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Las vacunas frente a ómicron: qué dicen los primeros datos fiables sobre su efectividad
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TERCERA DOSIS, ¿ES NECESARIA?

Las vacunas frente a ómicron: qué dicen los primeros datos fiables sobre su efectividad

Poco sabemos del impacto de la nueva variante, pero hay datos preliminares que apuntan que las vacunas apenas protegen de la infección pero sí de la gravedad

Foto: Tercera dosis. (EFE)
Tercera dosis. (EFE)
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Ya podemos decir que convivimos con ómicron. El Servicio de Microbiología del Hospital 12 de Octubre de Madrid aseguraba este jueves que la nueva variante ya supone más del 43% de las muestras analizadas. Los datos oficiales, que se agrupan en el informe de variantes del Ministerio de Sanidad, aún no recogen estas cifras, pero todo apunta a que la hipótesis de la alta transmisibilidad de esta nueva versión del SARS-CoV-2 es una realidad y que está a un paso de convertirse en predominante. Con la incidencia disparada y las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, cabe preguntarse de forma más acuciante que nunca si estamos bien protegidos por las vacunas.

Los datos de contagios ya hacen suponer que no nos protegen mucho de la infección, pero lo importante es evitar muertes y hospitalizaciones. En ese sentido, se abren varios interrogantes para aclarar lo que viene y cómo debemos enfocar la gestión de la pandemia. En primer lugar, ¿hasta qué punto las dos dosis que se han administrado al 90% de los españoles son suficientes para evitar la enfermedad grave? En segundo lugar, ¿la tercera dosis, que ya ha sido administrada a muchos mayores de 60 años y a personal de riesgo, va a marcar una diferencia sustancial? Y finalmente, ¿la edad también juega un papel importante? Aunque queda mucho por saber, al fin van apareciendo algunos datos sobre población real.

Foto: Vacunación en Sudáfrica. (Reuters)

¿Qué sabemos? Un estudio realizado en Sudáfrica estima que dos dosis de Pfizer ofrecen una protección del 33% contra la infección por ómicron y de un 70% contra la hospitalización. El primer dato viene a confirmar que la nueva variante se contagia con una extraordinaria facilidad, porque la efectividad anterior alcanzaba un 80% en cuanto a prevención de infecciones. Sin embargo, el segundo dato evidencia que la vacuna sigue evitando en gran medida la enfermedad grave, aunque esa protección baja con respecto al 93% anterior. Este trabajo, basado en más de 211.000 pruebas positivas de covid, revela que la doble vacunación es suficiente para evitar muchos ingresos en todas las franjas de edad, aunque esta efectividad desciende algo entre los más mayores: al 67% entre 60 y 69 y al 60% para personas entre 70 y 79.

"Los datos de Sudáfrica son muy preliminares y es muy complicado sacar grandes conclusiones, pero es cierto que no son malos, nos dan algo de seguridad porque indican que la protección se conserva", comenta a Teknautas Jaime Pérez Martín, experto de la Asociación Española de Vacunología (AEV). La información, proporcionada por la mayor compañía de seguros médicos del país, aún no ha sido publicada como artículo científico revisado por pares, así que los científicos echan de menos un análisis más fino que ayude a interpretar los resultados. Por ejemplo, "es posible que las cifras de efectividad bajen, no solo por la variante, sino porque haya pasado más tiempo desde que algunos pacientes recibieron la vacuna", pero ese aspecto no se ha dado a conocer.

De este mismo trabajo se pueden extraer otros datos positivos y negativos. En general, el riesgo de hospitalización con ómicron es menor para el conjunto de la población con respecto a variantes anteriores. Si este dato se confirma, apoyaría la idea que de causa una enfermedad más leve. "Es posible que, en parte, esto compense el escape inmunitario", señala el vacunólogo. Sin embargo, las cifras también parecen confirmar uno de los principales temores que se apuntaban desde el principio: "Si la transmisibilidad de delta se asemeja a la de la varicela, la de ómicron podría acercarse a la del sarampión", una de las enfermedades más contagiosas que se conocen. En suma, el papel de las vacunas va a ser determinante para evitar que esta nueva fase de la pandemia vuelva a ser dramática.

placeholder Tercera dosis. (EFE)
Tercera dosis. (EFE)

Inevitablemente, hay que recurrir a los datos de Sudáfrica para hacerse una primera idea del impacto de la variante en el sistema sanitario, pero los expertos recuerdan que la realidad de este país es completamente distinta a la europea. "No estoy convencida de que en Europa vaya a pasar lo mismo que allí. La edad media es mucho más baja y en Sudáfrica es verano", afirma Matilde Cañelles, inmunóloga del CSIC, en referencia a dos factores que se han demostrado fundamentales en diferentes olas de la pandemia por su impacto en la gravedad y en la incidencia, respectivamente.

Habrá que esperar a que el avance de ómicron y el paso de las semanas vaya arrojando datos sobre hospitalización en otros países. Los ojos de los expertos están puestos en el Reino Unido, por varias razones: es probable que sus relaciones con Sudáfrica impulsaran el avance de la nueva variante antes que en otros países europeos, su capacidad para secuenciar es muy alta y, además, también analiza los datos con mucha rapidez. De hecho, han sido capaces de establecer que los casos de ómicron se duplican cada dos días. Un análisis de la Agencia de Seguridad Sanitaria de este país (UKHSA, por las siglas de UK Health Security Agency) muestra que las dos dosis de Pfizer solo tienen una efectividad del 35% frente a ómicron. En el caso de AstraZeneca, es nula: 0%. Sin embargo, este estudio no incluye datos sobre enfermedad grave.

