El mejor remedio para cortar el hipo es un diseño de la Universidad de Texas
Los ataques de este síntoma suelen aparecer y desaparecer de repente, pero pueden resultar molestos. Hay muchos remedios caseros, pero un sencillo dispositivo con base científica parece ser más efectivo. ¿Qué hay de cierto?
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F521%2Fa85%2Fe9b%2F521a85e9bd0da550bc6ce2df934e4424.jpg)
Todos sabemos lo que es el hipo; estamos familiarizados con estas contracciones involuntarias y espasmódicas del diafragma desde la etapa fetal (a partir de la 8 semanas de gestación, el feto puede tener hipo, y se especula con que tenga que ver con el desarrollo del cerebro) hasta el final de nuestras vidas (puede ser un síntoma de ictus en las mujeres), y en cada momento vital su significado puede ser diferente (un refrán dice: el hipo, en el niño para vivir y en el viejo para morir).
Pero no es cosa de asustar a nadie porque el hipo, la inmensa mayoría de las veces, es benigno. Eso sí, cuando dura varias horas llega a ser molesto y la gracia inicial del característico ‘hip...hip’ (provocado por el cierre repentino de las cuerdas vocales que sigue a cada contracción diafragmática) se hace tremendamente antipática.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb7e%2F126%2F721%2Fb7e126721d8e05eef21dcba5547f2dd0.jpg)
Hay infinidad de trucos para deshacerse del hipo: un susto, contener la respiración cerca de 20 segundos, beber agua con la nariz tapada, beber agua helada, beber agua de un vaso tapado con una servilleta de papel, ec. El agua es, sin duda, un elemento casi omnipresente en el arsenal antihipo. De hecho, también forma parte del ‘invento’ del doctor Ali Seifi, del Departamento de Neurocirugía del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas.
Una pajita con mucha ciencia
La ‘herramienta de deglución y succión inspiratoria forzada’ (FISST), que así se llama el dispositivo, está desarrollado bajo los criterios científicos que hay detrás del hipo (esta aclaración es importante, porque a simple vista parece una sencilla pajita en forma de L). El HiccAway (que es el nombre con el que se comercializa) tiene una válvula de presión en su interior lo que hace que para que el agua suba por la pajita haya que succionar más fuerte. Una succión más intensa exige al diafragma un mayor esfuerzo y eso evita los espasmos. Además, cuando el agua entra en la garganta, se cierra la epiglotis para que el líquido no pase a los pulmones y desaparece el ‘hip, hip’.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F7a4%2Ffb3%2F93f%2F7a4fb393fe8827a55db803ac57ec1548.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F7a4%2Ffb3%2F93f%2F7a4fb393fe8827a55db803ac57ec1548.jpg)
Contado así, recuerda la promoción de un artículo en Teletienda, pero se ha desarrollado y ensayado clínicamente, un proceso que se describe en un artículo publicado en abierto en la revista ‘Jama Network’.
El estudio, realizado por un equipo interdisciplinar de médicos de la Universidad de Texas, la Universidad de Zurich, Universidad de Shiraz (Irán) y el Sanatorio Pasteur, en Catamarca (Argentina) se ha llevado a cabo en 674 voluntarios de diferentes países, aunque finalmente solo se han validado las respuestas de 249 sujetos (adultos, de una media de edad de 30,9 años). Dos tercios de esos participantes presentaba, al menos, un episodio mensual de hipo y de menos de dos horas de duración.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F31c%2F192%2F735%2F31c192735c45fbd3348a5fe98167b113.jpg)
En comparación con los remedios caseros, el 92% de los voluntarios dijo que el FISST es mucho más eficaz y su efectividad obtuvo una nota media de 4,6 sobre 5 puntos. Los autores destacan esa buena aceptación, pero admiten sesgos, sobre todo que el grado de efectividad es subjetivo y que falta un grupo de control, por eso es el artículo de Jama anuncian futuros estudios para evaluar la eficacia del dispositivo en ensayos clínicos aleatorizados.
Desde la comunidad científica se han escuchado opiniones diferentes. El doctor Neel K. Bhatt, profesor de otorrinolaringología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington considera que el nivel de evidencia que respalda la eficacia de FISST es bajo. “Es muy posible que los participantes estuvieran predispuestos a favor del dispositivo sobre los remedios caseros”, dice.
Hechas estas aclaraciones, no ve mal que quien quiera utilice el invento.
¿Qué desencadena el hipo?
Existen multitud de situaciones que pueden causar hipo. Los más frecuentes son:
- Tomar bebidas con gas
- Beber demasiado alcohol
- Comer mucho o deprisa
- Agitación o estrés emocional
- Cambios bruscos de temperatura
- Tragar aire al comer chicle
Si el hipo dura más de 48 horas, hay que consultar con el médico, que tiene que determinar si existe ‘algo’ que irriten los nervios vago y el frénico:
- Irritación de garganta
- Reflujo gastroesofágico
- Tumor esofágico
- Enfermedad del Sistema Nervioso Central
- Esclerosis múltiple
- Tumor
- Lesión cerebral
- Meningitis u encefalitis
Otras causas médicas son:
- Abuso de alcohol
- Tabaquismo
- Reacción a la anestesia después de una operación
- Diabetes
- Insuficiencia renal
Lo normal es que el hipo se vaya como vino: de repente y sin avisar. Sin embargo, puede hacerse crónico y por las consecuencias que puede tener para la salud, exige tratamiento médico, que va desde la toma de medicamentos hasta la implantación de un electroestimulador del nervio vago.
Susto, contener la respiración o beber agua a pequeños sorbos no suena tan científico como ‘herramienta de deglución y succión inspiratoria forzada', pero seguro que a muchos les funciona, al menos, igual de bien.
Todos sabemos lo que es el hipo; estamos familiarizados con estas contracciones involuntarias y espasmódicas del diafragma desde la etapa fetal (a partir de la 8 semanas de gestación, el feto puede tener hipo, y se especula con que tenga que ver con el desarrollo del cerebro) hasta el final de nuestras vidas (puede ser un síntoma de ictus en las mujeres), y en cada momento vital su significado puede ser diferente (un refrán dice: el hipo, en el niño para vivir y en el viejo para morir).