Qué son las carabelas portuguesas y cómo actuar ante una picadura

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Las costas españolas no solo son conocidas por su belleza, sino también por albergar especies marinas potencialmente peligrosas, como la carabela portuguesa. Este organismo, a menudo confundido con una medusa, ha aparecido con mayor frecuencia en los últimos años en España, convirtiéndose en una amenaza significativa para los bañistas y trabajadores del mar.

La carabela portuguesa (Physalia physalis) es un sifonóforo que se distingue por su parte flotante, similar a una bolsa azul transparente de unos 30 cm, y por sus tentáculos, que extendidos suelen alcanzar los 10 metros, y pueden incluso superar los 30 metros. Estos tentáculos liberan una sustancia tóxica capaz de causar un dolor intenso y lesiones cutáneas severas. Por lo general, la picadura de una carabela portuguesa es mucho más dolorosa que la de una medusa común, y puede tener consecuencias más graves para la salud, incluyendo problemas respiratorios, cardíacos y neurológicos.

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En las últimas temporadas, se ha observado un incremento en la presencia de carabelas portuguesas en diferentes zonas de la costa española, incluyendo el norte del país (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco), y también en las Islas Canarias y Andalucía, así como en zonas del Mediterráneo como Cataluña y Valencia. Esta situación ha provocado incluso el cierre temporal de algunas playas este verano.

Qué hacer en caso de picadura

Si bien las picaduras de carabelas portuguesas pueden ser muy dolorosas, existen medidas de primeros auxilios recomendadas por el Ministerio de Sanidad para minimizar sus efectos. Lo primero que se debe hacer es avisar al socorrista más cercano o acudir a un puesto de primeros auxilios. Es crucial no tocar los tentáculos con las manos desnudas; deben retirarse cuidadosamente usando guantes o pinzas. Lavar la zona afectada con agua de mar, nunca con agua dulce, y aplicar una solución tópica de bicarbonato de sodio puede ayudar a neutralizar el veneno.

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En casos de dolor muy intenso o si la persona afectada muestra signos de empeoramiento, es esencial acudir a un centro médico o servicio de urgencias. La Cruz Roja Española también sugiere el uso de calor en la zona afectada para aliviar el dolor, y desaconseja el uso de vinagre o amoníaco, que podrían empeorar la situación.

Ante la posible presencia de carabelas portuguesas en las playas, se recomienda a los bañistas y personas en contacto con el mar que estén atentos a las señales de advertencia y sigan las recomendaciones de las autoridades para evitar picaduras y sus posibles complicaciones.