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La lotería de la hamburguesa más deseada: ¿qué hay tras la fiebre por los concursos gastronómicos?
  1. Gastronomía y cocina
Pelea por la mejor hamburguesa de España

La lotería de la hamburguesa más deseada: ¿qué hay tras la fiebre por los concursos gastronómicos?

Una hamburguesería de Pontevedra acaba de ganar el IV Campeonato de España de Hamburguesas. Un concurso sin premio en metálico y organizado por una PYME que se ha convertido en una curiosa mina de oro

Foto: El ganador de la IV edición del Campeonato de España de Hamburguesas (derecha) posa con su plato. (Campeonato de España de Hamburguesas)
El ganador de la IV edición del Campeonato de España de Hamburguesas (derecha) posa con su plato. (Campeonato de España de Hamburguesas)

Este jueves, el dueño de Argentino's Burger, un pequeño restaurante en A Estrada, una ciudad de 20.000 habitantes junto a Santiago de Compostela, lanzaba un comunicado en sus redes sociales. Serio, pedía a la gente que no acudiese en tropel ese fin de semana, ni los próximos, al restaurante. Que reservasen y que no se preocupasen, que habría hamburguesas para todos. El mensaje podía sonar alarmante, pero solo intenta ser precavido. Una de sus recetas, la Old School 1980, acaba de ganar un concurso que ha pasado de ser un pequeño proyecto de una PYME asturiana a que el premio te catapulte, o hunda, el negocio.

La hamburguesería gallega ganó el miércoles el premio principal del IV Campeonato de España de Hamburguesas o Best Burger Spain (esa es la marca que tienen registrada). Un concurso sin obsequio en metálico, montado por Fenicia Marketing Gourmet, y que no ha parado de ganar popularidad desde su inicio en 2019. Al primer torneo acudieron 101 locales, esta vez se han presentado hasta 350 y cuentan con patrocinios como Estrella Galicia, Prima o Glovo. ¿A qué se debe esta popularidad? Sus anteriores vencedores han mostrado que el premio puede ser como que te toque la lotería. Aunque, como en el caso del boleto, también hay que saber digerirlo.

"La hamburguesa vive un auténtico boom en los últimos tiempos y cada vez hay más locales dedicados a esta comida. Además, estamos cambiando nuestros hábitos y miramos más lo que comemos y cómo lo comemos. Todo eso está ayudando al campeonato a crecer, porque ofrecemos a los restaurantes que quieren mostrar su calidad un espacio en el que dar a conocer sus creaciones y demostrar que tienen algunas de las mejores hamburguesas del país", explican desde Fenicia, una pequeña empresa asturiana que, según el registro mercantil, tiene 6 empleados y cerca de medio millón de facturación anual. "No hay premio en metálico, pero damos notoriedad, marca y visibilidad. Nuestro campeonato ofrece una diferenciación única, aunque ahora muchos otros concursos se intenten sumar", añaden.

En plena expansión de la restauración instagrammer y el interés foodie, este premio parece ser un cheque en blanco para todo el que lo gana. El primer galardonado de la categoría principal fue Juancho's BBQ, una firma que solo tenía un puesto en un mercado del centro de Madrid y que ahora se ha convertido en una importante cadena con nueve restaurantes entre la capital y Valladolid. Le siguió tras la pandemia Junk Burger, que ya tiene dos y es una de las marcas que más vende en delivery con presencia en Madrid, Barcelona, Valencia y Murcia y la tercera en discordia fue la sevillana Burger Food Porn, que va a por el quinto local, dando el salto a Málaga.

Pero ese éxito también tiene un lado oscuro. Como un regalo envenenado, en este corto periodo de tiempo ya ha tenido varias polémicas. La propia Junk Burger vivió una importante crisis con el chef que les ayudó a crear su hamburguesa ganadora y que ha montado su propio restaurante y más llamativo es el caso de Toro Burger, que ganó el premio a mejor cheeseburger, y ahora, como contó El Periódico de España se encuentra en pleitos entre los dueños.

Sezar Blue, un crítico gastronómico conocido por sus vídeos probando comida tradicional española, entiende el interés por estos premios, aunque no le gustan demasiado. "Funcionan como campañas publicitarias. Al final, lo que buscan los participantes no es tanto ser el mejor como ganar popularidad y repercusión para tener uno ingresos adicionales", comenta. "El problema es que esto ya se empieza a desinflar porque de repente han aparecido un montón de concursos y ya es difícil que puedas defender que el tuyo es el verdadero. El mejor solo puede ser uno y se da cuando participan todos".

