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El mapa en el que puedes comprobar si te sabrán atender una depresión posparto: 24 provincias sin recursos
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El mapa en el que puedes comprobar si te sabrán atender una depresión posparto: 24 provincias sin recursos

Se estima que el 25% de las mujeres padece una patología en este periodo, pero en nuestro país no hay recursos específicos en todas las provincias y algunas comunidades autónomas ni tienen

Foto: María y su bebé. (Cedida)
María y su bebé. (Cedida)

La salud mental ha ido cobrando protagonismo en los últimos años. No solo cada vez se habla más de ella en distintos escenarios y se intenta derribar mitos, sino que está incluyéndose en el ámbito político, con estrategias como el Plan de Salud Mental del Ministerio de Sanidad. En este contexto de prosperidad, hay un área concreta que aún tiene mucho que mejorar en España. No es otra que la salud mental perinatal, pues se estima que una de cada cuatro mujeres va a padecer algún tipo de patología en este periodo. Sin embargo, los recursos públicos con los que se cuentan aún son pobres, insuficientes, no están en todo el territorio y dependen en gran medida de la propia voluntad de los sanitarios.

En primer lugar, ¿qué comprende la etapa perinatal desde el punto de vista de la salud mental? Azul Forti, psiquiatra infantil con formación en perinatal, explica que implica desde el periodo preconcepcional hasta el primer año de posparto. "Es importante porque si pensamos en mujeres con un trastorno mental, la intervención se tiene que hacer sobre todo en ajustes de medicación, psicoeducación y desde antes de que queden embarazadas. Incluso ahora se considera también a la pareja, porque hay estudios que hablan del impacto negativo que tienen determinados hábitos o fármacos a nivel de la salud genética", comenta. Es por eso que es muy relevante que haya formación concreta al respecto para poder evaluar individualmente cada caso.

Además, no se trata solo de abordar todo lo relacionado con las patologías, sino también llevar a cabo acciones para prevenir o reducir el riesgo de aparición de una enfermedad, así como la atención a procesos característicos de esta etapa, como el duelo perinatal.

Si se pone el foco en los datos disponibles, Forti afirma que los últimos estudios estiman que alrededor del 25% de las mujeres en este periodo puede desarrollar algún tipo de problema de salud mental, aunque con diferente gravedad. Los cuadros ansiosos-depresivos son los más comunes, con un 15%, y, aunque matiza que son distintos, es frecuente que se presenten de manera combinada y compartan síntomas. En cuanto a los trastornos mentales graves, los expertos calculan que el porcentaje está entre el 3 y el 5%.

Foto: La ministra de Sanidad, Mónica García, junto con la comisionada de Salud Mental, Belén González. (EFE/Ana Escobar)

A pesar del número de personas a las que afecta, en España el acceso a programas y unidades específicos está marcado por el código postal. "Los recursos son pobres en el sentido de que puede dar atención a un aspecto de la salud mental, pero no cubre todas las etapas, desde la preconcepción al primer año de posparto", afirma. Es decir, un hospital puede tener un programa de duelo perinatal, pero no atender a mujeres con trastorno grave, por ejemplo.

Además, muchas veces estos proyectos son profesional-dependiente, por lo que si el sanitario que lo pone en marcha está de baja o se traslada, puede desaparecer. También se ha de contar con apoyo de la gerencia, el servicio de salud o la consejería, porque por mucho que haya voluntad, si no se dota, no es posible sacarlo adelante.

Radiografía de la salud mental perinatal en España

Para conocer de primera mano cuáles son las opciones públicas disponibles y hacer una radiografía de la situación, el Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal desarrolló el año pasado un estudio al que llamó El mapa del desierto: la atención sanitaria a la Salud Mental Perinatal en España, en el que Forti participó. Los investigadores no pueden garantizar que se hayan plasmado todas las herramientas disponibles, pero esta especialista recuerda que los profesionales que se dedican a esto en el país son pocos y se conocen entre ellos.

Esta fotografía pone de manifiesto que los recursos son variables dependiendo de la comunidad. Las que se encuentran en mejor posición son Madrid y Cataluña y, en contraposición, en Galicia, La Rioja y Navarra, por ejemplo, hay poco o ningún tipo de programa específico, por ejemplo. "Varía en función de la comunidad y también de las provincias", resume.

"El mapa recoge el año en el que se crea el programa. Si bien aún estamos con mucho trabajo por delante, sí que hay una subida importante en los últimos cuatro. Esto nos proporciona un poco de optimismo y muestra que poco a poco se van cambiando las cosas. Y de hecho se traduce luego en planes de atención a la salud mental de las comunidades, como la de Cataluña o la de Madrid, donde ya recogen específicamente esta atención perinatal como un objetivo", comenta.

