales de la India, Asia, América del Sur y Central o el Caribe. Cuenta con un sabor ácido y aromático, que se torna dulce conforme madura la fruta. Es uno de los ingredientes de la salsa Worcestershire, y también se emplea en la confección de muchos platos, salsas, dulces y bebidas.

Como indican desde WebMD, esta fruta es rica en vitamina B1 (tiamina), vitamina B3 (niacina), potasio, magnesio, fósforo y hierro. A su vez, un artículo de la Universidad de Sonora (México), Compuestos bioactivos y propiedades saludables del tamarindo, abarca sus diversas propiedades, y entre ellas se encuentra la capacidad de regular la presión arterial.

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Adrián López

El tamarindo es conocido por sus propiedades antioxidantes gracias a varios compuestos bioactivos, como los polifenoles, que pueden ayudar a tratar la hipercolesterolemia y sus enfermedades derivadas del sistema cardiovascular. Un estudio con ratas adultas analizó el efecto del tamarindo en los niveles de colesterol y triglicéridos. Se les administró extracto de tamarindo, a una relación de entre 50 y 100 miligramos por kilo.

Regula el colesterol y la hipertensión

Este extracto contribuyó a reducir los niveles de colesterol total en sangre, así como las lipoproteínas de baja densidad y los triglicéridos. A su vez, las ratas que fueron tratadas con extracto de tamarindo experimentaron un aumento del colesterol bueno HDL, una reducción de masa corporal y una mejora del sistema antioxidante endógeno. En otro estudio, el tamarindo también mostró beneficios a la hora de regular la presión arterial sistólica y diastólica.

La hipertensión suele ir de la mano con unos niveles altos de colesterol, por lo que el tamarindo podría ser un gran aliado para tratar ambas afecciones. Como explican desde la Revista Española de Cardiología, el 42,6% de la población adulta española mayor de 18 años es hipertensa, siendo los hombres los que mayor prevalencia presentan, un 49,9%, frente al 37,1% de mujeres.