¿Quién gana más con esto?

El aviso del ganador de este año pidiendo calma y sosiego para evitar situaciones de tensión es un ejemplo del riesgo que existe a que el premio te supere, pero los cantos de sirena de los anteriores galardonados son demasiado jugosos. "Nosotros gracias al premio subimos un 10% la facturación, aunque ya veníamos trabajando mucho antes. Es cierto que la repercusión mediática tras el galardón fue brutal. Estuvimos llenos y con lista de espera en nuestros restaurantes de más de 2 meses", cuentan desde Burger Food Porn. Cuando se presentaron tenían dos locales, ahora abren en Málaga el quinto. Música para los oídos de cualquier emprendedor que empieza en este mundo o que pasa por un mal momento.

Incluso ya hay premiados que se presentaron literalmente al ver lo que habían conseguido otros. "Nosotros lo vimos claro con Juancho's. Ellos fueron nuestra inspiración cuando decidimos montar Junk, incluso tenemos el primer local muy cerca del suyo. El premio les supuso un trampolín espectacular y nosotros seguimos su estela hasta conseguirlo", explica Javier Alfonso, CEO y cofundador de Junk Burguer. "Es verdad que nosotros tenemos muy claro el modelo de negocio, queremos una marca con sello propio que crezca y apueste por el delivery. Eso nos ayudó a digerir la fama que te da el concurso, pero no sé si a un restaurante pequeño que solo quiere mantener su sitio y contar con una hamburguesa como un plato más de su carta, le puede beneficiar el premio", detalla.

El campeonato se divide en dos fases, una inicial en la que participa todo el que paga la inscripción y una final que este año fue con 15 finalistas entre los que se eligen los premios. En la primera parte votan los clientes con un código único que les da el restaurante tras comer la hamburguesa y su resultado se pondera con las reseñas que da un jurado profesional mandado por el campeonato a los distintos locales. Tras ese filtro, hay una gran final en la que un jurado compuesto por el presidente de Madrid Fusión, Jose Carlos Capel; la divulgadora gastronómica, Alejandra Ansón; y los cocineros con Estrella Michelín, Pepe Solla, de Casa Solla; Fernando Agrasar, de As Garzas, e Iria Espinosa, de Árbore da Veira, eligen a los vencedores con una cata a ciegas y ante notario.

La fiebre por participar e intentar ganar algún galardón incluso fuera de la categoría principal (también dan distinción a mejor hamburguesa delivery, a la mejor región o a la más innovadora) es tal que incluso se paga publicidad para conseguir pasar la primera ronda. La Biblioteca de anuncios de Facebook muestra que en los últimos meses restaurantes de todo el país han pagado hasta 180 anuncios en sus redes para promocionar su participación en el concurso. Y no es la única inversión que hacen.

Publicidad aparte, cada restaurante tiene que crear para la ocasión un plato y pagar 315 más IVA. Un dinero que va para el organizador, Fenicia, que ya está intentando expandir replicar el modelo. Especializados en todo tipo de eventos gastronómicos, lanzaron hace unos meses el primer campeonato de mejor pizza de España y también tienen en su cartera el concurso del mejor taco y el de mejor bocadillo. Ninguno de ellos tiene el caché de su premio de hamburguesas, pero da una idea de que el formato funciona.

Pelea de cerveceras

En los dos más grandes, el de las hamburguesas y el de las pizzas, hay otra curiosa coincidencia, un requisito para participar basado en la cerveza que patrocina el campeonato. Para concursar en el segundo de ellos, el establecimiento estaba obligado a comprar, como mínimo, una caja de 24 tercios Mahou Cinco Estrellas sin filtrar. En el caso del primero, el patrocinador es Estrella Galicia, que también obliga a una compra de su cerveza aunque el reglamento no marca la cantidad exacta. Además, Estrella Galicia es el anfitrión de la final del campeonato de hamburguesas, que se celebra en su propio museo.

Desde la organización y los participantes aseguran que vender una u otra marca en tu propio establecimiento no da ni quita puntos para los premios, pero el evento es un reclamo que tienen los patrocinadores para participar. "Hay un punto de networking y de poner en valor tu marca al relacionarla con los mejores restaurantes. Sin ir más lejos, este año tenemos a Glovo, Prima, que es una salsa española mítica, a President o a Juanito Baker, un obrador que cuando vimos las recetas de los participantes encontramos que la mayoría usaban sus panes", comentan desde Fenicia.

