Ni sardinas en aceite ni atún en escabeche: el pescado en lata que aporta más vitamina D

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Las vitaminas son micronutrientes esenciales para el desarrollo del organismo, especialmente en los procesos metabólicos que tienen lugar en la nutrición de los seres vivos. Aunque al ser ingeridas en los alimentos no aportan energía, el cuerpo es capaz de aprovecharlas como nutrientes al ser absorbidas mediante procesos mecánicos y químicos en el tracto gastrointestinal.

Todas ellas juegan un papel esencial para garantizar nuestra salud. Centrándonos en la vitamina D, hay que saber que esta se obtiene tanto por la exposición moderada de la piel a los rayos ultravioleta (UV) del astro rey, como por el aporte adicional de suplementos vitamínicos. Pero no solo eso.

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Jorge García González

A través de alimentos como los huevos, la mantequilla o la leche, la vitamina D es capaz de asimilar el calcio y el fósforo y proteger nuestra salud ósea. De hecho, el déficit de la conocida como ‘la vitamina del sol’ puede originar osteoporosis u osteomalacia en los adultos y raquitismo en los niños. También hay efectos adversos si se tiene en exceso, lo que provoca la hipercalcemia.

¿En aceite o en escabeche?

En este sentido, los aceites del pescado son una fuente inagotable de vitamina D. Más allá del salmón, la anguila, las anchoas, el caviar o las ostras, los pescados en conserva son especialmente ricos en esta vitamina. Pero, ¿qué conservas aportan más vitamina D?, ¿Las que se mantienen en escabeche o las que permanecen en aceite?

Según los datos de la Clínica Universidad de Navarra, las conservas en aceite, como el atún fresco, el atún, el bonito o la caballa, aportan 25 microgramos de vitamina D o calcifediol por cada 100 gramos de porción comestible del producto. Por su parte, las conservas en escabeche, entre las que se puede encontrar el bonito fresco, el bonito, el atún o la caballa, suman un total de 20 microgramos de vitamina.

Las conservas en aceite aportan 25 microgramos de vitamina D, mientras que las escabechadas suman un total de 20 microgramos

En cuanto a las sardinas en conserva, bastante consumidas entre la población, ya sean en aceite o en escabeche, solamente aportan 7 microgramos de vitamina D al organismo. En cualquier caso, todas estas conservas suelen ser excelentes productos como fondo de despensa y siempre nos ayudan a preparar diferentes platos a la hora de cocinar.