Cómo blanquear y evitar el amargor de las berenjenas
Al igual que las manzanas, las berenjenas sufren el efecto oxidante del aire y se oscurecen una vez cortadas. Este sencillo truco te ayudará a evitarlo
Las berenjenas en contacto con el aire se oxidan y oscurecen con mucha rapidez una vez cortadas. No tiene importancia si las añadimos a un guiso, como un estofado o un pisto, pero en el caso en que queramos asarlas o freírlas y que queden muy blancas podemos seguir estos sencillos pasos. No solo conseguiremos que mantengan su color original, sino que también eliminaremos el ligero sabor amargo y les aportaremos el punto adecuado de sal.
Pasos
- Corta las berenjenas en rodajas, bastones o cubos dependiendo del uso que les vayas a dar.
- Prepara un bol con agua fría suficiente para que cubra las hortalizas.
- Vierte una cucharada sopera de harina de trigo y una cucharada de sal en el agua. Mezcla hasta que se disuelvan por completo y no quede ningún grumo.
- Sumerge las berenjenas en la mezcla y déjalas a remojo durante 30 minutos.
- Escurre las rodajas y sécalas sobre papel de cocina para retirar todo el líquido.
El truco final
Escoge berenjenas de piel brillante y carne densa, su sabor y textura serán más suaves.
Las berenjenas en contacto con el aire se oxidan y oscurecen con mucha rapidez una vez cortadas. No tiene importancia si las añadimos a un guiso, como un estofado o un pisto, pero en el caso en que queramos asarlas o freírlas y que queden muy blancas podemos seguir estos sencillos pasos. No solo conseguiremos que mantengan su color original, sino que también eliminaremos el ligero sabor amargo y les aportaremos el punto adecuado de sal.
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