¿Te sientes hinchado, pero apenas has comido?: por qué debes revisar tu cortisol
Cada vez existen más estudios científicos que confirman la existencia de una conexión entre el cerebro y el sistema digestivo. La barriga por estrés es una prueba más de ello
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F0c7%2Fabe%2Fc5d%2F0c7abec5d6bfd06c3655ed19a68fb42d.jpg)
Lo que la intuición ya nos decía hace tiempo, las encuestas, estudios e investigaciones impulsadas por instituciones tanto públicas como privadas, no hacen otra cosa sino confirmar que el estrés es uno de los principales problemas de salud (mental) al que se enfrentan millones de personas en todo el mundo.
Fuentes como la Organización Mundial de la Salud (OMS) estiman que unos 280 millones de personas sufren depresión en todo el mundo, lo que representa el 3,8 % de la población mundial. Si acercamos el foco, en España, las cifras no son mejores. Según el Estudio Internacional del grupo AXA sobre Salud y Bienestar Menta, el 67% de los españoles dice sentirse bastante estresados, muy por delante de países como Islandia o Turquía, donde este porcentaje baja hasta el 23%.
Sin entrar en las razones que impulsan esos porcentajes, lo que está claro es que vivimos inmersos en una sociedad estresada. Y eso, tiene consecuencias en prácticamente todos los ámbitos de la vida.
La repercusión del estrés se deja sentir a nivel personal, social, profesional, todo se ve afectado estableciendo conexiones que muchas veces no son muy evidentes.
A vueltas con las hormonas
Una de esas relaciones causa-efecto que quizá pasen más desapercibidas es la que se manifiesta a través de la distensión abdominal. Sí, el estrés también afecta “al sistema digestivo, principalmente a través de la conexión entre el cerebro y el tracto digestivo, es el vínculo que establece el eje cerebro-intestino”, señala Lorena Honrubia, psicóloga en Serendipia Psicología.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ffd3%2Fc39%2Ff94%2Ffd3c39f94abba8242b57192a71b22aee.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ffd3%2Fc39%2Ff94%2Ffd3c39f94abba8242b57192a71b22aee.jpg)
Este vínculo está fundamentado en la producción de cortisol y adrenalina, hormonas que libera el organismo en los momentos de estrés y que pueden alterar las funciones del sistema digestivo.
Como consecuencia, “pueden producirse una serie de problemas digestivos como la alteración del ritmo intestinal (estreñimiento o diarrea), aumento de la sensibilidad en los intestinos, o una alteración de la microbiota intestinal”, apunta la experta. Y añade: “Estos efectos, junto con la tensión en los músculos abdominales, pueden generar una sensación de hinchazón o distensión abdominal”.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F4f3%2Fc6b%2Fce4%2F4f3c6bce48f8d560ce440ab891f2b64c.jpg)
Del cerebro a la barriga
Según los expertos existe un origen (el cerebro) y un destino (la barriga). Ahora bien, la cuestión ahora es cómo conocer el proceso desde el momento en que se produce el estímulo estresante hasta que el abultamiento abdominal aflora. A grandes rasgos, así describe la psicóloga ese camino:
- El estrés activa el sistema nervioso autónomo, específicamente la parte simpática (la "respuesta de lucha o huida"), que puede afectar negativamente a la digestión.
- Se liberan cortisol y adrenalina, que aceleran el metabolismo y, al mismo tiempo, pueden alterar la función del sistema digestivo.
- El estrés puede reducir o alterar la motilidad intestinal, lo que puede resultar en una digestión más lenta, retención de gases o una mayor producción.
- Además, el estrés prolongado puede inducir a un estado inflamatorio en los intestinos, contribuyendo a la sensación de hinchazón.
- Por último, la tensión en los músculos abdominales provocada por el estrés puede hacer que se sienta la barriga más dura o hinchada.
No es una barriga cualquiera
La distensión abdominal provocada por la ingestión de determinados alimentos, y la hinchazón por el subidón de cortisol, no solo se diferencian en la causa que los desencadena, también se pueden apreciar otro tipo de diferencias. Entre ellas, la experta destaca estas dos:
- Más dura. La barriga suele notarse más firme y tensa, debido a la tensión muscular causada por el estrés.
- Cambia de tamaño. La hinchazón va y viene dependiendo de los niveles de estrés.
¿Por qué a mí se me hincha, y a ti no?
Debido a que el origen último de la barriga por estrés es un detonante muy personal, no todo el mundo experimenta esta hinchazón “emocional”. Así que, aunque tengamos identificado el origen, lo cierto es que no todas las personas al sentir estrés van a ver cómo el volumen de su barriga se multiplica.
La barriga se nota más dura debido a la tensión muscular causada por el estrés
Esto es así, ya que “algunas personas tienen una mayor predisposición a experimentar trastornos digestivos relacionados con el estrés debido a su genética o predisposición emocional”, asevera Honrubia quien agrega que “también las personas con trastornos digestivos preexistentes, como el síndrome del intestino irritable (SII), son más propensas a experimentar hinchazón abdominal durante períodos de estrés”.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F8cd%2F9b0%2F7e0%2F8cd9b07e0690bb759248838ae3a018a2.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F8cd%2F9b0%2F7e0%2F8cd9b07e0690bb759248838ae3a018a2.jpg)
Por otro lado, “aquellos individuos que no tienen estrategias efectivas para manejar el estrés también es más fácil que sufran estos síntomas. Del mismo modo que, -añade la experta- el entorno social y las experiencias de vida también juegan un papel importante. Las personas que se enfrentan a estrés crónico, por ejemplo, en el trabajo o en su vida personal, pueden ser más susceptibles a la hinchazón abdominal por estrés”.
Estrategias para aliviar la barriga hinchada
Dado que es difícil, por no decir imposible, evitar la situación estresante que podría provocar la hinchazón, solo nos queda aprender técnicas y estrategias que ayuden a contener la producción de cortisol, o a aliviar la distensión abdominal, si esta ya se ha producido.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F549%2Fef5%2Fc65%2F549ef5c65f2b60f196e97cd311bbc9d8.jpg)
En concreto, “practicar respiración profunda, meditación o mindfulness puede aliviar la hinchazón abdominal. También caminar o practicar yoga, así como evitar la comida pesada o irritante”, enumera la experta quien recalca además, que “si el estrés es crónico y los síntomas persisten, hablar con un terapeuta o un médico especializado puede ser clave para abordar las causas subyacentes del estrés y la hinchazón abdominal”.
Lo que la intuición ya nos decía hace tiempo, las encuestas, estudios e investigaciones impulsadas por instituciones tanto públicas como privadas, no hacen otra cosa sino confirmar que el estrés es uno de los principales problemas de salud (mental) al que se enfrentan millones de personas en todo el mundo.