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Qué es realmente la agricultura sostenible y cómo afecta a tu comida
  1. Consumo
estos son los requisitos que debe cumplir

Qué es realmente la agricultura sostenible y cómo afecta a tu comida

Habrás oído muchas veces la expresión, pero en ocasiones se utiliza mal. Analizamos qué es exactamente la agricultura sostenible y qué debe hacer una empresa para presumir de ella

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Con la creciente preocupación por el medioambiente y la lucha por el cambio climático, hay una serie de expresiones que luchan por colocarse en el argumentario de muchas empresas y organizaciones. Una de ellas es la 'agricultura sostenible', un sintagma que se ha vuelto casi imprescindible para que, a la hora de hacer la compra en un supermercado, nos sintamos bien con nuestra dieta a la vez que ayudamos a conservar el mundo en el que vivimos.

Pero, ¿qué es exactamente la agricultura y los cultivos sostenibles? ¿A qué nos referimos realmente cuando hablamos de ellos? ¿Qué requisitos deben cumplir?

Qué es la agricultura sostenible

En el simposio científico Biodiversidad y dietas sostenibles: unidos contra el Hambre, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Comisión de Sostenibilidad de Reino Unido y otras agencias de la ONU llegaron a una conclusión: los conceptos de agricultura sostenible y dieta sostenible se estaban desgastando, ya que, ante la falta de una definición concreta, muchos colectivos los usaban sin ajustarse a unos requisitos claros.

Así pues, entre todos los organismos dieron con la definición que ha sentado precedente: "Las dietas sostenibles son aquellas con bajo impacto ambiental, que contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional y a la vida sana de las generaciones presentes y futuras. Las dietas sostenibles ayudan a la protección y respeto de la biodiversidad y los ecosistemas. Son culturalmente aceptables, económicamente justas, asequibles, nutricionalmente adecuadas, seguras, saludables y permiten la optimización de los recursos naturales y humanos".

Con la definición clara, el simposio estableció que, a partir de entonces, las empresas que quisieran anunciar que recurren a cultivos sostenibles para elaborar sus productos debían cumplir cinco requisitos imprescindibles:

1.- Economía y suministro de alimentos. Productos que influyan en mercados e infraestructura, PIB, valor añadido, empleo y términos de intercambio.

2.- Medio ambiente. En función de la emisión de gases de efecto invernadero, agua, biodiversidad, ecosistema marino, eficiencia de recursos, resiliencia y valor estético.

3.- Sociedad y ética. Marcando las condiciones laborales y estándares de ética y bienestar animal, impacto de las nuevas tecnologías, cultura e identidad, sabor, etc.

4.- Nutrición. Desde la composición de macronutrientes y micronutrientes de los alimentos hasta el tipo de vida y acceso y disponibilidad de la alimentación.

5.- Otros efectos para la salud. Evitar el uso de químicos y pesticidas, riesgos para la salud ambiental o enfermedades vinculadas a la agricultura.

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Las verduras de Unilever, de cultivos sostenibles

En este sentido, la compañía angloholandesa Unilever ya ha logrado que el 95% de sus verduras, utilizadas para alimentos de marcas como Knorr, provengan de fuentes sostenibles. Además, ha reducido un 30% el consumo de agua, un 28% el uso de pesticidas y un 22% los gases de efecto invernadero en sus cultivos.

Estas mejoras llegan tras la puesta en marcha en 2010 del Programa de Agricultura Sostenible, que en el caso de España supuso el lanzamiento en 2016 del Catálogo de Buenas Prácticas en Agricultura Sostenible. Con esta herramienta, Unilever cultiva en campos de Extremadura teniendo en cuenta también la formación de los agricultores, la apuesta por la biodiversidad y el fomento de la economía local. Los tomates y hortalizas procedentes de esta comunidad autónoma están ya presentes en las mesas de una decena de países europeos.

La compañía ya puso en marcha el primer campo de cultivo sostenible a gran escala de España, situado en Extremadura, pero ahora este propósito va más allá de los campos extremeños y sirve de modelo para los cultivos de la compañía en regiones de Francia, Italia y Dinamarca. El objetivo en todos estos casos –la compañía ha impulsado la agricultura sostenible en más de 45 cultivos en todo el mundo– pasa por preservar los recursos naturales del planeta y permitir a más personas acceder a una dieta con alimentos ricos en nutrientes.

"El reto es alimentar a 10.000 millones de seres humanos sin agotar los recursos del planeta"

“La sostenibilidad debe estar presente, del campo a la mesa, en todo el ciclo de vida de un producto", asegura Ana Palencia, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Unilever España. Además, "el programa, que está ayudando a los agricultores a profesionalizar todos los procesos, constituye una apuesta por el capital humano y dinamiza la economía del sector primario en Extremadura". La sostenibilidad está integrada en el corazón del negocio de Unilever, en sus productos y también en los envases que los contienen. En este sentido, la compañía se ha comprometido a que todos sus envases sean reciclables, reutilizables o compostables en 2025.

El cambio climático presenta tanto retos como oportunidades para el sector agrícola y de la alimentación. Para José Luis Gallego, experto en medioambiente, "el gran reto que hay es el de alimentar a una población de 10.000 millones de seres humanos sin agotar los recursos del planeta, evitando el avance del calentamiento global y teniendo en cuenta que la agricultura genera un tercio de las emisiones globales de efecto invernadero".

En materia nutricional, Diana Roig, directora de Nutrición de Unilever España, destaca que "es de gran importancia mantener una dieta variada y equilibrada consumiendo productos 100% naturales, como las nuevas cremas refrigeradas y en cristal de Knorr, que dan respuesta a la demanda de los consumidores y contribuyen a afrontar los retos en sostenibilidad del planeta".

Con la creciente preocupación por el medioambiente y la lucha por el cambio climático, hay una serie de expresiones que luchan por colocarse en el argumentario de muchas empresas y organizaciones. Una de ellas es la 'agricultura sostenible', un sintagma que se ha vuelto casi imprescindible para que, a la hora de hacer la compra en un supermercado, nos sintamos bien con nuestra dieta a la vez que ayudamos a conservar el mundo en el que vivimos.