Precisamente en Cataluña cuentan con un recurso pionero y extraordinario: la Unidad de Salud Mental Perinatal del Hospital Clínic de Barcelona. Está conformado por dos servicios integrados, que son la consulta externa y el hospital de día madre-bebé, único en España. Detrás de este logro, está la tenacidad de Lluïsa García Esteve, psiquiatra que comenzó a abordar esta cuestión en 1987 en el que era el Hospital de Maternidad o Casa de la Maternidad de Barcelona, donde comenzó a conocer las necesidades de las embarazadas y las madres.

La pionera y extraordinaria unidad del Clínic

Posteriormente, en el año 2000, este centro se fusionó con el Hospital Clínic y consiguieron un "impulso importante". "Había ido creando un programa ambulatorio de atención a las mamás y también sensibilizando a los obstetras, psiquiatras, gestores… A partir de ahí conseguimos contratar a algún profesional más, por lo que pasamos a ser dos psiquiatras, una psicóloga y una enfermera, aunque solo un día a la semana. Además, nos empezamos a conectar con movimientos internacionales", relata.

2016 es otro de los años claves, pues García Esteve consigue hacer una estancia formativa en Londres, Inglaterra, un país que va a la cabeza en salud mental perinatal. En aquel lugar pudo conocer las unidades de ingreso hospitalario madre-bebé, entendió cuáles eran las necesidades, los equipos que han de llevarlas a cabo… A su vuelta, planteó un nuevo proyecto: consolidar la consulta externa que ya existía y crear un hospital de día, que abrió sus puertas entre finales de 2017 y principios de 2018. Aun así, no se conforman y quieren alcanzar, en algún momento, la unidad de hospitalización.

"El estigma de la salud mental ya en general es importante, pero en cuanto el trastorno se produce en una mamá, se duplica o triplica", reflexiona.

placeholder Foto de equipo de la Unidad de Salud Mental Perinatal del Hospital Clínic. (Cedida)
Foto de equipo de la Unidad de Salud Mental Perinatal del Hospital Clínic. (Cedida)

Alba Roca es la psiquiatra que actualmente está al frente de la unidad y asegura que con este proyecto se permite hacer tratamientos más intensivos sin separarles. En consulta externa, suelen ofrecer terapia individual principalmente, mientras que en el hospital de día hay tanto asistencia individual, como grupal, donde tienen diferentes opciones. La diferencia entre ambos servicios radica en la gravedad de la situación.

Entre ambas asistencias atienden a unas 800 mujeres anuales y, como ocurre de manera general, lo más prevalente son los trastornos depresivos, tanto en el embarazo, como en el parto. "También atendemos una cantidad importante de pacientes con diagnóstico de trastorno mental grave ya previo al inicio de embarazo; tenemos un programa específico para el trastorno bipolar", declara.

El agradecimiento de los pacientes

María es una de las pacientes que ha formado parte del hospital de día. Cuando nació su segunda hija, en las revisiones rutinarias le recomendaron acudir a este centro, después de realizarle una serie de test centrado en su estado anímico y la relación con su pequeña. Una vez consiguió cita, le recibió un equipo que le realizó entrevistas en profundidad. "Ahí es donde me di cuenta de que eran cosas que yo ni siquiera había verbalizado con mi pareja en casa, como las fobias de impulsión: cuatro o cinco veces al día pensaba que mi hija se me caía y veía la sangre en el suelo. Ni siquiera lo decía por miedo a qué pensarían de mí", reconoce. Fue entonces cuando le diagnosticaron una depresión posparto, una patología que le costó mucho aceptar.

"El primer día que llegué estaba muy derrumbada y me machacaba mucho psicológicamente por sentirme mala madre. ¿Cómo era posible que me pasara esto con mi segunda hija?", relata. Entonces, le pautaron entrar en un programa específico para su patología, por el que empezó a ir tres días a la semana y, aunque al principio le resultó muy duro, acabó encontrando allí su segundo hogar, acompañada por un equipo multidisciplinar formado por diferentes especialistas, voluntarias y otras pacientes.

Foto: Maitane con sus dos hijos. (Cedida)

"Para mí las terapias grupales fueron mi vida porque las compartía con otras madres que estaban en la misma situación, independientemente del diagnóstico de cada una. Realmente estoy superagradecida, cada vez que llegaba al centro decía la suerte que estaba teniendo por la posibilidad de entrar en el programa. Para mí era encontrarme en un espacio seguro en el que nadie me iba a juzgar por lo que dijera o hiciera. El vínculo que tengo con mi hija no hubiera sido posible sin la ayuda de todas ellas", explica.

Pero además de ofrecer esta asistencia para las mamás junto con sus bebés, incluían al entorno más cercano cuando era necesario. "Tuve la oportunidad de que mi pareja fuera a varias sesiones para intentar ayudarme cuando me daban los ataques de ansiedad; y también mis padres, quienes tuvieron que hacer una sesión con la psicóloga", añade.

