Platos de moda que puedes encontrar en infinidad de restaurantes

Quizás te haya pasado. Te acomodas en el comedor de un restaurante, abres la carta y te topas con prácticamente los mismos platos que comiste la semana anterior, pero en otro local, situado incluso en otra ciudad. Efectivamente, el fenómeno de las modas no es ajeno a la gastronomía, pues también en esta esfera ciertos productos se vuelven tendencia y se adueñan de los menús de los restaurantes. Vamos a ver cuáles son esos platos que copan las cartas y que ahora mismo están por doquier.

Ese rico tartar de carne

Uno de esos platos omnipresentes que parece que nos persiga en todas nuestras salidas a los restaurantes es el tartar. A quienes todavía no hayan tenido el placer de degustarlo, les interesa saber que es un tipo de preparación para ciertas carnes o pescados, que se toma crudo, picado de manera muy fina y generalmente con condimentos.

“Para preparar un buen tartar de carne es muy importante la calidad de la materia prima, que no debe tener ni grasa ni nervios, ni estar seca. Por eso, los mejores cortes son el lomo y el roast beef. El tartar clásico de vacuno lleva una yema de huevo, alcaparras y cebolla. A esto se le pueden añadir crema fresca, mostaza, pepinillos, anchoas, hierbas, salsa Worcester y otros condimentos”, explican en la web del restaurante Jolastoki, en Getxo.

El dulce no es solo para los postres

Algunos restaurantes se han arrojado en brazos de la cebolla caramelizada y la emplean como guarnición de infinidad de platos. Lo cierto es que no es de extrañar, pues esta receta lo tiene todo: sencilla, rica y sobre todo barata. Además, su versatilidad permite que la veamos acompañando gran disparidad de platos: con queso de cabra, con foie, con pescado, con carne, con chipirones, morcilla asada, hamburguesa…

Pero ¿cómo se elabora la cebolla caramelizada? Pues ese dulzor tiene su origen en las reacciones de Maillard que surgen cuando los azúcares de la cebolla se van transformando en caramelo debido al calor.

Por lo tanto, muchos cocineros no le añaden nada más y dejan que la cebolla cortada en juliana se vaya pochando y endulzando de manera natural. Algunos cocinillas recurren al bicarbonato pues con este ingrediente consiguen que los azúcares naturales de la cebolla salgan antes. Aunque, por supuesto, otros cocineros se decantan por agregar azúcar o miel para reforzar ese dulzor.

Le hemos cogido el gusto a la trufa

La trufa nos tiene embobados desde un punto de vista gastronómico. El crecimiento de este preciado hongo subterráneo solo es posible gracias a las raíces de ciertos árboles como el roble, la coscoja, al avellano o la encina, ya sea su variedad blanca o negra.

El dulzor de la cebolla caramelizada tiene su origen en las reacciones de Maillard

Este portentoso hongo aromatiza todo lo que encuentra a su paso y únicamente son precisas unas finas lascas para percatarnos de su magia. Desde unos simples huevos fritos a una pasta… Cualquier plato gana con la trufa y los restauradores le sacan partido.

Hamburguesas asiáticas

Según refieren en la web especializada Oriental Market, “no fue hasta hace un par de años cuando esta hamburguesa taiwanesa consiguió abrirse hueco entre los mejores platos, revolucionando los paladares de los españoles”.

Al parecer, Taiwán es la cuna de este bocadillo esponjoso y donde lo consumen con fruición en las fiestas de Año Nuevo. La receta clásica incluía carne de cerdo braseada, col fermentada, cilantro, cacahuetes y verduras. El bao ha venido a asentarse en nuestro país, donde es fácil encontrar restaurantes empeñados en que conozcamos todas las posibilidades de este icónico bocado taiwanés.

Brownies y tartas de zanahoria

Los brownies son esos incombustibles pasteles de chocolate con nueces que se niegan a abandonar la carta de postres de numerosos establecimientos. Este dulce genuinamente americano comenzó a elaborarse en 1897 y, según cuentan, debemos achacar su invención al despiste del cocinero que olvidó añadir la levadura a la receta. Un providencial descuido que lleva extasiando nuestros paladares desde hace más de un siglo.

Pero la tarta de zanahoria también nos acompaña allá donde vayamos. De hecho, numerosos restaurantes la incluyen en su carta a sabiendas de que su sabor no deja indiferente. Estamos ante una tarta de largo recorrido cuyos orígenes se remontan a la Edad Media. Una época en la que se empleaban como endulzantes ingredientes como la calabaza, la zanahoria y la remolacha, pues el azúcar era un producto poco asequible. Pero fue en Estados Unidos, durante la década de los 60, cuando la tarta de zanahoria se convirtió en toda una revelación. La carrot cake tiene incluso un día dedicado a ella. Sí, el 3 de febrero los paladares más golosos le rinden tributo.