La fruta menos calórica (y más refrescante) que debes incluir en tu dieta con la llegada del calor
Es dulce, refrescante y está llena de nutrientes beneficiosos para nuestro organismo. Su ingesta es muy recomendable, no solo en verano, porque ayuda a mejorar nuestra salud
- El origen histórico de la sandía: no siempre fue tan roja ni tan dulce
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La sandía es una fruta dulce, apetecible y refrescante, puesto que es la que mayor cantidad de agua contiene, entre 91,3 y 94,6 gramos por cada 100 de agua. Todo ello la convierte en la opción perfecta para mantenernos hidratados y combatir el calor durante la época estival y, gracias a su versatilidad, se puede disfrutar en rodajas, ensaladas o batidos.
Sin embargo, pocos saben que esta fruta está llena de nutrientes esenciales que pueden mejorar significativamente la calidad de vida de quienes la consumen de forma habitual. Entre sus macronutrientes destacan los carbohidratos y azúcares naturales, como la fructosa, que aportan energía rápida al cuerpo para aquellos que realizan ejercicio durante el día. Además, su bajo contenido calórico la convierte en la fruta perfecta para quienes buscan mantener una dieta equilibrada sin añadir calorías, algo que ayuda a perder peso.
Otro nutriente con alta concentración en la sandía es la citrulina, un aminoácido no esencial conocido por sus propiedades antioxidantes y vasodilatadoras. La citrulina ayuda a mejorar la circulación y reduce la presión arterial, lo que contribuye a una mejor salud cardiovascular, algo especialmente beneficioso para mejorar el rendimiento de los atletas durante sus entrenamientos.
Minerales y vitaminas
Pero ahí no queda la cosa, la sandía es rica en potasio, un mineral crucial para la regulación de los líquidos en el cuerpo y el control de la presión arterial, frenando los efectos adversos del sodio. Una porción equivalente a una taza de sandía proporciona un 5% de la ingesta diaria recomendada de potasio, lo que hace que su consumo diario sea muy positivo.
La sandía, además de calmar la sed e hidratar el cuerpo, tiene gran cantidad de nutrientes que mejoran nuestra calidad de vida
La sandía también es rica en vitamina C, esencial para fortalecer el sistema inmunológico, combatir enfermedades y mantener el cuerpo en óptimas condiciones. Además, contiene licopeno, un antioxidante que se ha relacionado con la prevención de enfermedades cardiovasculares y una menor incidencia de cáncer de próstata.
Consejos para el consumo
Para aprovechar al máximo los beneficios de la sandía, es importante saber cómo elegirla y conservarla adecuadamente. Al comprar, busca una sandía que sea pesada para su tamaño y que no tenga magulladuras ni manchas. Una vez en casa, si no está cortada, debe almacenarse a temperatura ambiente en un lugar seco. Después de cortarla, lo mejor es guardarla en la nevera en recipientes herméticos o envuelta en papel film para mantenerla fresca.
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La sandía es una fruta dulce, apetecible y refrescante, puesto que es la que mayor cantidad de agua contiene, entre 91,3 y 94,6 gramos por cada 100 de agua. Todo ello la convierte en la opción perfecta para mantenernos hidratados y combatir el calor durante la época estival y, gracias a su versatilidad, se puede disfrutar en rodajas, ensaladas o batidos.