El caso de las cervezas se entiende mejor con la guerra que mantienen por controlar la piel de toro, en la que cada bar es importante. Certámenes como este se muestran perfectos para conquistar locales interesantes o generar afluencia a los que ya tienes en la cartera. Este año, la cervecera gallega tenía su propia categoría en el campeonato, galardonando a 'las mejores hamburguesas con Estrella' (recetas maridadas con alguna de sus cervezas), pero si se repasan los resultados de otras ediciones se ve que su cerveza es la que se vende a día de hoy en tres de los cuatro restaurantes ganadores del premio principal.

Junk tiene firmado con otro proveedor, Mahou, pero tanto Juancho's BBQ como Burger Food Porn y Argentino's Burger sirven Estrella. Además, el restaurante montado por el exchef de Junk, que también se presenta como ganador, Cesar's Burger, va de la mano con 1906, otra marca del fabricante gallego.

El Confidencial se ha puesto en contacto con Estrella Galicia para conocer más sobre su implicación en este concurso, pero no se ha recibido respuesta de la marca al cierre de este artículo. "Es un gran escaparate para todos, concursantes, patrocinadores y organizadores. Lo importante aquí es que se une todo para presentar las mejores propuestas y mostrar cómo la cocina española cada vez es mejor", reflexionan los organizadores.

"Es normal que haya dudas con los patrocinios, siempre hay quien piensa que están amañados los concursos y todo eso, pero el jurado es independiente y profesional, con grandes críticos y chefs con estrella Michelín. Las marcas que lo promueven te tantean al ganar, pero nada más. Mira qué curioso. Nosotros cuando ganamos el concurso, que ya lo patrocinaba Glovo y la app no nos ofreció nada, pasó de nosotros. Unos años después montamos todo nuestro delivery, firmamos con ellos en exclusiva y más tarde, en esta edición, ganamos el premio a mejor hamburguesa delivery del país", añade Alfonso que, como los gestores de Burger Food Porn, destaca que tras el campeonato todo lo que consigas con el premio es cosa tuya, no hay más apoyo.

"La gente se deja guiar por los foodies"

Blue, entiende las palabras de los ganadores y hasta el éxito del concurso, aunque piensa que no son lo mejor para el panorama gastronómico. "Claro que aumentas ventas y tienes colas, porque un premio así atrae a los medios que titulan por la mejor de tal o cual y a los influencers que van a comer el plato del premio y lo suben a sus redes. La gente se deja guiar por los foodies, pero no dejan de ser personas como el resto que tienen un gusto particular y que ya muchos han demostrado que se mueven más por el dinero que por el paladar", detalla.

Foto: Vista de una hamburguesa. (iStock)

El creador de contenido madrileño, crítico con este tipo de eventos, reconoce que los premios son un gran aliciente para ganar popularidad, pero pide mesura y pensamiento crítico. "La gente va a comer una hamburguesa porque ha ganado un premio, eso es así. Además, el foodie de turno se lo recomienda tras el pago de la publicidad correspondiente. Por eso quiero lanzar una reflexión simple, si tú ya tienes una buena hamburguesa y el restaurante lleno, para qué vas a ir a este concurso, ¿para llenarlo más y tener aún más gente esperando en la puerta?".

Para terminar, Blue deja su punto de vista sobre la posible burbuja del mundo de las hamburguesas. "Este tipo de restaurante está entregado a las redes y eso a los influencers que cubren este tipo de contenidos les viene tremendo. Claro, que esto no es infinito y se puede generar una bubuja que no sé hasta qué punto llegará. La gente no tiene tiempo ni dinero para ir todos los días a comer una hamburguesa diferente", señala. "Es parecido a lo que pasó hace unos años con Telepizza y las pizzas en general. No había sábado en el que la familia no cenara pizza, pues ahora hamburguesas. Son comidas de moda, y todas las modas acaban pasando y los sustituye otra cosa".

Este jueves, el dueño de Argentino's Burger, un pequeño restaurante en A Estrada, una ciudad de 20.000 habitantes junto a Santiago de Compostela, lanzaba un comunicado en sus redes sociales. Serio, pedía a la gente que no acudiese en tropel ese fin de semana, ni los próximos, al restaurante. Que reservasen y que no se preocupasen, que habría hamburguesas para todos. El mensaje podía sonar alarmante, pero solo intenta ser precavido. Una de sus recetas, la Old School 1980, acaba de ganar un concurso que ha pasado de ser un pequeño proyecto de una PYME asturiana a que el premio te catapulte, o hunda, el negocio.

Estrella Galicia
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