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Cómo prevenir, diagnosticar y tratar la diabetes: una de las epidemias del siglo XXI
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SALUD SIN MITOS

Cómo prevenir, diagnosticar y tratar la diabetes: una de las epidemias del siglo XXI

El incremento constante de su prevalencia subraya la necesidad de estrategias efectivas para su prevención y control, con el fin de mitigar sus graves complicaciones y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen

Foto: Foto: iStock.
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La diabetes es un problema de salud en constante crecimiento. En España, según datos de la Sociedad Española de Diabetes, afecta a más de 5,1 millones de personas, lo que representa aproximadamente el 14% de la población adulta y sitúa al país como el segundo con mayor prevalencia en Europa. A nivel mundial, más de 800 millones de adultos viven con esta enfermedad, una cifra que se ha cuadruplicado desde 1990.

Se trata de “una enfermedad crónica que aparece cuando el cuerpo no puede producir suficiente insulina o no puede utilizarla de manera efectiva, es decir es resistente a la insulina, y como consecuencia los niveles de glucosa o azúcar se elevan y dañan los órganos”, explica la doctora Susana Monereo, jefa de servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Ruber Internacional y elegida entre los Mejores Médicos de España 2024 en su especialidad. También detalla que “la insulina es una hormona que ayuda a regular el nivel de azúcar en la sangre, que es además importante en la regulación del metabolismo de la grasa”.

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La diabetes, y especialmente la diabetes tipo 2, se ha vuelto más frecuente en nuestro entorno debido a varios factores, pero el principal, afirma la especialista, es el aumento de la obesidad: “Son dos epidemias que van en paralelo, con un decalaje de unos 10 años; primero empieza la obesidad y, al cabo de un tiempo, aparece la diabetes”.

Además del exceso de peso, el sedentarismo, una dieta poco saludable, el estrés y algunas alteraciones genéticas influyen en su desarrollo. “La obesidad, sobre todo el aumento de grasa a nivel abdominal, unida a estos otros factores, produce inflamación interna. Esta inflamación causa resistencia a la insulina, se daña el páncreas y aparece la enfermedad. En el caso de la diabetes tipo 1, la causa es autoinmune y no tiene que ver con el aumento de peso”.

Se trata de una patología que puede aparecer en cualquier etapa de la vida, aunque hay diferencias según el tipo de diabetes del que se trate.

  • Diabetes tipo 1: suele diagnosticarse en la infancia o adolescencia y siempre debe tratarse con insulina.
  • Diabetes tipo 2: es más común en adultos, aunque cada vez se ve más en jóvenes debido a la obesidad y a estilos de vida poco saludables.

Asimismo hay situaciones, explica la doctora Monereo, que “pueden a su vez favorecer la aparición de diabetes. Entre ellas, la genética: si hay antecedentes familiares, puedes tener más probabilidad de desarrollarla, sobre todo en el tipo 2. Otros factores de riesgo son el embarazo, especialmente si hay obesidad, o algunos fármacos, como los corticoides, cuando se toman a dosis altas y por tiempo prolongado. Además, las enfermedades del páncreas como la pancreatitis o algunos tumores también pueden producirla”.

En cuanto a los síntomas, van a depender de los niveles de azúcar en sangre. “Cuando están elevados aparecen lo que llamamos las 3P: sed excesiva (polidipsia), aumento de la frecuencia urinaria (poliuria) y hambre (polifagia). Al mismo tiempo puede darse cansancio o pérdida de peso. Pero, si la glucosa está muy baja -como en el caso de hipoglucemias-, pueden aparecer nerviosismo, sudoración fría y hambre compulsiva por tomar azúcar. Si alguien experimenta estos síntomas, es importante que consulte a un médico”.

El diagnóstico: un análisis de sangre

El diagnóstico se realiza a través de análisis de sangre que miden los niveles de glucosa. Existen diferentes pruebas, como la glucosa en ayunas, la prueba de tolerancia a la glucosa (curva de glucemia) y la hemoglobina A1c (que mide la media del azúcar en los últimos cuatro meses). Según los criterios de la ADA (Asociación Diabetes Americana 2024), los valores diagnósticos para diabetes y para la situación que la precede, que conocemos como prediabetes, son los siguientes:

1. Glucemia en ayunas (basal):
- Diabetes: un nivel de glucosa en ayunas de 126 mg/dL o más.
- Prediabetes: un nivel de glucosa en ayunas entre 100 mg/dL y 125 mg/dL

2. Curva de glucosa (prueba de tolerancia a la glucosa):
- Diabetes: un nivel de glucosa de 200 mg/dL o más dos horas después de beber una solución azucarada.
- Prediabetes: un nivel de glucosa entre 140 mg/dL y 199 mg/dL dos horas después de la carga de glucosa.

3. Hemoglobina A1c (HbA1c):
- Diabetes: un valor de HbA1c del 6.5% o más.
- Prediabetes: un valor de HbA1c entre 5.7% y 6.4%.

¿En qué consiste el tratamiento?

“El tratamiento de la diabetes debe incluir cambios en la dieta (eliminación de los azúcares añadidos, control de los hidratos de carbono y del alcohol…), ejercicio regular y control o monitorización de los niveles de glucosa”, explica la doctora Monereo. En cuanto al tratamiento farmacológico, cada persona puede necesitar un enfoque diferente según su tipo de diabetes y sus necesidades específicas. Los diabéticos tipo 1 se tratan siempre con insulina, independientemente de que además se puedan añadir otros fármacos. Sin embargo, en la diabetes tipo 2 el tratamiento es más variado, siendo la pérdida de peso el principal objetivo en la mayor parte de los casos.

placeholder Doctora Susana Monero, jefa de servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Ruber Internacional.
Doctora Susana Monero, jefa de servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Ruber Internacional.

“Hoy en día, además de la insulina, disponemos de fármacos muy interesantes y eficaces que no solo ayudan a controlar la glucemia, sino que ayudan a bajar de peso y a proteger órganos tan importantes como el corazón o los riñones. Es el caso de los agonistas de GLp1 (Semaglutida, Tirzepatida) o de los iSGLT2 (Empaglifozina, Dapaglfozina, Canaglifozina)”.

Finalmente, la doctora subraya la importancia de los hábitos diarios. “Cuidarse es fundamental para mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de un rango saludable y prevenir complicaciones a largo plazo, como problemas cardiovasculares, daño a los nervios (neuropatías), problemas en los riñones (nefropatía) y problemas de visión debido a un daño en la retina (retinopatía). Un buen manejo de la diabetes permite llevar una vida plena y activa y retrasar o incluso anular la aparición de complicaciones a largo plazo”.

El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Ruber Internacional

La diabetes es un problema de salud en constante crecimiento. En España, según datos de la Sociedad Española de Diabetes, afecta a más de 5,1 millones de personas, lo que representa aproximadamente el 14% de la población adulta y sitúa al país como el segundo con mayor prevalencia en Europa. A nivel mundial, más de 800 millones de adultos viven con esta enfermedad, una cifra que se ha cuadruplicado desde 1990.

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