Manzanas asadas con canela y galleta: un clásico especiado con sorpresa crujiente
Reformulamos un postre tradicional jugando con los sabores y las texturas para obtener un resultado espectacular. Éxito asegurado
Dice el refranero popular que "no hay cosa mas sana que comer en ayunas una manzana" y que "una manzana cada día, el médico te ahorraría". Siguiendo estos sabios consejos, elegimos la variedad reineta más achatada, de pulpa densa y con un agradable equilibrio de sabor entre agrio y dulce. Es ideal para asar al horno ya que mantiene su estructura sin convertirse en puré y su acidez se suaviza con el calor. Añade a la receta convencional vino dulce y canela durante la cocción. Su sabor se verá realzado y te ayudará a entrar en calor. Suma unas galletas picadas y unas láminas crujientes de almendra en el momento de servir. Jugando con las texturas, convertimos un postre clásico en una forma original y creativa de comer fruta.
Ingredientes
- 4 manzanas reineta
- 50 ml de vino dulce
- 25 g de almendra picada
- 50 g de azúcar moreno
- Medio limón y su ralladura
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 100 g de galletas de canela
Preparación: 30 minutos. Dificultad: fácil. Coste: económico. Comensales: 4
Elaboración
- Precalienta el horno a 180 ºC.
- Corta la parte superior de la manzana como si se tratara de un sombrero.
- Con la ayuda de un sacabolas o de una cucharita, vacía el corazón de la fruta retirando la parte dura y las pepitas.
- Espolvorea cada manzana con azúcar moreno y canela en polvo.
- Riega con un chorrito de vino dulce y ralla la piel del limón encima de las manzana.
- Cubre cada una con su tapa, disponlas en una fuente de horno. Riega con un poco de vino y añade unos bastones de canela.
- Hornea a 180 ºC durante 20 minutos o hasta que las frutas estén tiernas pero enteras.
- Pica las galletas de canela con cuchillo hasta que queden en trozos.
- En el momento de servir, espolvorea las manzanas con trozos de galleta de canela y almendra fileteada.
El truco final
Sirve estas manzanas asadas calientes acompañadas de un buen helado de vainilla o de unas natillas para crear un sorprendente contraste de temperaturas.
Dice el refranero popular que "no hay cosa mas sana que comer en ayunas una manzana" y que "una manzana cada día, el médico te ahorraría". Siguiendo estos sabios consejos, elegimos la variedad reineta más achatada, de pulpa densa y con un agradable equilibrio de sabor entre agrio y dulce. Es ideal para asar al horno ya que mantiene su estructura sin convertirse en puré y su acidez se suaviza con el calor. Añade a la receta convencional vino dulce y canela durante la cocción. Su sabor se verá realzado y te ayudará a entrar en calor. Suma unas galletas picadas y unas láminas crujientes de almendra en el momento de servir. Jugando con las texturas, convertimos un postre clásico en una forma original y creativa de comer fruta.