Croquetas de chocolate: una receta sencilla y sorprenderte para chuparse los dedos

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• Cómo hacer la croqueta perfecta: el paso a paso de los grandes chefs

Las croquetas ocupan un lugar privilegiado en la gastronomía española. Este icónico aperitivo, con su textura crujiente por fuera y cremosa por dentro, es un clásico que trasciende generaciones y paladares. Cada creación busca sorprender y, al mismo tiempo, rendir homenaje a este manjar. La croqueta, que nació como una receta de aprovechamiento, es hoy un símbolo de la riqueza culinaria del país.

Aunque las recetas más tradicionales incluyen sabores como jamón, pollo o bacalao, la creatividad en la cocina ha dado lugar a nuevas versiones que conquistan mesas y corazones. Desde las sofisticadas croquetas de trufa o cabrales hasta opciones veganas con espinacas o acelgas, este bocado sigue siendo un lienzo en blanco para los chefs más innovadores, y variantes como las de tortilla de patatas, han demostrado que no hay límites a la hora de experimentar.

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Pero la verdadera revolución llega con propuestas que rompen moldes. Entre ellas, una idea dulce ha captado la atención de los amantes de la repostería: las croquetas de chocolate. Este giro inesperado en la tradición croquetera no solo es un capricho para los golosos, sino también una apuesta original que combina la sencillez con la creatividad gastronómica.

Oriol Balaguer sorprende con sus croquetas de chocolate

El reconocido pastelero Oriol Balaguer, maestro del chocolate y creador de delicias como el panettone y las palmeritas, se adentra en el universo de las croquetas con una propuesta dulce que ya es tendencia. Incluida en su libro Bake it Simple, la receta de croquetas de chocolate es un ejemplo de cómo la innovación puede transformar incluso los platos más tradicionales en una experiencia completamente nueva.

Los ingredientes necesarios son sencillos, pero el resultado es extraordinario. Para el relleno, se combinan 125 gramos de nata líquida, 125 ml de leche, 20 gramos de mantequilla, 25 gramos de azúcar, tres yemas de huevo y 125 gramos de chocolate negro al 70%. El rebozado se logra con una lámina de pasta filo, un huevo batido y pan rallado o panko. La fritura final se realiza en aceite de girasol bien caliente.

La receta, paso a paso

Las croquetas de chocolate de Oriol Balaguer son un ejemplo de cómo la creatividad y la tradición pueden fusionarse para sorprender a los paladares más exigentes. Aquí tienes la receta, paso a paso, para que la puedas realizar en casa.

• Preparar la crema de chocolate: se hierven 125 g de nata líquida y 125 ml de leche junto con 20 g de mantequilla y 25 g de azúcar en un cazo. Después, se retira del fuego y se vierte la mezcla caliente sobre tres yemas de huevo previamente batidas, removiendo constantemente.
• Añadir el chocolate: se incorporan los 125 g de chocolate negro al 70 % troceado a la mezcla anterior y se emulsiona con una batidora hasta obtener una crema suave y brillante.
• Reposar la crema: se tapa la crema con papel film en contacto directo para evitar que se forme una costra y se refrigera durante 12 horas a 4 °C para que adquiera la consistencia adecuada.
• Montar las croquetas: para este paso se cortan láminas de pasta filo en cuadrados de 8x8 cm y, si es necesario, se pintan con mantequilla fundida para facilitar el manejo. Después se coloca aproximadamente 25 g de crema de chocolate en el centro de cada cuadrado y se forman pequeños hatillos cerrando la pasta filo.
• Empanar las croquetas: se pasan los hatillos por huevo batido y luego por el pan rallado o panko, asegurándote de cubrir bien toda la superficie.
• Congelar: se colocan las croquetas en el congelador durante al menos dos horas para que mantengan su forma al freír.
• Freír: por último, se calientan en abundante aceite de girasol a 180 °C y se fríen las croquetas hasta que estén doradas y crujientes. Después estarán listas para degustar y disfrutar.

Si bien este chef repostero se ha ganado la fama internacional por su dominio del chocolate, su apuesta por recetas accesibles, como esta, demuestra que siempre hay nuevas formas de disfrutar de los clásicos. ¿Te animas a prepararlas y probarlas?