¿Es saludable comer patatas verdes o con brotes? Esto es lo que opina una farmacéutica

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Las patatas son un alimento indispensable en cualquier cocina, pero lo que muchos no saben es que pueden convertirse en un riesgo para la salud. La farmacéutica Elena Monje, conocida en redes sociales como @infarmarte, ha advertido sobre los peligros de consumir patatas en mal estado, afirmando que “si alguna vez te encuentras una patata que tiene brotes o está verde, no te la comas porque podrías intoxicarte”.

Monje explica que “las patatas son unos tubérculos que crecen bajo la tierra en ausencia de luz y, si en casa no las conservamos de manera correcta, pueden estropearse”. De hecho, es su exposición a la luz y al calor lo que lleva a las patatas a desarrollar estos brotes o volverse verdes al activar la producción de clorofila y toxinas naturales como la solanina o la chaconina, que son compuestos químicos que pueden causar desde náuseas hasta alucinaciones, pasando por síntomas como dolor abdominal, vómitos e incluso visión borrosa, sobre todo si se ingieren en grandes cantidades.

Debido a la prohibición de sustancias como el clorprofam, utilizado para evitar la germinación, es importante aprender a almacenarlas adecuadamente. Mantenerlas en el lugar correcto puede prevenir no solo el brote de estas, sino también su descomposición, alargando así su vida útil y protegiendo nuestra salud.

Trucos para que las patatas duren más en la despensa

Para evitar que las patatas broten y se vuelvan verdes, existen varios trucos sencillos que puedes implementar en tu hogar. El primer consejo clave es almacenar las patatas en un lugar oscuro, fresco y bien ventilado. La luz es uno de los principales desencadenantes del enverdecimiento y brotación de las patatas, por lo que un ambiente oscuro ayudará a mantenerlas en buen estado durante más tiempo.

Otro truco es asegurarte de que las patatas tengan espacio para respirar. Es recomendable almacenarlas en bolsas de tela o en cajas de madera, ya que estos materiales permiten una mejor circulación de aire en comparación con las bolsas de plástico. Este flujo de aire ayuda a reducir la humedad alrededor de las patatas, previniendo la aparición de brotes y la formación de moho.

La ubicación dentro de la despensa también es importante. Es aconsejable mantener las patatas lejos de cebollas y otras frutas como melones, melocotones, peras o plátanos, ya que estos productos emiten etileno, un gas que puede acelerar la germinación de las patatas. Sin embargo, hay un truco curioso que sugiere colocar una o dos manzanas verdes entre las patatas, ya que, al estar menos maduras, ayuda a inhibir la brotación sin los efectos negativos del etileno.

También es posible utilizar aceites esenciales de hierbas como lavanda, romero o salvia para prolongar la frescura de las patatas. Estos aceites contienen compuestos que pueden retrasar la germinación y evitar la descomposición. Aplicar unas gotas de aceite en un papel secante y colocarlo junto a las patatas puede ser una solución efectiva, aunque requiere renovación cada dos o tres semanas para mantener su efectividad.

Las patatas verdes o con brotes pueden llegar a causar náuseas, dolor abdominal, vómitos, visión borrosa y hasta alucinaciones

Finalmente, y aunque puede sonar contradictorio, almacenar patatas peladas y cortadas en el congelador es otra alternativa. Si bien el frío de la nevera no es adecuado para patatas crudas, el congelador, después de un blanqueo previo, puede conservarlas en buen estado durante mucho tiempo. Este truco es ideal para quienes buscan mantener una reserva de patatas listas para cocinar en cualquier momento.