Aprende a preparar carbayones como un auténtico asturiano: la receta paso a paso de este postre emblemático

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Asturias es una región que destaca no solo por sus impresionantes paisajes montañosos y su costa escarpada, sino también por su rica y variada tradición gastronómica. Conocida por sus quesos artesanales, fabadas contundentes y sidras refrescantes, ofrece un verdadero festín para los sentidos. Entre sus muchas delicias, los carbayones se erigen como uno de los postres más emblemáticos, un dulce que ha conquistado paladares dentro y fuera de la región.

Estos pequeños pasteles, formados a partir de la inusual mezcla de azúcar, almendras y huevo, se convirtieron hace nada menos que 100 años en un símbolo de la repostería ovetense. No son solo un placer para el gusto, sino también una muestra de la historia y el ingenio culinario asturiano que se ha expandido dentro y fuera de España.

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Alimente

El carbayón debe su nombre a un gran roble (carbayu en asturiano) que antiguamente se erigía en la ciudad. Este postre fue creado en 1924 por la confitería Camilo de Blas, con motivo de la celebración de la feria de la Ascensión. Su popularidad creció rápidamente y no tardó en convertirse en un elemento presente en la cultura gastronómica diaria de la región, con una receta que se ha transmitido y preservado a lo largo de todos estos años.

Ingredientes

1 lámina de hojaldre rectangular

Para el relleno:

250 gr de almendra en polvo

azúcar lustre

3 yemas de huevo

ralladura de un limón (opcional)

10 ml de anís (opcional)

Para el baño blanco:

azúcar lustre

un chorrito de zumo de limón

50 gr de clara de huevo

Más que un postre

Preparar carbayones en casa puede parecer una tarea compleja, pero con los ingredientes adecuados y siguiendo unos sencillos pasos, es posible replicar este manjar asturiano. La receta comienza con la base de hojaldre, que debe ser fina y crujiente. A continuación, se extiende por la base y los laterales del molde que posteriormente irá al horno.

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Ana Durá

El relleno, que es el corazón de este postre, se elabora con una mezcla de almendra molida, huevo y azúcar, cocinados juntos para formar una pasta densa, homogénea y aromática. También puede añadírsele anís y ralladura de limón, aunque es menos habitual. Una vez esté listo, se pueden llenar 2/3 de las pequeñas cestas de hojaldre con esta mezcla y se hornean a 180º hasta que adquieren un tono dorado, unos 25 minutos.

Cuando los carbayones estén fríos y desmoldados, se puede proceder con la última y quizás más delicada fase de la preparación: el glaseado. Se consigue bañándolos por encima con una mezcla de azúcar, claras de huevo batidas y un chorro de zumo de limón. Después, habrá que esperar una hora para poder consumirlos. Preparar este postre en casa permite a los amantes de la repostería experimentar un pedazo de Asturias, y al mismo tiempo, mantener viva una tradición que sigue deleitando a generaciones.