Truco: cómo cocer el marisco congelado y que te quede genial
Con esta sencilla medida podrás disfrutar al máximo del placer del mejor marisco. Cocción justa para conseguir que esté firme y crujiente
Cocer marisco en casa nos permite controlar la cantidad de sal que añadimos al agua y el punto de cocción que más nos gusta, y evita que consumamos los inevitables conservantes que se añaden al que compramos ya cocido.
Se trata de una técnica muy sencilla, simplemente cocemos los langostinos en abundante agua hirviendo a la que añadimos sal en una proporción parecida al agua del mar. El truco imprescindible es tener un recipiente con agua helada con hielo para cortar la cocción y que por contraste de temperaturas, la carne de los langostinos quede firme y crujiente.
Ingredientes
- 1 litro de agua
- 60 g de sal marina no refinada
- 250 g de langostinos congelados
- Medio kilo de hielo
Elaboración
- En una cazuela amplia pon agua a calentar. Cuando empiece a hervir vierte la sal y deja que se disuelva.
- Vierte los langostinos congelados y espera a que rompa de nuevo el hervor.
- Cuece durante 1 minuto y 30 segundos. Cambiará el color del marisco de blanquecino a rosa, señal de que ya están hechos.
- Prepara un recipiente con agua y hielo y vierte los langostinos para cortar la cocción. De esta manera quedarán firmes y crujientes.
- Una vez fríos, retíralos del agua y ¡ya están listos!
El truco final
Dependiendo del tamaño de los langostinos, el tiempo de cocción variará entre 1,30 minutos y 2 minutos.
Cocer marisco en casa nos permite controlar la cantidad de sal que añadimos al agua y el punto de cocción que más nos gusta, y evita que consumamos los inevitables conservantes que se añaden al que compramos ya cocido.
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