Esto es lo que dice la ciencia sobre si es recomendable o no tomar atún en lata
A pesar de sus importantes beneficios para la salud cardiovascular, su consumo ha generado debate por la presencia de mercurio, un metal pesado que puede representar un riesgo para la salud si se ingiere en cantidades elevadas
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El consumo de atún en España alcanza una cifra notable en comparación con el promedio mundial. Cada habitante del país ingiere aproximadamente tres kilos anuales de este pescado, lo que representa una cantidad seis veces superior a la media global, que se sitúa en 0,48 kilos por persona, según datos difundidos por la ministra en funciones de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.
A pesar de sus importantes beneficios para la salud cardiovascular, su consumo ha generado debate por la presencia de mercurio, un metal pesado que puede representar un riesgo para la salud si se ingiere en cantidades elevadas. Este contaminante se acumula en peces de gran tamaño, como el atún, el pez espada y el cazón, debido al proceso de bioacumulación. No obstante, el atún enlatado suele proceder de especies más pequeñas, como el atún claro, con concentraciones de mercurio significativamente menores que el atún fresco.
Beneficios nutricionales del atún en lata
El atún en lata es una fuente valiosa de proteínas de alta calidad, minerales y vitaminas. La Fundación Española del Corazón (FEC) destaca el aporte de ácidos grasos omega-3, esenciales para la salud cardiovascular, que nos proporcionan los pescados. Estos compuestos ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL y triglicéridos y a aumentar el colesterol HDL, contribuyendo a la prevención de enfermedades del corazón.
En el ámbito de la salud articular, según explica la Universidad de Harvard, los omega-3 pueden aliviar los síntomas de la artritis reumatoide, reduciendo la inflamación y mejorando la movilidad de las articulaciones. También son esenciales para el desarrollo del cerebro y la visión, ya que el DHA, un tipo específico de omega-3, desempeña un papel crucial en el desarrollo neurológico y en la función visual.
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Asimismo, la universidad señala que algunos estudios sugieren que un consumo adecuado de omega-3 podría estar vinculado a una menor incidencia de degeneración macular relacionada con la edad.
Entre los minerales que contiene el atún se encuentran el fósforo, el magnesio y el potasio. El fósforo es fundamental para la formación de huesos y dientes, mientras que el magnesio contribuye al funcionamiento muscular y nervioso. Por su parte, el potasio ayuda a regular la presión arterial y equilibra los líquidos en el organismo. Otro mineral destacable en el atún es el selenio, un antioxidante que protege las células del daño oxidativo y fortalece el sistema inmunológico. Además, contiene yodo, necesario para el correcto funcionamiento de la glándula tiroides y el metabolismo.
El problema del mercurio en el atún
Un informe elaborado por las organizaciones Bloom y Foodwatch ha revelado que más del 57% de las latas de atún consumidas en Europa superan el límite de mercurio establecido para el pescado, fijado en 0,3 mg/kg, según informa Europa Press. Esta cifra es significativamente superior a la permitida para otras especies, lo que ha generado preocupación sobre los riesgos sanitarios asociados al consumo frecuente de este producto.
El estudio analizó 148 latas de atún en cinco países europeos, encontrando concentraciones de mercurio que, en algunos casos, multiplicaban por cuatro los límites del atún fresco. En España, una lata de la marca Carrefour adquirida en Valencia alcanzó los 2,5 mg/kg, lo que supone más de ocho veces la restricción oficial. Los investigadores han calificado esta situación como un "verdadero escándalo de salud pública".
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Bloom advierte que el problema no solo se debe a la contaminación ambiental, sino también a la industrialización de la pesca y al sobreconsumo de atún en Europa. Según la organización, la legislación permite que el atún enlatado contenga concentraciones mucho más elevadas de mercurio en comparación con el pescado fresco, lo que expone a los consumidores a mayores riesgos.
Ante los últimos descubrimientos, se ha propuesto que la Comisión Europea revise los límites permitidos de mercurio en el atún, alineándolos con los más estrictos fijados para otros pescados. Además, se recomienda mejorar los controles en toda la cadena de producción y establecer etiquetados claros que alerten a los consumidores sobre los posibles riesgos del mercurio, especialmente para mujeres embarazadas y niños.
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El consumo de atún en España alcanza una cifra notable en comparación con el promedio mundial. Cada habitante del país ingiere aproximadamente tres kilos anuales de este pescado, lo que representa una cantidad seis veces superior a la media global, que se sitúa en 0,48 kilos por persona, según datos difundidos por la ministra en funciones de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.