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No reutilices bolsas a lo loco, piensa bien en lo que metes dentro
  1. Consumo
Riesgo de bacterias

No reutilices bolsas a lo loco, piensa bien en lo que metes dentro

Reutilizar bolsas se ha convertido en una práctica obligatoria vistos los tiempos en que vivimos, en los que el plástico se ha vuelto omnipresente. Pero no hay que olvidar que no podemos pasar por alto ciertas pautas

Foto: Foto: iStock.
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Cada vez nos topamos con más gente que sale de casa bien pertrechada de bolsas reutilizables con la firme intención de evitar el plástico de usar y tirar. Muchos de ellos, además, optan por comprar en los mercados y tiendas tradicionales pues es ahí donde menos problemas les plantean los vendedores para meter el producto en las bolsas que traen consigo y donde prácticamente todo se vende sin envasar.

Todos ellos se han propuesto lidiar su particular batalla contra el plástico. Es cierto que de manera individualizada no consiguen decantar la balanza hacia un mundo con menos residuos, pero sus esfuerzos sumados a la larga disminuirán el estremecedor saldo de plásticos que anega no solo los mares, sino también la tierra firme.

Cuidar el planeta y... la seguridad alimentaria

Sin embargo, estos consumidores quizás deban esmerarse un poco más con la seguridad alimentaria pues con el constante trajín de bolsas reutilizables se incrementan los riesgos de contaminación cruzada y la proliferación de bacterias.

Algunos fabricantes trabajan en la fabricación de bolsas reutilizables con tecnología antibacteriana

“Este tipo de bolsas pueden estar intoxicadas por bacterias como la campylobacter o salmonella, fruto de la contaminación cruzada. Según nuevos estudios, estos organismos pueden sobrevivir más de 25 días en determinados alimentos, como la lechuga. De acuerdo con la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA), los alimentos crudos envasados pueden contener trazas de organismos nocivos en la exterior del envoltorio y a su vez trasladarlos a las bolsas u otros alimentos”, destacan en la web de Actualia, una empresa especializada en estos ámbitos.

El extraño caso de San Francisco

La ciudad californiana fue de las primeras en prohibir las bolsas de plástico desechable en 2007. Sin duda, una decisión pionera pero que trajo una inesperada contrapartida. Y es que aumentaron misteriosamente las hospitalizaciones por infección de E. coli en los hospitales. Una consecuencia que dos investigadores estadounidenses ligaron a la fuerte irrupción de las bolsas reutilizables entre los consumidores tras la prohibición de las de un solo uso. Todo ello lo explican los investigadores Jonathan Klick y Joshua Wright, de la Universidad de George Mason, en un documento titulado 'Bolsas de supermercado y enfermedades transmitidas por alimentos'.

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Foto: iStock.

En este informe, Klick cita un estudio de la Universidad de Pensilvania en el que, de manera fortuita, los investigadores detuvieron a algunos compradores que se dirigían a la tienda. Su propósito era realizar a sus bolsas un pequeño test. Así, descubrieron que el 8% de las bolsas reutilizables contenían E. coli. No es de extrañar el dato puesto que un 97% de consumidores reconoció no haber lavado ni una sola vez sus bolsas.

¿Y qué hacemos entonces?

Este artículo, lejos de alarmar, lo que desea es proponer soluciones que nos permitan seguir usando bolsas reutilizables sin que la seguridad alimentaria se pierda por el camino. La FSA, ya citada anteriormente, puede ayudarnos en este cometido ya que ha elaborado una útil lista de consejos que podemos incorporar con facilidad en nuestra rutina de compras:

Este organismo recomienda el buen uso de las bolsas reutilizables a través de cinco sencillas acciones:

  • La mejor opción son las bolsas de algodón pues pueden lavarse en la lavadora cada cierto tiempo o cuando se ensucien. Hay que ser especialmente observadores para detectar cualquier derrame de líquido. Además, vienen de perlas para completar una lavadora, pues a veces nos falta alguna prenda para llenar el tambor y optimizar, por lo tanto, el lavado.
  • Si el material con el que está confeccionada la bolsa no es lavable, deberemos reemplazarlas cada cierto tiempo.
  • Debemos evitar mantener las bolsas en el interior de zonas donde haga excesivo calor. Por ejemplo, en el interior de un coche.
  • Conviene destinar cada bolsa a un tipo de comida: una para crudos, otra para cocinados… Después de haber transportado un producto crudo, como el pollo, lo más conveniente es lavarlas de inmediato.
  • También debemos asegurarnos, tras cada lavado, de que la bolsa está seca antes de guardarla o volver a usarla, pues la humedad favorece el crecimiento de bacterias. Por esta misma razón, tampoco debemos usarlas para guardar nada dentro de la nevera.
  • Las bolsas térmicas durante los meses de calor son especialmente interesantes. También han de acompañarte en tus compras para evitar romper la cadena de frío.

Por lo tanto, estas recomendaciones pueden ayudarnos a consolidar nuestra relación con las bolsas reutilizables y que esta prometedora historia de amor no se trunque por culpa de la contaminación alimentaria.

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Foto: iStock.

En cualquier caso, a algunos fabricantes ya se les ha encendido la bombilla de la gran idea empresarial y se afanan en la fabricación de bolsas reutilizables que cuentan con tecnología antibacteriana para que sea seguro transportar carne cruda un día y otros comestibles al día siguiente

A las bacterias también les chifla el plástico

El plástico también puede comportar riesgos para nuestra salud si lo reusamos a lo loco. En este sentido, el profesor Hilton, jefe de Ciencias Biológicas y Biomédicas de la Universidad de Aston (Birmingham), asegura que reutilizar las bolsas de plástico es muy beneficioso para el medioambiente, pero las cautelas deben estar ahí: "El público debe tener en cuenta la capacidad de las bacterias para contaminar y sobrevivir durante largos períodos de tiempo. Las bacterias pueden transferirse fácilmente de diferentes tipos de bolsas reutilizables a la mano y viceversa. Además, usar la misma bolsa una y otra vez para diferentes propósitos aumenta el riesgo de contaminar la bolsa con una gran cantidad de bacterias ”.

Lo cierto es que para organizaciones como Greenpeace el camino parece claro, pues reutilizar bolsas nos permite el ahorro de 144 bolsas de plástico de un solo uso por persona y año: "Este tipo de bolsas son realmente la única forma de ir a la raíz del problema, alejarnos de la cultura de usar y tirar, y hacer que nuestro día a día sea mucho más sostenible”.

Cada vez nos topamos con más gente que sale de casa bien pertrechada de bolsas reutilizables con la firme intención de evitar el plástico de usar y tirar. Muchos de ellos, además, optan por comprar en los mercados y tiendas tradicionales pues es ahí donde menos problemas les plantean los vendedores para meter el producto en las bolsas que traen consigo y donde prácticamente todo se vende sin envasar.

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