Vídeo-receta: arroz con codorniz y trompetas de la muerte
Este cereal es el que más maña requiere a la hora de cocinar. Si lo hacemos bien, su potencial es también enorme. Las setas y el ave son capaces de llevarlo al siguiente nivel
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Las Craterellus cornucopioides, más conocidas como trompetas de la muerte, son unas setas negras de forma cónica parecida a un embudo, cuyo sabor se asemeja al de la trufa negra. Su nombre le viene dado por su color negro y porque la época de recolección es cercana al Día de Todos los Santos, aunque podemos encontrarlas frescas desde finales de verano. Fuera de estos meses, las utilizamos secas y solo hará falta rehidratarlas para su consumo el resto del año. Con dejarlas a remojo durante unos minutos estarán listas para ser cocinadas. Podemos aprovechar ese agua de remojado una vez filtrada, para la confección de salsas o como caldo para la cocción de arroz, como en la receta que nos ocupa. Hemos usado además las carcasas de codorniz para enriquecer el caldo y elaborar esta receta de arroz campestre, repleta de matices del mejor sabor del monte.
Ingredientes
- 800 ml de caldo de codorniz y setas
- 300 g de pechugas de codorniz
- 3 cucharadas soperas de aceite
- 40 ml de arroz
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 1 pimiento rojo
- 1 diente de ajo
- Un puñado de trompetas de la muerte
- 1 vaso de vino blanco
Preparación: 30 minutos. Dificultad: Fácil. Coste: Medio. Comensales: 4.
Elaboración
- Vierte 3 cucharadas de aceite en una paella o sartén amplia. En cuanto esté caliente añade el ajo picado.
- Una vez que empiece a tomar color, incorpora la cebolla, el pimiento verde y rojo, todo muy picadito.
- Cuando esté pochado añade las trompetas de la muerte limpias.
- Corta las pechugas de codorniz en tiras, dóralas a fuego vivo y reserva.
- Incorpora el vino al sofrito y deja que se evapore.
- Echa el arroz, remueve y cúbrelo con el caldo. Añade sal al gusto si fuera necesario. Deja cocer durante 20 minutos.
- Añade entonces la codorniz y prosigue la cocción 5 minutos más o hasta que el arroz esté listo.
El truco final
Es muy importante que el caldo que se va a utilizar para hacer el arroz esté muy concentrado en sabores. Puedes sustituir el caldo de codorniz y setas por un caldo de ave o de hortalizas.
Las Craterellus cornucopioides, más conocidas como trompetas de la muerte, son unas setas negras de forma cónica parecida a un embudo, cuyo sabor se asemeja al de la trufa negra. Su nombre le viene dado por su color negro y porque la época de recolección es cercana al Día de Todos los Santos, aunque podemos encontrarlas frescas desde finales de verano. Fuera de estos meses, las utilizamos secas y solo hará falta rehidratarlas para su consumo el resto del año. Con dejarlas a remojo durante unos minutos estarán listas para ser cocinadas. Podemos aprovechar ese agua de remojado una vez filtrada, para la confección de salsas o como caldo para la cocción de arroz, como en la receta que nos ocupa. Hemos usado además las carcasas de codorniz para enriquecer el caldo y elaborar esta receta de arroz campestre, repleta de matices del mejor sabor del monte.