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Aprende a cocinar ajoblanco de calabacín y manzana como un chef
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REFRESCANTE Y CREMOSO

Aprende a cocinar ajoblanco de calabacín y manzana como un chef

Una forma diferente de degustar uno de los platos insignia de nuestra gastronomía, mucho más suave y dulce

Foto: El ajoblanco se presta a todo tipo de recetas diferentes y sabrosas. (iStock)
El ajoblanco se presta a todo tipo de recetas diferentes y sabrosas. (iStock)

El ajoblanco es una sopa fría típica de nuestra gastronomía, perfecta para servir de entrante en nuestras comidas. Se elabora con almendras, ajo, pan, aceite de oliva, agua y vinagre. Puede acompañarse de melón y uva, para darle un punto dulce al plato o, si lo preferimos, de menta y albahaca, para hacerlo aún más refrescante.

Una forma diferente, rica y cremosa de preparar este delicioso plato consiste en añadir manzana y calabacín a la ecuación, creando una textura y un sabor que le darán un toque diferente pero adictivo. Una opción ideal para los días de verano, pero también para esta época de transición en la que todavía es pronto para una crema de verduras caliente.

Ingredientes

  • 300g de calabacín blanco
  • 120g de manzana pelada
  • 300ml de agua
  • 50g de almendra molida
  • 1 Diente de ajo
  • 1 cucharada de vinagre de manzana
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

Preparación

Cortaremos el calabacín y la manzana en trozos pequeños, y los introduciremos en la licuadora junto con el resto de ingredientes, menos el aceite. Cuando ya esté todo triturado, añadiremos el aceite y lo mezclaremos despacio, hasta obtener una textura homogénea y cremosa. Una vez terminado, podemos añadir un chorro más de aceite a la mezcla, y salpimentaremos al gusto.

Foto: (iStock)

El broche de oro

Por último, y si ya queremos dejar un plato de presentación de diez, tenemos la opción de decorarlo con almendras o unas rodajas de manzana. Si lo que queremos es coronarnos del todo, podremos darle un toque de color con unas cerezas, que crearán un contraste aún más delicioso y no desentonarán con el sabor dulce de la manzana.

El ajoblanco es una sopa fría típica de nuestra gastronomía, perfecta para servir de entrante en nuestras comidas. Se elabora con almendras, ajo, pan, aceite de oliva, agua y vinagre. Puede acompañarse de melón y uva, para darle un punto dulce al plato o, si lo preferimos, de menta y albahaca, para hacerlo aún más refrescante.

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