Merluza, gallo, rape... El pescado post-Brexit que no será tan 'español'
La letra pequeña del acuerdo del Brexit comienza a arrojar la realidad y perjudica a las cuotas de pesca de estas especies de las flotas españolas. ¿Afectará a la oferta y a los precios?
En la exitosa serie francesa 'Parlament', que aborda de forma desternillante a modo de 'sitcom' la realidad de la burocracia del Parlamento Europeo, los españoles no salen mal parados. De hecho, la trama gira en clave de comedia en torno a una propuesta sobre la pesca en la que nuestros negociadores nacionales aparecen retratados como un hueso duro de roer.
En concreto, en una de las escenas, el funcionario de la UE advierte al protagonista francés que, tras abrir el melón de los acuerdos de pesca, España había reabierto a su vez todos los contenciosos desde hacía tres siglos, enterrándole en una maraña burocrática de la que era difícil salir. Es ficción.
El hecho de que los guionistas de la serie adjudicasen ese papel a los políticos españoles indica lo bien que saben en Europa la importancia que tiene para España el sector de la pesca. También que sería uno de los elementos fundamentales de la negociación del Brexit. No acertaron tanto, en cambio, con el resultado final.
Entre la tercera ola de covid y Filomena, nadie ha reparado en la letra pequeña del Brexit
Así, entre la tercera ola del covid y el temporal Filomena que ha conllevado el desabastecimiento de frescos de la totalidad de supermercados de Madrid durante tres días, apenas ha dado tiempo a leer la letra pequeña del acuerdo del Brexit. Un mal acuerdo, según explican a Alimente desde las federaciones de pesca y las cofradías.
Tampoco para darse de cuenta de los primeros problemas ocasionados por la nueva situación de Reino Unido, ya antiguo miembro de la UE, con el resto de socios comunitarios: una serie de escollos derivados de la falta de experiencia respecto a los nuevos controles y burocracia que deben seguir tanto a la hora de importar como de exportar alimentos.
Mal acuerdo
España ha salido perjudicada en el 'pacto' de la pesca, como era previsible, a pesar del relato triunfalista del Gobierno. Sencillamente, una parte de las merluzas, gallos o cigalas que ofrezcan los supermercados a partir de ahora no serán provenientes de flotas pesqueras españolas, ya que el acuerdo certifica una reducción del 5% en esas especies en los caladeros del Gran Sol, ahora aguas británicas y no comunitarias.
Así lo explica José Antonio Pérez, presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Galicia, que son los más afectados, a Alimente: "Lo primero es que, dentro de cinco años, no sabemos cómo será, ya que es una incógnita. Y, además, ahora mismo ya se han producido unas reducciones de las cuotas en cuanto a merluza, gallos, rape, bacalao y cigalas, y eso es mucho aunque parezca poco. Lo que ocurre es que siempre se parte de una expectativa muy negativa, y luego cuando se explica que la reducción es menor parece un triunfo y no lo es. La realidad es que todos los años perdemos cuota de pesca, y en cambio aumentan las ayudas para la construcción de barcos, que desde luego no serán para pescar, porque lo que ocurre es que se dan de baja pesqueros todos los años".
La menor pesca de merluza, bacalao o rape no afectará al precio pues se repartirá de otra forma
Además, según José Antonio, el futuro será peor, ya que "dependerá de una negociación directa con Reino Unido, y no sabemos si nos dejarán entrar, si habrá una cuota mínima o cómo, y no es ya solo el Gran Sol, en las costas de Iralnda, sino también en las Malvinas, donde faenan muchos de nuestros barcos. De momento, ya desde el 1 de enero vamos a tener 3.000 toneladas menos".
Escenario futuro
Un pesimismo que también traslada Javier Garat, presidente de Cepesca, a Alimente: "Las flotas españolas que operan en el caladero británico y en Svalbard arrancan la actividad de 2021 con unas 3.455 toneladas menos que en 2020 de especies como merluza, gallo, rape o bacalao. En la confederación hemos cuantificado unas pérdidas estimadas de en torno a 9,36 millones de euros este año". ¿Esa reducción hará que haya una menor oferta de merluza, gallo o bacalao y que suban los precios para el consumidor?
No es previsible porque, tal y como apunta José Antonio Pérez, lo que no puedan ofrecer ellos lo harán otras flotas. A pesar de que el resto de países de la UE como Holanda, Francia o Portugal han sufrido también reducciones, el propio Reino Unido u otros ofertantes pueden suplir esa reducción sin que afecte al precio. Según Garat, es posible que en los primeros días sí exista alguna pequeña distorsión, pero solo por una cuestión burocrática debido a la nueva situación y que se resolverá muy pronto.
La cuestión será que una parte de ese pescado que se consuma en España ya no sustentará de igual forma a los pescadores gallegos debido a un mercado cada vez más globalizado. Otra cuestión será lo que pueda ocurrir en los próximos cinco años según la política que establezca Reino Unido, en cuyas aguas se pesca la gran mayoría de estas especies que llegan a nuestro país.
En la exitosa serie francesa 'Parlament', que aborda de forma desternillante a modo de 'sitcom' la realidad de la burocracia del Parlamento Europeo, los españoles no salen mal parados. De hecho, la trama gira en clave de comedia en torno a una propuesta sobre la pesca en la que nuestros negociadores nacionales aparecen retratados como un hueso duro de roer.
- Pescado ultracongelado, la mejor alternativa contra el anisakis Julio Martín
- Cabracho: de pez de roca a pescado 'gourmet' (y 4 recetas) Sonia Fernández
- Restaurantes de grandes ciudades que miran de frente al mar Gabino Povedano