Un innovador estudio identifica cómo el cerebro podría prevenir el alzhéimer
Un equipo internacional de investigadores analizó muestras cerebrales de personas que fallecieron con esta demencia, algunas de las cuales también recibieron tratamientos de inmunoterapia aprobados para la enfermedad
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Adiestrar al sistema inmunológico del cerebro para identificar y eliminar materiales tóxicos se está consolidando como una vía prometedora para frenar el avance del Alzheimer. Sin embargo, hasta ahora no estaba claro cómo funciona este mecanismo de defensa a nivel celular.
Un equipo internacional de investigadores ha analizado muestras cerebrales de personas fallecidas con alzhéimer, algunas de las cuales recibieron tratamientos de inmunoterapia aprobados para la enfermedad. Estas terapias estimulan a unas células llamadas microglía, que se encargan de limpiar el cerebro, para atacar los cúmulos de proteínas beta-amiloides, considerados un factor clave en la neurodegeneración.
Las respuestas de la microglía a estas proteínas pueden generar inflamación, lo que a su vez conlleva riesgos para los tejidos cerebrales. Los científicos, que han publicado los resultados de su estudio en Nature, querían entender por qué la inmunoterapia convierte a la microglía en una máquina de limpieza en algunos casos, pero no en todos.
"Nuestro estudio es el primero en identificar los mecanismos en la microglía, las células inmunitarias del cerebro, que ayudan a limitar la propagación de la amiloide en determinadas regiones cerebrales tras el tratamiento con fármacos dirigidos", explica el neurocientífico David Gate, de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern.
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El equipo observó que la microglía no solo elimina los cúmulos de proteínas, sino que también modula la inflamación necesaria para este proceso, lo cual favorece la recuperación del cerebro.
Este avance se logró en parte gracias a una técnica llamada transcriptómica espacial, que permite visualizar la actividad de genes específicos. Entre los genes vinculados a la microglía hiperactiva se encuentran APOE y TREM2, ambos relacionados anteriormente con el Alzheimer.
Aunque se trata de un campo aún en desarrollo, estos descubrimientos podrían abrir nuevas puertas para detener la acumulación de beta-amiloide y, con ello, ralentizar la aparición de síntomas del alzhéimer.
"Una pregunta constante en la investigación sobre tratamientos del Alzheimer es: si estimulamos a estas células inmunitarias para que eliminen la amiloide, ¿quedarán atrapadas en ese modo indefinidamente?", comenta Gate. "La respuesta que encontramos es no: pueden eliminar la amiloide y luego volver a su estado normal, incluso ayudando a que el cerebro se recupere".
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Reforzar las defensas naturales del cuerpo siempre será preferible a introducir químicos adicionales en el cerebro. Los investigadores confían en que, con una estrategia adecuada, se pueda aplicar el freno antes de que el alzhéimer se arraigue.
Y aunque las inmunoterapias actualmente disponibles están aprobadas por los reguladores y han mostrado ser útiles, todavía hay margen de mejora para aumentar su eficacia y reducir los efectos secundarios.
"Creo que todos coincidimos en que, aunque estos medicamentos están mejorando, aún no curan a los pacientes con Alzheimer", señala Gate.
"Estos fármacos activan las células inmunes del cerebro para eliminar la beta-amiloide, pero creemos que nuestros datos pueden ayudar a que funcionen aún mejor".
Adiestrar al sistema inmunológico del cerebro para identificar y eliminar materiales tóxicos se está consolidando como una vía prometedora para frenar el avance del Alzheimer. Sin embargo, hasta ahora no estaba claro cómo funciona este mecanismo de defensa a nivel celular.