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Una nutricionista explica por qué es bueno congelar el pan: "Un compuesto esencial..."
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Beneficios adicionales

Una nutricionista explica por qué es bueno congelar el pan: "Un compuesto esencial..."

Este procedimiento no solo contribuye a reducir el desperdicio alimentario, sino que, según los nutricionistas, también podría tener beneficios adicionales para la salud

Foto: Una nutricionista explica por qué es bueno congelar el pan: "Un compuesto esencial..."(istock / TikTok)
Una nutricionista explica por qué es bueno congelar el pan: "Un compuesto esencial..."(istock / TikTok)

El pan es un alimento esencial en la dieta de muchas personas, pero su conservación puede ser un desafío, especialmente cuando se busca evitar el desperdicio. A lo largo del tiempo, han surgido diferentes métodos para prolongar su frescura, y uno de los más eficaces es la congelación. Sin embargo, este procedimiento no solo contribuye a reducir el desperdicio alimentario, sino que, según los nutricionistas, también podría tener beneficios adicionales para la salud digestiva.

La práctica de congelar el pan ha sido ampliamente recomendada por expertos en alimentación debido a su capacidad para modificar la estructura del almidón. Al someterse a temperaturas bajas, este componente sufre un proceso conocido como retrogradación, que lo convierte en un tipo de fibra dietética resistente a la digestión en el intestino delgado. Esto significa que, en lugar de ser absorbido rápidamente, llega al colon, donde se convierte en un alimento valioso para la microbiota intestinal, favoreciendo el crecimiento de bacterias beneficiosas.

¿Por qué es recomendable congelar el pan?

La nutricionista Bea, a través de su cuenta de TikTok, ha destacado los beneficios de este proceso en un vídeo: "La harina de trigo está compuesta en torno a un 80% de almidón y cuando tú congelas el pan, ese almidón se retrograda, es decir, cambia de estructura, se convierte en una especie de fibra que tu intestino no es capaz de absorber por completo". Además, añade que "cuando llega al colon, las bacterias que viven ahí sí que son capaces de digerirlo y lo utilizan como alimento, fabricando un compuesto esencial para la salud digestiva".

Más allá del impacto positivo en la microbiota intestinal, la formación de almidón resistente tras la congelación puede contribuir a la regulación de los niveles de glucosa en sangre. Este tipo de almidón no eleva abruptamente los niveles de azúcar, lo que evita picos de insulina y prolonga la sensación de saciedad. Además, este proceso es más efectivo cuando el pan se congela después de haber sido cocido y luego se recalienta antes de su consumo.

Foto: ¿Por qué recomiendan enfriar en la nevera la pasta o el arroz después de cocinarlos? Un epidemiólogo explica los beneficios para la salud. (Instagram)

Un estudio con diez personas sanas analizó el impacto de congelar y tostar pan blanco en los niveles de glucosa en sangre. En el caso del pan casero, la congelación y posterior descongelación redujo el incremento de azúcar en un 31%, mientras que tostarlo disminuyó este aumento en un 25 %. La combinación de ambos procesos, congelar, descongelar y luego tostar, logró la mayor reducción, alcanzando un 39% menos en la respuesta glucémica, lo que podría favorecer una mayor sensación de saciedad y evitar picos de insulina.

Sin embargo, cuando se aplicó el mismo procedimiento al pan blanco comercial, no se obtuvo una mejora significativa en la respuesta del organismo al azúcar en sangre. Esta diferencia podría estar vinculada a los ingredientes y métodos de producción del pan industrial, ya que su composición y proceso de enfriamiento pueden influir en la formación de almidón resistente, aunque los resultados aún no son concluyentes.

Por otra parte, la congelación del pan tiene la ventaja de preservar su textura y frescura por más tiempo en comparación con el almacenamiento en el frigorífico, donde la pérdida de humedad suele endurecerlo rápidamente. Esto lo convierte en una estrategia eficaz para mantener su calidad sin la necesidad de conservantes adicionales.

Para maximizar estos beneficios, los especialistas recomiendan optar por panes integrales y combinarlos con alimentos ricos en grasas saludables, como el aceite de oliva o el aguacate. Según Bea, "si encima el pan es integral y lo acompañas de aguacate, aceite de oliva, tomate o humus, ya haces pleno".

El pan es un alimento esencial en la dieta de muchas personas, pero su conservación puede ser un desafío, especialmente cuando se busca evitar el desperdicio. A lo largo del tiempo, han surgido diferentes métodos para prolongar su frescura, y uno de los más eficaces es la congelación. Sin embargo, este procedimiento no solo contribuye a reducir el desperdicio alimentario, sino que, según los nutricionistas, también podría tener beneficios adicionales para la salud digestiva.

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