Espinacas de Popeye con pistachos para hacer 'verde' pero no 'de hierro' la Nochevieja
Una propuesta sana para tu guarnición de carne o pescado este final de año: Spinacia oleracea, pistachos, un buen pimentón de la Vera y un magnífico aceite de oliva
La espinaca está compuesta en un 93% por agua, así es que tiene pocas calorías y, entretanto, aporta gran cantidad de nutrientes, es rica en fibra y es uno de los vegetales que más proteínas contiene. El mítico Popeye popularizó la creencia de que tienen un alto contenido en hierro, pero esto no es cierto.
El químico alemán Erich von Wolf midió en 1870 el contenido de hierro en las espinacas y se equivocó por una coma, es decir, en vez de 3,5 miligramos por cada 100 gramos, la realidad es que son 0,35 miligramos por cada 100 gramos.
El error -que se descubrió muchos años después de que las autoridades sanitarias americanas lanzaran su mensaje sobre las espinacas a través del personaje de dibujos animados ante la alta incidencia de anemia tras la I Guerra Mundial- es casi proporcional a la fuerza con la que Popeye golpeaba a Brutus tras ingerir una lata de espinacas: ¡multiplicado por diez!
Lo que sí que es cierto es que la espinaca es muy rica en vitaminas -del grupo A, C y E y ácido fólico (vitamina B9)- y tiene propiedades antioxidantes, regulan el tránsito intestinal y no engordan por su alto contenido en agua (aunque esto depende de qué las acompañes). Alejandra von Franquet Ribera, Marmota, nos ofrece hoy una receta sensacional que sirve tanto para acompañar carnes como pescados. Estas espinacas rehogadas con pistachos, muy fáciles de preparar, son una excelente opción ‘verde’ aunque no ‘de hierro’ para esta Nochevieja o Año Nuevo.
Ingredientes
- Espinacas congeladas o frescas
- Arándanos rojos o pasas
- Pistachos al natural u otro fruto seco
- Pimentón de la Vera
- Ajo en polvo
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
- Parmesano o almendras laminadas crudas para decorar (opcional)
Preparación
- Cuece las espinacas (sin descongelar, o frescas cortadas con su tallo, muy rico en fibra, previamente lavadas) con un puñado de sal en una cazuela con agua a fuego fuerte entre 4 minutos (congeladas) y 10 (frescas).
- Ponlas a escurrir en un colador. El caldo te puede servir como bebida detox.
- Cubre con un fino ‘velo’ el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen extra -yo he utilizado AOVE Bleirot- y, con el fuego suave, cuando esté caliente, añade una cucharadita de pimentón de la Vera -yo he utilizado el picante- y un poquito de ajo en polvo.
- Agrega las espinacas y remueve lentamente unos 5 minutos.
- Rectifica el punto de sal y añade algún fruto seco -yo me he decantado por el pistacho, pero pueden ser almendras, piñones, nueces, anacardos- y frutas deshidratas -yo he usado arándanos rojos, pero valen, por ejemplo, pasas.
- Puedes emplatar añadiendo queso parmesano o almendras en lascas como decoración.
¿Con qué las vas a acompañar? ¡Feliz 2022!
La espinaca está compuesta en un 93% por agua, así es que tiene pocas calorías y, entretanto, aporta gran cantidad de nutrientes, es rica en fibra y es uno de los vegetales que más proteínas contiene. El mítico Popeye popularizó la creencia de que tienen un alto contenido en hierro, pero esto no es cierto.