Vichyssoise con berberechos, una rica crema fría con moluscos
Una crema de puerro muy internacional que se puede tomar fría o caliente según la época del año. Fácil y riquísima
Esta refrescante crema de nombre impronunciable tiene controvertidos orígenes. Su procedencia se disputa entre tres países. Por un lado, Francia como versión fría de su clásica sopa invernal. Por el otro, Estados Unidos, donde el chef Louis Diat la sirvió por primera vez en el hotel Ritz-Carlton de Nueva York. Y por último, España, cuyo embajador tenía un cocinero de Bermeo que inspirándose en la porrusalda, preparó este plato para el gobierno de Vichy del mariscal Petain.
Consiste en una crema fría de patata y puerro ligada con nata y servida con cebollino fresco picado. En la receta de hoy sustituimos la nata por leche evaporada para aligerarla y le damos un acabado con sabor a mar gracias a unos berberechos que combinan con el suave sabor de la crema.
Un plato internacional que ha traspasado fronteras.
Tiempo de preparación: 20 minutos Dificultad: Fácil Coste: Medio Comensales: 4
Ingredientes
- 300 g de puerros (solo la parte blanca)
- 250 g de patatas
- 30 g de mantequilla
- 1 litro de caldo
- 250 ml de leche evaporada
- Una cucharada sopera de berberechos por persona
- Sal, pimienta blanca, nuez moscada
- Cebollino picado, nata líquida para decorar
Elaboración
- Corta los puerros en rodajas finas. Corta las patatas en trozos.
- Funde la mantequilla en una cazuela, añade los puerros y deja que se rehoguen.
- Incorpora las patatas, el caldo y salpimenta. Añade la leche evaporada.
- Cuece a fuego medio durante 30 minutos o hasta que las patatas estén tiernas al pincharlas.
- Tritura hasta conseguir una crema fina.
- Refrigera durante 2 horas como mínimo.
- Sirve la crema espolvoreada con cebollino picado y añade una cucharada de berberechos a cada plato.
El truco final
Puedes degustar esta crema fría en los meses estivales y tomarla caliente en invierno.
Esta refrescante crema de nombre impronunciable tiene controvertidos orígenes. Su procedencia se disputa entre tres países. Por un lado, Francia como versión fría de su clásica sopa invernal. Por el otro, Estados Unidos, donde el chef Louis Diat la sirvió por primera vez en el hotel Ritz-Carlton de Nueva York. Y por último, España, cuyo embajador tenía un cocinero de Bermeo que inspirándose en la porrusalda, preparó este plato para el gobierno de Vichy del mariscal Petain.