Descubren que la apnea del sueño aumenta el riesgo de padecer cáncer
Un nuevo estudio presentado en el Congreso Internacional de la Sociedad Pulmonar Europea celebrado en Barcelona afirma que la hipoxia producida por el problema respiratorio puede tener enormes consecuencias
A pesar de todo nuestro conocimiento científico, seguimos sabiendo más bien poco del sueño. Sí, sabemos que existen diferentes fases con sus características particulares, y también que se trata de un proceso activo y no pasivo (nuestro cerebro no se 'apaga' ni 'relaja', sino todo lo contrario). También somos conscientes de que es absolutamente necesario para que nuestro sistema nervioso se repare (la degeneración neuronal causada por una privación de sueño es masiva, como se explica en este estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Verona en Italia).
Es por esto que las afecciones que puedan tener un impacto en la calidad de nuestro sueño son un gran peligro, y deben ser remediadas inmediatamente. Una de ellas (la más común) es la apnea del sueño obstructiva, el más común de los trastornos respiratorios mediados por el descanso nocturno, que, como su propio nombre indica, se caracteriza por la obstrucción total o parcial de la vía respiratoria alta, lo que provoca la disminución (o la eliminación) de la entrada de aire en los pulmones.
"Hemos dejado claro que es necesario considerar la apnea del sueño no tratada como un factor de riesgo más para el cáncer"
En la mayor parte de los casos, al margen de los ronquidos, también se puede sufrir la interrupción del sueño (debemos despertarnos para recuperar el control de los músculos que controlan las vías aéreas superiores). Pero más allá de esto, existen tres categorías diferentes de consecuencias de la apnea del sueño obstructiva: fisiológica, intermedia y clínica.
Las consecuencias del primer nivel, el fisiológico, ya son serias: hipoxia (cantidad de oxígeno en sangre por debajo de los niveles normales), fragmentación del sueño, fallos en la regulación del sistema nervioso y, en casos particulares, hiperoxia (cantidad excesiva de oxígeno en sangre). En el siguiente nivel, el intermedio, se produce inflamación, vasoconstricción pulmonar, problemas metabólicos, oxidación de proteínas y lípidos y una cantidad de grasa corporal elevada. Por último, en el nivel 'clínico', las consecuencias son la hipertensión pulmonar, el aumento del riesgo de diabetes, la obesidad, las enfermedades cardiacas y la hipertensión arterial.
Ahora, un nuevo estudio publicado en el Congreso Internacional de la Sociedad Pulmonar Europea, celebrado en Barcelona, ha ahondado en las consecuencias que la apnea del sueño puede acarrear para aquellos que tienen la mala fortuna de padecerla. Por ejemplo, entre los hallazgos más importantes se encuentra que la apnea del sueño obstructiva (OSA por sus siglas en inglés) perjudica especialmente a los sujetos de la tercera edad, promoviendo un deterioro mental en ellos, sobre todo en aquellos que tienen 74 años de edad o más. Este grupo de población, en el estudio realizado, fue el que mostró un deterioro cognitivo más acentuado.
Por otro lado, otro estudio, también presentado durante el congreso, ha descubierto que los pacientes de los casos más severos de OSA tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar trombos sanguíneos en sus venas. Esto no es ninguna tontería, dado que se trata de una afección que pone en serio peligro la vida de aquel que la padece.
Según se explica en los estudios, se calcula que entre el 7% y el 13% de la población europea padece esta afección. Entre los factores que nos ponen en riesgo de padecer esta enfermedad se encuentran la obesidad, la diabetes, el alcoholismo y el tabaquismo.
Pero las consecuencias de la apnea del sueño obstructiva podrían no acabar en las anteriormente mencionadas, dado que ha aparecido un nuevo peligro: el cáncer. El doctor Andreas Palm, de la Universidad de Uppsala (Suecia), que presentó el primer estudio en la conferencia, afirmó que "se sabe que los pacientes que padecen OSA tienen un mayor riesgo de cáncer pero, hasta ahora, no se sabía si esto se debía directamente a la OSA o a que tanto la enfermedad respiratoria como el cáncer comparten algunos factores de riesgo, como la obesidad, las enfermedades cardiometabólicas y otros factores de nuestro estilo de vida (como el tabaquismo). Nuestros resultados, en cambio, muestran que la deprivación de oxígeno causada por la OSA es otra causa independiente del cáncer".
Para elaborar su trabajo científico, el investigador y su equipo de estudio analizaron los datos de 62.811 pacientes en los 5 años anteriores a que comenzaran su tratamiento para la OSA en Suecia. Entre julio de 2010 y marzo de 2018, los pacientes fueron tratados con presión positiva en las vías aéreas superiores (uno de los tratamientos más comunes para la apnea del sueño). Los investigadores compararon los datos obtenidos con los del Registro Nacional de Cáncer en Suecia, así como datos socioeconómicos de la población sueca.
El doctor Palm detalla que descubrieron que "los pacientes con cáncer padecían casos más severos de OSA y una saturación de oxígeno menor. En los análisis posteriores se vinculó estos niveles bajos de oxígeno en sangre a los pacientes de cáncer de pulmón, próstata y melanoma maligno". Como comenta el doctor, las consecuencias de este trabajo científico son severas: "Hemos dejado claro que es necesario considerar la apnea del sueño no tratada como un factor de riesgo más para el cáncer y es necesario también que los médicos tengan en cuenta la posibilidad de que los pacientes de apnea del sueño obstructiva que están tratando padezcan también cáncer". Pero puntualiza: "A pesar de esto, no se justifican unos exámenes exhaustivos en busca de cáncer para todos los pacientes de OSA".
Nuestro buen descanso nocturno no solo puede asegurarnos una mayor productividad laboral al día siguiente, o incluso un mayor rendimiento intelectual, sino que además sus efectos sobre nuestra salud son masivos. Es por esto que si nuestro sueño no es todo lo bueno que debería, una visita al médico para remediarlo está más que recomendada.
A pesar de todo nuestro conocimiento científico, seguimos sabiendo más bien poco del sueño. Sí, sabemos que existen diferentes fases con sus características particulares, y también que se trata de un proceso activo y no pasivo (nuestro cerebro no se 'apaga' ni 'relaja', sino todo lo contrario). También somos conscientes de que es absolutamente necesario para que nuestro sistema nervioso se repare (la degeneración neuronal causada por una privación de sueño es masiva, como se explica en este estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Verona en Italia).