No es el yogur, pero tiene más probióticos (y es típico en España): todo sobre el alimento que rejuvenece y ayuda a la salud intestinal

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Los probióticos han ganado gran popularidad en los últimos años, y no es para menos. Estos microorganismos vivos, cuando se consumen en cantidades adecuadas, ofrecen numerosos beneficios para la salud. ¿Pero qué son exactamente? Pues se trata de bacterias buenas que habitan en nuestro intestino y que desempeñan un papel fundamental en el equilibrio de la microbiota intestinal.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define, entre los beneficios más destacados de los probióticos, la mejora de la digestión, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la prevención de enfermedades gastrointestinales. Además, algunos estudios sugieren que los probióticos también pueden ayudar a combatir la inflamación y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

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Inés Gutiérrez

Estos microorganismos se encuentran de manera natural en diversos alimentos fermentados, siendo el yogur uno de los más conocidos. Sin embargo, el yogur no es la única fuente rica en probióticos. Otros alimentos fermentados como el kéfir, el tofu, el chucurt, el tempeh o el buttermilk también son grandes aliados de nuestra salud intestinal.

El secreto saludable de los pepinillos fermentados

Aunque el yogur es uno de los alimentos probióticos más populares, hay otros productos que ofrecen beneficios similares, e incluso pueden superar en algunos aspectos al yogur. Uno de ellos es el pepinillo fermentado. Sí, ese pequeño y crujiente acompañante en ensaladas y bocadillos que todos conocemos, puede ser una fuente sorprendente de probióticos.

Los pepinillos fermentados pasan por un proceso de lactofermentación que permite que las bacterias se multipliquen, convirtiéndolo en un verdadero alimento probiótico

Los pepinillos fermentados, a diferencia de los tradicionales encurtidos en vinagre, pasan por un proceso natural de lactofermentación que ocurre en un ambiente anaeróbico (sin oxígeno). Este proceso ocurre cuando los pepinillos se sumergen en una salmuera (solución de agua y sal), lo que permite que las bacterias presentes en el vegetal se multipliquen, convirtiendo los azúcares del alimento en ácido láctico.

Este ácido no solo conserva el pepinillo, sino que también lo enriquece con bacterias beneficiosas, convirtiéndolo en un verdadero probiótico. Para que esto ocurra, no deben haber sido pasteurizados, ya que este proceso eliminaría las bacterias vivas. Tampoco se le añade vinagre, como a otros encurtidos.

De hecho, es importante destacar que no todos los pepinillos que encontramos en el supermercado tienen estos beneficios. La mayoría de los encurtidos comerciales están hechos con una solución ácida, generalmente vinagre, lo que evita la fermentación y, por lo tanto, impide la proliferación de bacterias beneficiosas.

Pepinillos fermentados: una opción saludable y deliciosa

Los pepinillos fermentados no solo son una opción deliciosa para darle un toque especial a tus comidas, sino que también ofrecen un gran aporte de probióticos. Además de sus beneficios para la salud intestinal. y para el retraso del envejecimiento, los pepinillos fermentados son bajos en calorías y una buena fuente de vitamina K, esencial para la coagulación sanguínea.

Se deben consumir con moderación debido a su alto contenido de sodio, sobre todo para personas con hipertensión

A pesar de sus ventajas, es importante consumirlos con moderación debido a su alto contenido de sodio, especialmente para aquellas personas con hipertensión. Sin embargo, cuando se trata de mejorar la salud intestinal, estos pequeños vegetales fermentados pueden ser un gran aliado, igualando e incluso superando en algunos casos al yogur en cuanto a su contenido probiótico. ¡Tu intestino te lo agradecerá!