Lo que revela este análisis publicado como 'preprint' (sin revisión por pares) es que una tercera dosis de refuerzo con Pfizer vuelve a tener un resultado excelente para prevenir el contagio: 75% si las dos primeras también eran de Pfizer y 71% si eran de AstraZeneca. Este aspecto es muy importante, porque significaría que las terceras dosis, que en España ya se han aprobado para mayores de 40 años, vuelve a proteger como antes incluso frente a la enfermedad leve. El Reino Unido, que está administrando ese refuerzo a todas las edades, "vive un crecimiento exponencial de casos y un dato fundamental va a ser qué porcentaje de hospitalizaciones se alcanza con respecto al total, algo que veremos en las próximas dos o tres semanas, porque es lo que tarda la subida de la incidencia en tener un impacto en los ingresos", afirma la inmunóloga del CSIC.

Foto: Vacuna de Moderna contra el coronavirus. (EFE/Paco Paredes)

Por qué tanta diferencia entre infección y gravedad

Aunque estos estudios son preliminares, ya muestran cuál va a ser el verdadero impacto de ómicron frente a los resultados de los experimentos 'in vitro', que parecían alarmantes en los primeros días tras darse a conocer que existía. Al poner en contacto el suero de pacientes vacunados con la nueva versión del virus, los científicos comprueban que el SARS-CoV-2 consigue escapar de los anticuerpos en gran medida. Sin embargo, esto ya ocurrió con otras variantes, como beta y gamma, pero las vacunas siguieron siendo casi igual de efectivas a la hora de proteger de la enfermedad grave. Con ómicron, todo apunta a que puede suceder algo parecido, aunque esta vez también disminuya un poco la protección frente a la hospitalización, especialmente en las personas mayores. ¿Cómo se explica esta aparente contradicción?

Los anticuerpos son una primera línea de defensa frente al virus, de manera que pueden evitar la infección. En teoría, deberían reconocer a la proteína S del virus, la parte que utilizan las vacunas como antígeno. Sin embargo, al acumular 32 mutaciones precisamente en la espícula, ómicron consigue burlar a estos guardias de seguridad. Así se explica la baja protección frente al contagio. Es decir, que las partículas del virus consiguen su primer objetivo: infectar a las células humanas. No obstante, aunque no fuera por la aparición de una nueva variante, lo normal es que con el tiempo el nivel de anticuerpos vaya disminuyendo y esto también sucede con el covid, tal y como ya han comprobado algunos estudios.

Sin embargo, la respuesta inmune cuenta con un arma mucho más potente: las células T, que han sido entrenadas por la vacuna y a las que no se las puede engañar tan fácilmente con unas cuantas mutaciones. Estas defensas, también conocidas como células de memoria inmunológica, atacan directamente a las células infectadas, acabando con ellas, eliminando el virus que contienen y evitando que se replique. Esta intervención de la inmunidad celular no evitaría los síntomas leves, pero llegaría a tiempo para atajar la enfermedad grave.

placeholder Vacunación. (EFE)
Vacunación. (EFE)

"Frente a la infección, el componente fundamental son los anticuerpos. Como ya sabemos que hay un cierto escape, es normal que la protección sea más baja", comenta Pérez Martín. En cambio, "la protección frente a la enfermedad grave viene mucho más determinada por la inmunidad celular, en la que intervienen las células de memoria". En definitiva, es de esperar que las personas vacunadas tengan un gran riesgo de contagiarse, ya que se trata de una variante muy transmisible, pero que su sistema inmunitario responda bien y, por lo tanto, no lleguen a sufrir consecuencias graves.

En la práctica, esto significa que "no es necesario correr para poner dosis de recuerdo específicas a toda la población", opina el experto de la AEV. En el caso de la población de más edad, cuyo riesgo podría ser mayor con dos dosis, ya se han administrado o se están administrando las terceras dosis y este recuerdo puede ser más que suficiente. "Si con dos la protección frente a enfermedad grave sigue siendo muy importante, evidentemente, con tres aún es mejor", asegura. De hecho, un estudio de Pfizer ya indicó que tres dosis siguen siendo efectivas incluso frente a la infección en la misma medida que lo eran antes dos pinchazos frente a anteriores versiones del virus.

No obstante, el hecho de que las terceras dosis están recién puestas, puede resultar engañoso de cara al análisis de los datos, precisamente, por la diferencia entre la protección que ofrecen los anticuerpos y la respuesta celular. "Estamos hablando de que la tercera dosis protege mucho, pero cuando te la han puesto recientemente tienes una alta dosis de anticuerpos en tu sangre, con lo cual, combates al virus muy rápido y la infección es menos probable", advierte Cañelles. La pregunta es "hasta qué punto las células T van a proteger a toda la población más tarde". Los científicos están ansiosos por ir conociendo más datos.

Ya podemos decir que convivimos con ómicron. El Servicio de Microbiología del Hospital 12 de Octubre de Madrid aseguraba este jueves que la nueva variante ya supone más del 43% de las muestras analizadas. Los datos oficiales, que se agrupan en el informe de variantes del Ministerio de Sanidad, aún no recogen estas cifras, pero todo apunta a que la hipótesis de la alta transmisibilidad de esta nueva versión del SARS-CoV-2 es una realidad y que está a un paso de convertirse en predominante. Con la incidencia disparada y las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, cabe preguntarse de forma más acuciante que nunca si estamos bien protegidos por las vacunas.

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