Hospital Puerta de Hierro

Cuando Forti explicaba qué determina que se desarrolle o no un proyecto de salud mental perinatal, comentaba el papel protagonista que tiene el interés propio del sanitario y que, en ocasiones, cuando marcha, acaba. Eso es lo que pasó en el Hospital Puerta de Hierro, en Madrid. Aunque el programa de salud mental perinatal comenzó en 2009 como uno de los pioneros, quedó desierto con el paso de los años y no fue hasta 2018 cuando se volvió a reabrir.

Mónica Díaz de Neira es psicóloga clínica y responsable del programa. Ella, junto con una compañera psiquiatra, ofrece dos tipos de asistencia. La primera es la intrahospitalaria. "Un compañero de obstetricia o neonatología nos interconsultan para que hagamos una valoración o una intervención, en los casos en los que consideran que hay algún tipo de riesgo, como cuando la paciente está ingresada, ha tenido un parto muy difícil o cuando observan alguna dificultad de vínculo con el bebé", detalla. Además, intenta acudir a la unidad de neonatos semanalmente para conocer cómo están las familias y presentarse, por si necesitaran algo.

placeholder Mónica Díaz de Neira, psicóloga clínica y responsable del programa de salud mental perinatal del Hospital Puerta de Hierro.
Mónica Díaz de Neira, psicóloga clínica y responsable del programa de salud mental perinatal del Hospital Puerta de Hierro.

Por otro lado, cuentan con consultas externas, donde abordan casos como una pérdida perinatal. Además, hay un grupo de psicoterapia durante el embarazo y otro durante el posparto, donde las pacientes también acuden con su bebé. El año pasado atendieron a 97 mujeres en consulta externa y en interconsulta intrahospitalaria a unas 95.

Laura cuenta que tiene tres hijos, pero solo puede ver a dos. Cuando estaba embarazada del segundo, al que llamó Pablo, tuvieron que realizarle una interrupción legal del embarazo en el segundo trimestre porque tenía malformaciones fetales incompatibles con la vida y que la estaban poniendo en riesgo. "Se te caen todos los esquemas, se te rompe la vida. Es algo que no esperas que te vaya a pasar, les pasa a otros, nunca a ti. Es salir del hospital con el vientre vacío, pero hinchado y los pechos llenos de leche", narra.

"Se conocen como gestaciones arcoíris, que suenan muy bonitas, pero esconden muchos grises y se me complicó muchísimo todo"

A los 10 meses de morir Pablo, Laura se volvió a quedar embarazada y en la segunda revisión en Puerta de Hierro, las sanitarias le hablaron del grupo de salud mental perinatal. "Este tercer embarazo era lo que se conocen como gestaciones arcoíris, que suenan muy bonitas, pero esconden muchos grises y se me complicó muchísimo todo también. Que todas las semanas te puedas reunir con un profesional especialista en salud mental perinatal y con un grupo de mujeres que han vivido o viven situaciones parecidas a la tuya es un salvavidas”, asegura.

Durante este tercer embarazo también sufrió una serie de complicaciones, pues en la semana 20 se puso de parto y tras una operación tuvo que estar en reposo absoluto hasta que nació, 16 semanas después. Como consecuencia, estuvo ingresada muchas veces, instantes en los que no faltaron las visitas de Mónica y en los que tampoco se perdió ninguna de las terapias grupales que tenía cada viernes de manera online.

placeholder Laura, paciente del Hospital Puerta de Hierro. (Cedida)
Laura, paciente del Hospital Puerta de Hierro. (Cedida)

"Este programa te ayuda a gestionar las emociones ambivalentes que tienes: por un lado, estás muy contenta, pero por otro, muerta de miedo porque hemos vivido la cara B de la maternidad y piensas que esto te puede volver a pasar", sintetiza.

También le ha servido para saber qué, cuándo y cómo contar el embarazo a sus allegados, a conseguir la vinculación con el bebé, que se dificulta en estas circunstancias, y a poner todo en perspectiva. "Te das cuenta de que no estás tan sola ni tan loca", concluye.

La salud mental ha ido cobrando protagonismo en los últimos años. No solo cada vez se habla más de ella en distintos escenarios y se intenta derribar mitos, sino que está incluyéndose en el ámbito político, con estrategias como el Plan de Salud Mental del Ministerio de Sanidad. En este contexto de prosperidad, hay un área concreta que aún tiene mucho que mejorar en España. No es otra que la salud mental perinatal, pues se estima que una de cada cuatro mujeres va a padecer algún tipo de patología en este periodo. Sin embargo, los recursos públicos con los que se cuentan aún son pobres, insuficientes, no están en todo el territorio y dependen en gran medida de la propia voluntad de los sanitarios.

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