Aprende a hacer ajos confitados como una auténtica abuela, un untable que está para chuparse los dedos
El ajo es rico en antioxidantes, fortalece el sistema inmunológico y contribuye a la salud cardiovascular gracias a su contenido en alicina, vitaminas y minerales
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El ajo es un alimento con propiedades beneficiosas para la salud, ampliamente utilizado en la cocina mediterránea y otras gastronomías. Rico en vitaminas como la B6 y C, y minerales como el selenio y manganeso, el ajo contribuye a la mejora del sistema inmunológico, además de ser un potente antioxidante. Sus componentes activos, como la alicina, han demostrado tener efectos positivos en la salud cardiovascular y en la regulación de los niveles de colesterol.
Además de sus cualidades saludables, el ajo se utiliza como base en una gran cantidad de recetas, aportando su característico sabor y aroma. Una de las preparaciones más destacadas es el ajo confitado, una técnica que data de la cocina francesa tradicional y que antiguamente se usaba como método de conservación cuando no existían neveras. El confit de ajo, que generalmente se realiza en aceite, aunque también puede hacerse con grasa o agua azucarada, emplea una técnica que también puede aplicarse a diversos ingredientes como frutas o carnes, ofrece una textura suave y un sabor profundo al ajo.
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Desde la cuenta de Instagram de (@paulasumasi) comparten un vídeo de la receta de los ajos confitados. Es muy sencilla de hacer, ya que todo el trabajo duro lo hará el horno, y queda de rechupete. Los ingredientes para preparar ajos confitados son una cabeza de ajos de buena calidad, pelados, aunque hay gente que los deja sin pelar, aceite de oliva virgen extra suficiente para cubrir los ajos, sal al gusto, unas ramitas de romero fresco y hojas de laurel al gusto.
Pasos para elaborar ajos confitados
Para comenzar con la receta, es importante disponer de una cazuela pequeña, apta para horno, donde se introducen los ajos ya pelados. Estos se deben cubrir completamente con aceite de oliva y añadir un toque de sal, así como el romero y el laurel para aromatizar. Una vez todo esté en la cazuela, se tapa y hornea los ajos a 150 grados durante aproximadamente 50 minutos. Este proceso de cocción lenta permitirá que el ajo se ablande y adquiera un sabor más suave sin perder sus características aromáticas.
Cuando los ajos estén listos, deben almacenarse en un frasco hermético, cubiertos completamente con el aceite que se ha utilizado en la cocción. Es recomendable colar el aceite restante para eliminar impurezas, obteniendo así un aceite aromatizado perfecto para otras preparaciones culinarias.
Usos del ajo confitado en la cocina
El ajo confitado es una excelente adición para multitud de platos. Su sabor suave lo convierte en un acompañamiento ideal para sopas frías, como el gazpacho, o para preparar salsas y mayonesas caseras con un toque más sofisticado. También puede servirse simplemente untado en pan, convirtiéndose en un aperitivo sencillo pero delicioso. Gracias a su larga duración en la nevera, este condimento permite disfrutar del ajo sin el picante característico del ajo crudo.
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