Descubren una nueva relación entre la hipertensión y la demencia: "Se trata de un estudio histórico"
Un ensayo clínico de fase III en el que participaron casi 34.000 personas muestra que disminuir la hipertensión arterial reduce el riesgo de demencia y el deterioro cognitivo
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F618%2F9ba%2F623%2F6189ba62313c3c832eed576e7b53882e.jpg)
Un nuevo estudio ha revelado que las personas que reciben tratamiento intensivo para la hipertensión —como medicación y asesoramiento personalizado— tienen un menor riesgo de desarrollar demencia.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2021 había 57 millones de personas con demencia en todo el mundo. Sin embargo, los expertos insisten en que la demencia no es una consecuencia inevitable del envejecimiento.
Investigaciones recientes señalan que alrededor del 50% de los casos de demencia podrían prevenirse o retrasarse si se abordan 14 factores de riesgo, entre ellos la pérdida auditiva, el tabaquismo, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, el aislamiento social y, especialmente, la presión arterial alta.
Ahora, un nuevo estudio afirma que reducir la hipertensión puede disminuir el riesgo de demencia en un 15%.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fd8d%2Fec7%2Fe28%2Fd8dec7e28065e3edf0e46f597e920e27.jpg)
El tratamiento antihipertensivo puede prevenir la demencia en pacientes con hipertensión no controlada. Dada su alta prevalencia a nivel mundial, esta intervención eficaz debería adoptarse y ampliarse para reducir la carga global de la demencia”, explicó el profesor Jiang He, coautor del estudio y miembro del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern.
Publicado en la revista Nature Medicine, el estudio fue realizado por investigadores de China y Estados Unidos, e involucró a 33.995 personas mayores de 40 años con hipertensión no controlada, distribuidas en 326 aldeas rurales chinas.
En 163 de estas aldeas, 17.407 participantes recibieron un tratamiento intensivo por parte de trabajadores sanitarios comunitarios conocidos como “doctores de aldea”. El tratamiento incluía medicación gratuita o de bajo coste, asesoramiento de salud, cambios en el estilo de vida (como perder peso, reducir el consumo de alcohol y sal), y monitores de presión arterial para el hogar.
Los otros 16.588 participantes, pertenecientes a las otras 163 aldeas, recibieron atención habitual, es decir, sin acceso gratuito a medicamentos, equipos de medición en casa ni asesoramiento personalizado.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F147%2F483%2Fa7a%2F147483a7aac628097968bc2f3bf566e8.jpg)
Cuatro años después, los investigadores encontraron que 668 personas del grupo con tratamiento intensivo desarrollaron demencia, frente a 734 en el grupo de atención habitual. Esto se traduce en una reducción del 15% en el riesgo de demencia en el primer grupo. Además, el riesgo de deterioro cognitivo sin demencia también fue un 16% menor.
Si bien los investigadores aclaran que la función cognitiva no se evaluó al inicio del estudio, creen que la similitud entre los grupos compensa esta limitación. No obstante, la profesora Joanna Wardlaw, de la Universidad de Edimburgo, advirtió que no es posible separar el efecto del control óptimo de la presión arterial del impacto de los cambios en el estilo de vida.
Otros expertos sugieren que deberían realizarse estudios similares en otros países y con seguimientos a más largo plazo. Por su parte, la profesora Tara Spires-Jones, directora del Centro de Ciencias del Cerebro en la Universidad de Edimburgo, destacó que este estudio "proporciona evidencia sólida sobre la importancia de controlar los riesgos cardiovasculares para proteger el cerebro durante el envejecimiento”.
Sin embargo, también matizó: “Tratar la hipertensión no es una garantía infalible, ya que algunas personas tratadas igualmente desarrollaron demencia”.
"Un estudio histórico"
Varios expertos, que no han participado en este estudio y no declaran conflicto de interés, han aplaudido esta investigación en declaraciones a la agencia SMC. Así, Julia Dudley, directora de investigación de Alzheimer's Research UK, considera que "este amplio ensayo, con más de 33.000 participantes en zonas rurales de China, refuerza la evidencia de que tratar la hipertensión arterial puede reducir el riesgo de demencia. El hallazgo coincide con un informe histórico publicado en The Lancet el año pasado, que identificaba la hipertensión no tratada como uno de los 14 factores de riesgo principales que explican casi la mitad de los casos de demencia a nivel mundial". "Medicamentos ya disponibles y cambios en el estilo de vida para reducir la presión arterial podrían representar una forma más accesible de prevenir la demencia en personas con hipertensión", añade.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc06%2F57a%2F63e%2Fc0657a63e67b312a6bf9013170fad7c0.jpg)
En la misma línea, James Leiper, director de investigación de la Fundación Británica del Corazón, señala que "desde hace tiempo se sabe que las personas con hipertensión tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia, en especial demencia vascular. Ahora, los resultados de un ensayo clínico de gran escala aportan pruebas sólidas de que tratar mejor la hipertensión podría reducir ese riesgo elevado. En este estudio se utilizaron tratamientos ya muy extendidos para controlar la presión arterial, lo que sugiere que estrategias accesibles y ampliamente disponibles pueden tener un gran impacto en la prevención de la demencia".
"Los expertos subrayan que será clave comprobar si esta reducción del riesgo se mantiene en el tiempo, más allá de los cuatro años de seguimiento del estudio. Además, queda por ver si estos efectos positivos se replican en otras poblaciones que reciban intervenciones similares. Si los resultados se confirman, podría recomendarse un uso más amplio de los tratamientos antihipertensivos como estrategia global para combatir el impacto creciente de la demencia", concluye Leiper.
Por su parte, Masud Husain, catedrático de Neurología de la Universidad de Oxford, destaca que "se trata de un estudio histórico con una muestra muy amplia y un efecto sólido. Es una llamada de atención para tratar la hipertensión arterial de forma intensiva, no solo para proteger el corazón, sino también el cerebro. Es sorprendente que, en solo cuatro años, se haya producido una reducción significativa de la incidencia de demencia gracias al tratamiento agresivo de la hipertensión arterial. Aunque muchos pacientes y sus médicos de cabecera comprenden la importancia de tratar la hipertensión, es posible que no sean conscientes del riesgo que supone para el desarrollo de la demencia. En mi consulta, recomiendo mantener la presión arterial por debajo de 140/80".
Un nuevo estudio ha revelado que las personas que reciben tratamiento intensivo para la hipertensión —como medicación y asesoramiento personalizado— tienen un menor riesgo de desarrollar demencia.