Ni tortilla de patatas ni aceite de oliva: estos alimentos y platos típicos están en peligro por el clima, según la ciencia

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Los efectos de la crisis climática cada vez se hacen notar más en el mundo, y afectan a diversos niveles en la sociedad. Uno de los aspectos más delicados es el referente a la alimentación, y se multiplican las evidencias que señalan que el cambio climático puede provocar cambios y dificultades muy importantes en nuestro estilo de vida alimentario, como de hecho ya lo está haciendo.

Uno de los toques de atención más recientes llega desde el Instituto para la Política Ambiental Europea, una organización independiente afincada en Bruselas, dedicada al análisis de políticas medioambientales y que habitualmente trabaja en colaboración con instituciones de la Unión Europea. En su nuevo informe, alertan del riesgo que existe para el cultivo de ingredientes básicos para la cocina europea, pero también proponen soluciones al respecto.

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En concreto, han analizado "los impactos de diferentes riesgos climáticos" en los cultivos agrícolas del trigo, las patatas y las aceitunas, que consideran que se encuentran en grave peligro y que son pilares de la gastronomía de los países europeos, incluyendo la española. No en vano, los expertos llevan tiempo diciendo que las sequías y el calentamiento global son uno de los motivos principales para explicar las fuertes subidas en el precio del aceite, debido a unas cosechas más exiguas, y también podrían verse afectados platos tan tradicionales en nuestro país como la tortilla de patatas.

El estudio señala que el cambio climático ha encarecido directamente el aceite de oliva en nuestro país, y que "la sequía de 2023 redujo la producción de aceite de oliva de España en más de un 40% respecto a años anteriores", lo cual provocó una subida de precios que derivó en una reducción del consumo del 30% en el país. "¿De un producto básico diario a un artículo de lujo?", se preguntan.

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El Instituto para la Política Ambiental Europea también avisa de que pueden estar en peligro otros alimentos icónicos de la cocina continental como la baguette francesa (por la falta de trigo) o un sector tan importante para Alemania como el de las patatas (del cual el país germano es el principal productor de la UE). "En los últimos años, la producción de la UE de muchos productos agrícolas clave cayó drásticamente debido a sequías generalizadas y otras condiciones climáticas adversas", contextualiza dicha organización.

Cómo salvar el trigo, las patatas y las aceitunas

Este Instituto propone un plan para "aumentar la resiliencia al cambio climático a través de prácticas agrícolas sostenibles", para el cual cree que resulta necesario implementar estrategias de adaptación climática a corto y largo plazo. Por ello, sus conclusiones y recomendaciones a los gobiernos nacionales e instituciones de Europa van en tres direcciones:

• Medidas de apoyo a los agricultores, incluyendo la adopción de prácticas que mejoren la calidad del suelo, la conservación del agua, los parámetros del paisaje y la biodiversidad.
• Aprovechar los mecanismos previstos en la PAC (Política Agraria Común) para impulsar medidas específicas e incentivar a los agricultores a poner en práctica las que hayan demostrado que aumentan la resiliencia ante el cambio climático en sus respectivas regiones, pues cada una puede verse afectada de diferentes maneras.
• Que los gobiernos nacionales apoyen el desarrollo de planes personalizados para los agricultores, fomentando la creación de "plataformas y talleres de intercambio de conocimientos" que pueden ser fundamentales para dar pie a prácticas sostenibles y de resiliencia que resulten útiles para cada caso.