Cómo lavar y secar los arándanos para disfrutarlos de manera segura: ni bacterias ni pesticidas
Aunque pensamos que por haber pasado por los lineales del súper nuestras frutas y verduras están listas para el consumo, pueden contener sustancias que es recomendable eliminar antes de echarlas al plato
- El sencillo truco para guardar el pan y protegerlo del moho
- Ni carne ni huevo: estas son las verduras con más proteína que deberías incluir en tu dieta para mejorar tu salud
Los arándanos y demás vegetales que entran por la puerta de nuestra casa y van directos a la nevera no han crecido un laboratorio. Esto implica que en sus orígenes campestres han convivido con sustancias orgánicas como parásitos o insectos, pero también con químicos como insecticidas y pesticidas varios. En resumen: ingredientes que no queremos echar a nuestro yogur o ensalada.
Para evitar acabar merendando una macedonia de bacterias y derivados del petróleo, la higiene en la cocina es un elemento fundamental a tener en cuenta antes de consumir esta deliciosa fuente de antioxidantes naturales. Cómo lavemos nuestros arándanos y cómo y con qué los sequemos, determinará la seguridad del propio alimento y, por tanto, de nuestra salud.
Cómo lavar los arándanos nivel pro
Lo más recomendable es empezar descartando los frutos que estén rotos o mohosos y eliminar las hojitas y tallos que puedan tener pegados. Para continuar con un lavado efectivo, simplemente pon un montoncito de arándanos en un colador y dales una buena enjuagada bajo el grifo. Muévelos suavemente con las manos para asegurarte de que todos se mojen bien.
Un truco para una eliminación más completa de los parásitos es dejarlos en remojo con agua y un toque de vinagre o bicarbonato durante unos 15 minutos, antes de darles otra buena pasada bajo el grifo para asegurarte de que se les quita todo aquello que no te quieres comer.
Después del lavado, es muy importante secarlos bien para que no se pongan mustios antes de tiempo. Puedes usar una bandeja con un trapo de tela bien limpio que no hayas usado antes o con papel de cocina. Con tan solo unos toquecitos los tendrás listos para consumir o guardar en la nevera. Ahora solo te queda disfrutarlos en tus recetas favoritas o al natural.
- El sencillo truco para guardar el pan y protegerlo del moho
- Ni carne ni huevo: estas son las verduras con más proteína que deberías incluir en tu dieta para mejorar tu salud
Los arándanos y demás vegetales que entran por la puerta de nuestra casa y van directos a la nevera no han crecido un laboratorio. Esto implica que en sus orígenes campestres han convivido con sustancias orgánicas como parásitos o insectos, pero también con químicos como insecticidas y pesticidas varios. En resumen: ingredientes que no queremos echar a nuestro yogur o ensalada.
- Cómo lavar las fresas correctamente: esta es la mejor manera para comerlas sin riesgos J. García González
- Ni ver si flota ni guardarlo después de mojarlo: la prueba más fiable para comprobar si un huevo está en buen estado J. García González
- Del botulismo al síndrome de Guillain-Barré: los riesgos de no mantener una buena higiene en la cocina Andrea Muñoz