La receta de aprovechamiento para convertir el pan duro en buñuelos: es tan rápida que la harás una y otra vez
Una barra de pan que se pone dura tiene el mismo potencial que una hogaza recién hecha, solo hay que conocer varias recetas de aprovechamiento y nunca más tirarás un pan duro
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No será la primera vez ni la última que tengas una barra de pan en casa que se ha puesto dura. Existe una regla no escrita de la cocina española, y es que el pan duro nunca se tira a la basura, sino que se emplea para preparar otras cosas, como torrijas o sopa castellana, o simplemente para rallarlo y reservarlo para un rebozado o para unas migas.
A continuación, te enseñamos otra receta de aprovechamiento que te ayudará a usar el pan duro, para hacer una merienda o cena rápida, o para picar con los amigos. Se trata de los buñuelos de pan duro o también llamados huevos tontos, un plato saciante y muy sencillo de hacer. Su origen se encuentra, como otras muchas recetas españolas, en la carestía de épocas más difíciles, en las que la carne y el pescado escaseaban, y había que atajar el hambre.
@recetillasmari #recetillasmari #buñuelossalados ♬ sonido original - Mari
La base de los buñuelos de pan duro es siempre la misma, como la que explican en un vídeo de @recetillasmari, pero existen diferentes variantes de esta receta, en las que se añade a la masa sobras de otros platos, como carne, verduras o pescado. Para hacer la masa de nuestros buñuelos de aprovechamiento, debemos remojar con agua o leche la barra de pan dura para, cuando haya recuperado la humedad, desmigarla en un cuenco.
Así se hace la mezcla
A estas migas de pan, más manejables al estar húmedas, debemos agregarles de dos a cuatro huevos batidos, dependiendo de la cantidad de pan que tengamos y los comensales. Para darle sabor a la mezcla, agregaremos ajo picado, perejil, sal y pimienta. Debemos integrar bien todos los ingredientes, ya sea con la ayuda de un tenedor o con un procesador de alimentos. Esta masa la dejaremos reposar una media hora en la nevera.
El siguiente paso es hacer bolas con la masa, dándole la forma de buñuelos o croquetas, con la ayuda de dos cucharas o con las propias manos. Con abundante aceite de oliva caliente, freiremos las bolas hasta dorarlas y las dejaremos reposar en un plato con papel absorbente. El resultado son unos buñuelos sabrosos, esponjosos y saciantes que gustan a todo el mundo.
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