Así es la ‘Coca de cuarto’: esponjosa y con solo tres ingredientes secretos

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Puede que la llegada del frío haya despertado en más de una cabeza el deseo de degustar un chocolate caliente para disfrutar de una tarde en casa en la mejor compañía. Y son muchos los complementos que podrían combinar bien con esta espesa, deliciosa y reconfortante bebida, pero hay algunos especialmente adecuados cuya textura puede ser la pieza que falta a la hora de crear el bocado perfecto para una tarde ociosa de otoño.

La coca de cuarto es un postre tradicional mallorquín que, con apenas tres ingredientes, supone un esponjoso bocado ideal para acompañar con helado en verano o con chocolate caliente en los meses de frío. Para ponernos manos a la obra, tan solo precisaremos de 3 ingredientes.

Ingredientes

• 4 huevos
• 75 g azúcar glas (10 g para el acabado)
• 65 g fécula de patata (o maicena)

Elaboración

Mientras precalentamos el horno a 160 ºC, batiremos las claras del huevo a punto de nieve, permitiendo que entre aire y no sea necesario emplear levadura para que el bizcocho suba. En otro cuenco, batiremos 65 g de azúcar glas y las cuatro yemas durante tres minutos. A continuación añadiremos las claras montadas a la mezcla anterior.

Conviene recordar que, para contribuir a esta textura tan característica de la coca, es necesario airear la fécula de la patata, tamizándola hasta tres veces con un colador, evitando con ello la formación de grumos y haciendo que nuestro postre gane altura. Una vez hecho esto, la añadiremos a la mezcla, removiendo hasta obtener una textura homogénea que verteremos en el molde, horneando durante 30 minutos.

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La importancia del molde

El tamaño del molde, que debe ser metálico, determinará la altura del bizcocho, que será más alto cuando empleemos un molde más pequeño y viceversa. Será aconsejable tenerlo en cuenta para evitar que la coca rebase el papel vegetal que colocaremos en las paredes del molde, y también para calcular el tiempo de horneado, evitando que la parte de dentro quede poco hecha.

El toque tradicional

El broche de oro, que representa la quintaesencia de este postre tradicional, consiste en ‘asustar’ la coca cuando la saquemos del horno, colocando un paño en el suelo y dejando caer la coca en el molde a una altura de 50 cm, impidiendo con ello que esta no se baje y tenga la altura que buscamos. Una vez listo, dejaremos enfriar y lo espolvorearemos con azúcar glas.