Boticaria García señala por qué debemos tener cuidado al comer frutos secos

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Quienes deciden perder peso incluyen los frutos secos en su dieta. Son ricos en proteínas y grasas catalogadas como saludables (ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados) que se recomiendan para cuidar la salud cardiovascular. Boticaria García ha hecho una advertencia sobre su consumo y cómo se deben comer.

Los frutos secos nos aportan energía y cada una de sus variedades tiene múltiples propiedades. Por ejemplo, las almendras ayudan a reducir los niveles de colesterol, son ricas en vitamina E, un potente antioxidante y ayudan a controlar el peso gracias a su capacidad saciante.

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P. Díaz

Las nueces mejoran el perfil lipídico, disminuyen la presión arterial y el riesgo de formación de trombos y previenen las enfermedades cardiovasculares. El alto contenido de grasas insaturadas de los pistachos los convierte en un alimento importante para prevenir los problemas cardiovasculares. Además, se recomiendan para mejorar la salud mental y potenciar las capacidades intelectuales.

La ciencia ha demostrado en múltiples estudios que tomar frutos secos a diario aporta muchas ventajas. Las personas que comen unos 28 gramos de frutos secos (como cacahuetes, nueces, pecanas, almendras o anacardos) cinco veces a la semana tienen un 19% menos de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y un 21% menos de sufrir problemas en las arterias, según los resultados de un estudio del Journal of the American College of Cardiology.

Las calorías de los frutos secos

La lista de beneficios para la salud es larga. En su mayoría, son saciantes, por lo que se aconseja a las personas que quieren adelgazar. Aunque son calóricos, la ración que se suele tomar es pequeña. Boticaria García ha explicado que no todas las calorías cuentan igual y ha puesto de ejemplo los frutos secos.

“A pesar de lo que nos diga la etiqueta, el cuerpo puede extraer más o menos calorías de los alimentos en función de cómo los comamos”, señala. En el caso de las almendras enteras crudas, indica, son más difíciles de digerir y nuestro cuerpo solo es capaz de extraer más o menos dos tercios de sus calorías.

Sin embargo, si las trituramos para elaborar una mantequilla de almendras se pueden aprovechar todas las calorías. Por tanto, la farmacéutica advierte que cuando se preparan de esta forma el cuerpo ingiere más calorías. Algo similar ocurriría con el cacahuete y la famosa mantequilla de cacahuete.

“Las calorías que se incluyen en el etiquetado nos da una pista, pero la forma en la que nos comemos los alimentos también influye en las calorías que nos aportan”, avisa.