Receta fácil para postre: polos caseros de mango y coco
Con tan solo tres ingredientes podrás preparar en casa tus propios polos. Sencillos, rápidos de hacer y sin ningún tipo de azúcares añadidos, quedarán perfectos. ¡Y son sanos!
El final del verano y hasta el comienzo del otoño también es época de helados. Y aunque ya los tenemos disponibles en tiendas y supermercados durante todo el año y no renunciamos a ellos ni aunque estemos en pleno enero, no hay nada como disponer de un poco de tiempo libre y preparar nuestros propios helados caseros.
Con una polera sencilla que podréis encontrar en cualquier bazar y un poco de fruta, tendréis listos estos polos de mango que resultan especialmente cremosos gracias a la leche de coco. Además, no llevan nada de azúcar, por lo que casi seguro se convertirán en vuestro postre favorito de la temporada.
Tiempo de preparación: 10 minutos + congelado. Dificultad: Fácil. Coste: Económico. Comensales: 6.
Ingredientes
- 1 mango en su punto de maduración
- 1 lata de leche de coco
- 4 dátiles Medjoul
Elaboración
- Comienza pelando y cortando el mango en trozos no demasiado grandes para facilitar el trabajo de triturado. Ve colocándolos en un vaso de batidora o en una picadora.
- Por otro lado, abre los dátiles por la mitad y retira el hueso. Echa los dátiles en el vaso junto con el mango.
- A continuación, coge la lata de leche de coco y agítala bien antes de abrirla para que la grasa y el agua queden perfectamente mezcladas. Abre la lata y deposita su contenido junto con la fruta y los dátiles.
- Con una batidora o picadora, bate muy bien todos los ingredientes hasta que obtengas una mezcla homogénea y sin grumos.
- Vierte la mezcla en unas poleras y coloca en cada una un palo de helado. Mete las poleras al congelador y deja que se solidifiquen los polos. Desmolda justo antes de consumir.
El truco final
Si no encuentras mangos o no están lo suficientemente maduros, puedes hacerlo con mango congelado que venden ya cortado en bolsas en las secciones de congelados de muchos supermercados.
El final del verano y hasta el comienzo del otoño también es época de helados. Y aunque ya los tenemos disponibles en tiendas y supermercados durante todo el año y no renunciamos a ellos ni aunque estemos en pleno enero, no hay nada como disponer de un poco de tiempo libre y preparar nuestros propios helados caseros.