Una bioquímica advierte sobre un tipo de alimento clave para prevenir enfermedades: "El consumo es bajísimo"

• Una nutricionista explica qué alimentos no deben faltar en tu dieta para una microbiota sana
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La microbiota juega un papel fundamental en la salud y su impacto va mucho más allá de la digestión. Investigaciones recientes han demostrado su relación con el sistema inmunológico, la salud mental e incluso la prevención de enfermedades graves. Sin embargo, muchas personas desconocen la importancia de cuidarla a través de la alimentación.

Durante su participación en el podcast Comiendo con María, la doctora en bioquímica y biología molecular Emilia Gómez ha explicado por qué la microbiota es clave para el bienestar general y cómo la dieta influye directamente en su equilibrio. "Es casi como un órgano más. Y hay que cuidarla mucho", ha señalado.

El gran aliado de la microbiota

Uno de los aspectos más relevantes que ha destacado la experta es la relación entre la alimentación y la microbiota. Por eso, "alimentar tu microbiota es sinónimo de alimentar tu corazón y alimentarse para prevenir el cáncer", ha enfatizado, subrayando que determinados alimentos son esenciales para su correcto funcionamiento.

La clave, según Gómez, está en la fibra, presente en verduras de hoja verde, crucíferas y vegetales. "La microbiota mayoritariamente se alimenta de la fibra", ha explicado, añadiendo que estas fibras, aunque poco nutritivas para los humanos, son esenciales para el equilibrio del ecosistema intestinal. "Producen nutrientes que los necesitamos y otro tipo de compuestos. Luchan contra los patógenos. Es el primer punto de funcionamiento del sistema inmune", ha indicado.

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A pesar de su importancia, la ingesta de fibra sigue siendo deficitaria en muchos países, y España no es la excepción. "En España el consumo de fibra es bajísimo", ha advertido Gómez, resaltando la necesidad de incluir más variedad de vegetales en la dieta diaria. "Tienes que consumir variedad de vegetales para asegurarte la variedad de tipos de fibra", ha recomendado.

Además, ha advertido sobre los probióticos, que podemos encontrar en productos fermentados como yogur, kéfir, kimchi o la kombucha, ya que no es tan sencillo que sean la solución para que el intestino genere bacterias beneficiosas. "Esto es una cosa bastante compleja y hay que pensar: ¿cuál es la función de la acidez del estómago?; Nuestro sistema digestivo tiene que ser muy cuidadoso, muy escrupuloso porque es una apertura al mundo exterior y con la comida ingerimos cantidad de patógenos de todo tipo. La función del clorhídrico del estómago, entre otras cosas, es evitar que nos contaminemos y nos contagiemos", explica. "Que los probióticos lleguen al sistema digestivo, al intestino y colonicen es bajísima", asegura.

Por tanto, insiste en que la prioridad debe ser el consumo de prebióticos: "Luego están los prebióticos, que es la alimentación, los compuestos que nosotros damos a la flora. Esto se sabe que funciona". "Más hojas verdes, más prebióticos, menos probióticos", ha concluido, reforzando la importancia de una alimentación equilibrada para mantener la salud intestinal y prevenir enfermedades.