Yogur de moras, un postre ligero y elegante
De los denominados 'resultones'. Puedes prepararlo con varios días de antelación, congelarlo y servirlo a tus invitados de la forma que prefieras
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Los postres más sencillos son a veces los más deliciosos. ¿Quién no ha mezclado alguna vez un yogur natural con unas cucharadas de su mermelada preferida? Algo tan bueno y barato puede convertirse además en bonito al transformarlo en una tarta fresca y festiva. Tan solo añadimos unas hojas de gelatina y un poco de nata montada para darle firmeza y esponjosidad, lo refrigeramos unas horas para que tome cuerpo y lo decoramos con fruta fresca.
Improvisa y atrévete a cambiar el sabor de la mermelada a tu antojo, utiliza un puré de fruta o una compota y podrás declinar este semifrío en mil sabores. Ya no hay excusa para no preparar un postre ligero y elegante que además puedes dejar hecho con varios días de antelación.
Tiempo de preparación: 20 minutos + 4 horas de refrigerado. Dificultad: Fácil. Coste: Económico. Comensales: 6.
Ingredientes
- 200 g de mermelada de moras
- 4 yogures naturales griegos
- 100 ml de nata montada
- 6 hojas de gelatina
- 2 cucharadas de licor de frambuesa
- 100 g de moras frescas
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Elaboración
- Pon las hojas de gelatina a remojar en agua fría.
- Calienta el licor de frambuesa 30 segundos en el microondas a máxima potencia.
- Añade las hojas de gelatina escurridas. Mezcla hasta que se hayan disuelto completamente.
- Incorpora la mermelada de moras a la preparación. Una vez disuelta, añade los yogures griegos y mezcla con varillas.
- Añade la nata montada e incorpórala con cuidado mezclando con varillas para que no pierda volumen.
- Vierte en un aro sin fondo y refrigera en la nevera hasta que cuaje.
- Desmolda y decora con unas moras frescas
El truco final
Puedes congelar este postre y degustarlo como tarta helada en lugar de como semifrío.
Los postres más sencillos son a veces los más deliciosos. ¿Quién no ha mezclado alguna vez un yogur natural con unas cucharadas de su mermelada preferida? Algo tan bueno y barato puede convertirse además en bonito al transformarlo en una tarta fresca y festiva. Tan solo añadimos unas hojas de gelatina y un poco de nata montada para darle firmeza y esponjosidad, lo refrigeramos unas horas para que tome cuerpo y lo decoramos con fruta fresca.